La articulación acromioclavicular (AC) es una articulación pequeña pero crucial del hombro, donde la clavícula se une al acromion de la escápula (omóplato). Esta articulación desempeña un papel importante en el movimiento y la estabilización del hombro, permitiendo que el brazo se mueva libremente en una amplia gama de movimientos. Las lesiones de la articulación AC, como la separación o la artritis, pueden causar dolor, limitación del movimiento y trastornos funcionales. Estas lesiones suelen afectar a atletas y personas que realizan movimientos repetitivos por encima de la cabeza. Las opciones de tratamiento van desde métodos no quirúrgicos hasta la intervención quirúrgica, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Radiografía de la articulación del hombro.
Anatomía funcional
La articulación AC permite movimientos de deslizamiento y desempeña un papel fundamental en el movimiento del brazo por encima de la cabeza. Está formada por dos huesos principales: la clavícula y el acromion de la escápula. La articulación está estabilizada por ligamentos, entre ellos el ligamento acromioclavicular (que proporciona estabilidad horizontal) y los