Dolor de rodilla

El dolor de rodilla es un problema generalizado que puede deberse a diversas afecciones, desde lesiones leves a enfermedades articulares graves. Aunque las molestias ocasionales pueden ser manejables, un dolor de rodilla persistente o intenso que afecte a las actividades cotidianas, junto con síntomas como hinchazón, sensibilidad o enrojecimiento, debe provocar una visita a un profesional sanitario. En Complete Orthopedics, ofrecemos atención especializada para diagnosticar y tratar el dolor de rodilla, con acceso a opciones avanzadas de tratamiento y cirugía cuando es necesario. Nuestras instalaciones de Nueva York y Long Island están equipadas con tecnología de vanguardia, y nuestro equipo se dedica a ayudarte a encontrar el mejor enfoque para la salud de tu rodilla.

¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)

El dolor de rodilla es uno de los problemas musculoesqueléticos más frecuentes, y afecta a personas de todas las edades y niveles de actividad. Es especialmente frecuente en personas activas en deportes o actividades físicas, así como en adultos mayores que padecen afecciones como la artrosis. Los estudios demuestran que el dolor de rodilla aumenta con la edad, sobre todo en personas mayores de 50 años, y más del 20% de los adultos de este grupo de edad declaran molestias crónicas en la rodilla. El dolor de rodilla también es frecuente en atletas y personas que realizan movimientos repetitivos como correr, ponerse en cuclillas o montar en bicicleta.

Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)

El dolor de rodilla puede deberse a diversas causas subyacentes. Algunas de las más frecuentes son

  • Lesiones y roturas de ligamentos: Las lesiones como la rotura del LCA (ligamento cruzado anterior) son una causa frecuente de dolor de rodilla, sobre todo en deportistas y personas activas.
  • Artrosis: Esta enfermedad relacionada con la edad provoca el desgaste del cartílago de la articulación de la rodilla, causando dolor, rigidez y movilidad reducida.
  • Artritis reumatoide: Esta enfermedad autoinmune causa inflamación de la articulación de la rodilla, lo que provoca dolor, hinchazón y rigidez.
  • Desgarros meniscales: Los desgarros en el cartílago de la rodilla, que proporciona amortiguación, pueden causar dolor agudo y limitar el movimiento.
  • Síndrome Patelofemoral: Dolor alrededor de la rótula, a menudo causado por desalineación o uso excesivo.
  • Osteonecrosis: La muerte del tejido óseo debido a la interrupción del flujo sanguíneo puede provocar dolor y disfunción articular.
  • Traumatismos o lesiones: Las caídas, los accidentes o los golpes directos en la rodilla pueden provocar fracturas, contusiones o lesiones de ligamentos.
  • Sinovitis Villonodular Pigmentada (SVP): Enfermedad poco frecuente que provoca el crecimiento de tejido anormal en la articulación de la rodilla, lo que provoca dolor e hinchazón.

¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)

La rodilla es una articulación en bisagra que une el fémur (hueso del muslo) y la tibia (hueso de la espinilla), con la rótula situada delante del fémur. La rodilla está estabilizada por varios ligamentos y tendones, como el LCA, el LCP y los ligamentos colaterales. El cartílago articular recubre los extremos de los huesos, permitiendo que se deslicen suavemente, mientras que el menisco proporciona una amortiguación adicional. La articulación de la rodilla es responsable de soportar el peso corporal y permitir una amplia gama de movimientos, como caminar, correr, ponerse en cuclillas y saltar.

Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)

El dolor de rodilla puede manifestarse de distintas formas según la causa subyacente:

  • Dolor: El síntoma principal, que va desde una molestia leve a un dolor intenso que empeora con la actividad.
  • Hinchazón: La rodilla puede parecer hinchada debido a una inflamación, acumulación de líquido o lesión.
  • Rigidez: Sensación de movilidad reducida o dificultad para doblar o enderezar completamente la rodilla.
  • Inestabilidad: Sensación de que la rodilla está débil o puede ceder, sobre todo durante la actividad física.
  • Chasquidos o estallidos: Sonidos o sensación de que la rodilla hace ruidos audibles, a menudo asociados a daños en el cartílago o a una desalineación.
  • Dificultad para soportar peso: Dolor o molestias que dificultan apoyar el peso en la pierna afectada, lo que lleva a cojear o a favorecer la otra pierna.
  • Enrojecimiento y calor: signos de inflamación o infección, con la rodilla caliente al tacto y la piel enrojecida.

¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)

El diagnóstico del dolor de rodilla implica una combinación de historia clínica, exploración física y pruebas de imagen:

  • Historial médico: Tu médico te preguntará sobre tus síntomas, actividades y cualquier antecedente de lesiones o intervenciones quirúrgicas en la rodilla.
  • Exploración física: El médico comprobará la hinchazón, la sensibilidad y la amplitud de movimiento, y puede realizar pruebas especiales para evaluar estructuras específicas de la rodilla.
  • Radiografías: Útiles para identificar fracturas, desalineación articular o signos de artritis.
  • RESONANCIA MAGNÉTICA: Proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, como ligamentos, tendones y cartílagos, y puede ayudar a diagnosticar roturas de menisco, lesiones de ligamentos y osteonecrosis.
  • Tomografía computarizada: Técnica de imagen detallada que se utiliza en casos complejos para evaluar la estructura ósea y la alineación articular.
  • Aspiración articular: Procedimiento en el que se extrae líquido de la articulación de la rodilla para comprobar si hay infección u otras anomalías.

Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)

Varias afecciones pueden causar síntomas similares al dolor de rodilla, entre ellas:

  • Artrosis: Degeneración articular que provoca dolor y rigidez generalizados.
  • Síndrome de Dolor Patelofemoral: Dolor alrededor de la rótula debido a una mala alineación o a un uso excesivo.
  • Roturas de menisco: Dolor y sensación de bloqueo debidos al cartílago dañado.
  • Lesiones de ligamentos de la rodilla: Los desgarros o esguinces del LCA, LCP o LCM pueden causar inestabilidad y dolor.
  • Bursitis: Inflamación de la bursa, que provoca dolor localizado e hinchazón.

Opciones de tratamiento

Cuidados no quirúrgicos

  • Reposo y modificación de la actividad: Reducir la actividad física y evitar los movimientos que empeoran el dolor de rodilla permite que ésta se cure.
  • Terapia con hielo: Aplicar hielo en la rodilla durante 15-20 minutos varias veces al día reduce la hinchazón y el dolor.
  • AINE: Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
  • Fisioterapia: Ejercicios adaptados para fortalecer los músculos que rodean la rodilla, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.
  • Rodillera: Una rodillera o rodillera puede proporcionar apoyo y estabilidad adicionales.
  • Inyecciones de corticoesteroides: En algunos casos, las inyecciones de corticoides pueden reducir la inflamación y aliviar el dolor crónico.
  • Inyecciones de ácido hialurónico: Pueden ayudar a lubricar la articulación, reduciendo el dolor y mejorando la movilidad, sobre todo en la artrosis.

Atención quirúrgica

Si los tratamientos conservadores son ineficaces, pueden plantearse opciones quirúrgicas:

  • Artroscopia de rodilla: Procedimiento mínimamente invasivo para reparar o eliminar tejido dañado, como desgarros de menisco o cartílago suelto.
  • Reparación o reconstrucción de ligamentos: Cirugía para reparar ligamentos rotos, como la reconstrucción del LCA.
  • Osteotomía: Procedimiento para realinear la articulación de la rodilla y reducir la tensión en la zona afectada.
  • Sustitución parcial de rodilla: Sustitución únicamente de la parte dañada de la articulación de la rodilla, conservando la parte sana.
  • Sustitución total de rodilla: En casos graves, puede ser necesaria una artroplastia total de rodilla para sustituir toda la articulación de la rodilla por una prótesis artificial.

Recuperación y qué esperar después del tratamiento

La recuperación depende del tipo de tratamiento:

  • Tratamiento no quirúrgico: En el tratamiento conservador, la recuperación suele durar unas semanas, y la fisioterapia se centra en la fuerza y la flexibilidad.
  • Tratamiento quirúrgico: El tiempo de recuperación tras la intervención varía según el procedimiento. La artroscopia de rodilla puede requerir sólo unas semanas de recuperación, mientras que la artroplastia total de rodilla puede requerir varios meses de rehabilitación para recuperar toda la movilidad.
  • Fisioterapia: Una parte crucial del proceso de recuperación, que ayuda a los pacientes a recuperar la fuerza, la flexibilidad y la función articular. La rehabilitación se centra en la reintroducción gradual a las actividades en las que se soporta peso.

Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)

  • Infección: Toda intervención quirúrgica conlleva un riesgo de infección, que puede requerir antibióticos o cirugía adicional.
  • Coágulos sanguíneos: Tras la intervención puede desarrollarse una trombosis venosa profunda (TVP), que requiere medicación anticoagulante.
  • Rigidez: La rigidez posquirúrgica o la limitación de la amplitud de movimiento son posibles, pero pueden tratarse con fisioterapia.
  • Aflojamiento o fallo del implante: En los casos de prótesis de rodilla, el implante puede aflojarse o fallar con el tiempo, lo que requiere una cirugía de revisión.

Perspectivas a largo plazo (pronóstico)

Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los dolores de rodilla mejoran notablemente con el tiempo. Las medidas conservadoras, como la fisioterapia y la medicación, son eficaces para muchas personas, sobre todo en casos de artrosis o lesiones leves de ligamentos. Las intervenciones quirúrgicas, como la artroplastia de rodilla, tienen altas tasas de éxito, y muchos pacientes experimentan un alivio significativo del dolor y una mejora de la movilidad durante años tras la intervención.

Gastos de bolsillo

Medicare

Código CPT 29880 – Artroscopia de Rodilla (Menisco/Trabajo de Cuerpo Suelto): 134,30 $
Código CPT 29888 – Reparación/Reconstrucción de ligamentos (LCA): 229,85 $
Código CPT 27447 – Osteotomía (Tibial proximal/Tubérculo tibial, a menudo codificada según las normas del paquete de la ATR): 303,02 $
Código CPT 27418 – Osteotomía del tubérculo tibial: 193,59 $
Código CPT 27446 – Sustitución parcial de rodilla: 271,70 $
Código CPT 27447 – Sustitución total de rodilla: 303,02 $.

Según Medicare, el 80% del importe aprobado para estos procedimientos está cubierto una vez alcanzada tu franquicia anual. El 20% restante suele ser responsabilidad del paciente. Los planes de seguros complementarios -como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield- suelen cubrir este 20%, lo que deja a la mayoría de los pacientes con pocos o ningún gasto de bolsillo para las operaciones de rodilla aprobadas por Medicare. Estos planes complementarios se coordinan directamente con Medicare para garantizar la cobertura total del procedimiento.

Si tienes un seguro secundario -como la cobertura de tu empresa, TRICARE o la Administración Sanitaria de Veteranos (VHA)-, éste actúa como pagador secundario una vez que Medicare tramita la reclamación. Una vez satisfecha tu franquicia, estos planes secundarios pueden cubrir cualquier saldo restante, incluido el coseguro o pequeños gastos residuales. Los planes secundarios suelen tener una franquicia modesta, que oscila entre 100 y 300 $, según la póliza concreta y el estado de la red.

Indemnización por accidente laboral
Si tu operación de rodilla está relacionada con el trabajo, la Indemnización por accidente laboral cubrirá íntegramente todos los gastos relacionados con el tratamiento, incluida la operación, la hospitalización y la rehabilitación. No tendrás gastos de tu bolsillo en una reclamación aceptada de Indemnización Laboral.

Seguro Sin Culpa
Si tu lesión de rodilla con intervención quirúrgica se debe a un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa cubrirá todos los gastos médicos y quirúrgicos, incluida la artroscopia, la reparación de ligamentos, la osteotomía, la sustitución parcial de rodilla y la sustitución total de rodilla. El único desembolso posible puede ser una pequeña franquicia, según las condiciones de tu póliza individual.

Ejemplo
Kevin, un paciente de 59 años con lesión del LCA y artrosis, se sometió a una reparación/reconstrucción del ligamento LCA (CPT 29888) y a una prótesis parcial de rodilla (CPT 27446). Sus gastos de bolsillo estimados para Medicare fueron de 229,85 $ por la operación del LCA y de 271,70 $ por la prótesis parcial de rodilla. Como Kevin tenía un seguro complementario a través de Blue Cross Blue Shield, el 20% que no cubría Medicare se pagó íntegramente, por lo que no tuvo que pagar nada de su bolsillo por las operaciones.

Preguntas más frecuentes (FAQ)

Q. ¿Qué causa el dolor de rodilla?
R. El dolor de rodilla puede deberse a diversos factores, como lesiones de ligamentos, artrosis, roturas de menisco o síndrome de dolor patelofemoral.

Q. ¿Cómo se trata el dolor de rodilla?
R. Las opciones de tratamiento incluyen reposo, hielo, fisioterapia, medicamentos y, en algunos casos, cirugía.

Q. ¿Cuándo debo acudir a un especialista por dolor de rodilla?
R. Si el dolor de rodilla persiste a pesar de los cuidados caseros o interfiere en las actividades cotidianas, es importante consultar a un especialista en ortopedia para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Resumen y conclusiones

El dolor de rodilla puede deberse a diversas afecciones, cada una de las cuales requiere un enfoque personalizado del tratamiento. Al buscar atención médica profesional, puedes identificar la causa subyacente de tu dolor y tomar las medidas adecuadas para aliviarlo. Ya sea mediante métodos no quirúrgicos o una intervención quirúrgica, existen opciones eficaces para restablecer la función de la rodilla y mejorar la calidad de vida.

Perspectiva clínica y hallazgos recientes

Un estudio reciente proporcionó una revisión exhaustiva del dolor crónico de rodilla, centrándose en el tratamiento de la osteoartritis (OA), una de las causas más frecuentes. El estudio destacaba un enfoque polifacético del tratamiento, que combina medidas no farmacológicas como la fisioterapia, el control del peso y los cambios en el estilo de vida, con intervenciones farmacológicas como los AINE, la duloxetina y el tramadol.

Para los casos más graves, el estudio recomendaba tratamientos mínimamente invasivos, como inyecciones intraarticulares de corticosteroides, inyecciones de ácido hialurónico y ablación por radiofrecuencia de los nervios geniculares, que demostraron una eficacia entre moderada y sustancial para controlar el dolor y mejorar la función.

La revisión hizo hincapié en la necesidad de una estrategia de tratamiento individualizada y multidisciplinar para optimizar los resultados, especialmente para los pacientes con dolor refractario. («Estudio sobre el tratamiento del dolor crónico de rodilla – Ver PubMed.«)

¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)

Los cirujanos ortopédicos, fisioterapeutas y especialistas en medicina deportiva son los principales profesionales sanitarios implicados en el diagnóstico y tratamiento del dolor de rodilla.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Si experimentas un dolor de rodilla persistente o que empeora, o si tu dolor de rodilla está afectando a tu capacidad para realizar actividades cotidianas, es hora de consultar a un especialista.

¿Cuándo acudir a urgencias?

Acude a urgencias si experimentas dolor, hinchazón o lesión repentinos e intensos en la rodilla, sobre todo si hay deformidad visible, heridas abiertas o signos de infección.

¿Cómo es realmente la recuperación?

La recuperación suele consistir en una combinación de reposo, rehabilitación y vuelta gradual a la actividad. Los tiempos de recuperación de la cirugía varían en función del procedimiento, y la rehabilitación desempeña un papel crucial en el restablecimiento de la función de la rodilla.

¿Qué ocurre si lo ignoras?

Ignorar el dolor de rodilla puede provocar más daños en la articulación de la rodilla, lo que puede dar lugar a una discapacidad a largo plazo o a la necesidad de intervenciones quirúrgicas más extensas en el futuro.

¿Cómo prevenirlo?

Evita el dolor de rodilla manteniendo un peso saludable, fortaleciendo los músculos que rodean la rodilla, utilizando una técnica adecuada durante las actividades físicas y llevando un calzado apropiado.

Nutrición y salud ósea o articular

Una dieta rica en calcio, vitamina D y ácidos grasos omega-3 favorece la salud articular y puede reducir el riesgo de desarrollar afecciones como la artrosis.

Modificaciones de la actividad y del estilo de vida

Incorporar ejercicios de bajo impacto como la natación o el ciclismo, evitando al mismo tiempo una tensión excesiva en la rodilla, puede ayudar a mantener la función articular y prevenir lesiones.

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Dr. Sebastian Heaven

Dr. Sebastian Heaven

Presto asistencia ortopédica a pacientes en varios centros diferentes, entre ellos un centro regional de evaluación articular, un centro de traumatología de nivel 1 y un hospital general de distrito. Mi ámbito de práctica es amplio e incluye traumatología, artroplastia y ortopedia deportiva.

Mis áreas de especial interés son la artroplastia primaria y de revisión, el tratamiento de fracturas periprotésicas y el tratamiento de traumatismos ortopédicos generales, tanto de forma aislada como en el contexto de pacientes con politraumatismos complejos. También tengo intereses de investigación clínica en estas áreas, así como en el desarrollo de relaciones interprofesionales entre los miembros del equipo de traumatología y otros profesionales de la salud.

He escrito personalmente todo o la mayor parte del contenido de esta página para Complete Orthopedics, y apruebo el uso de mi contenido.

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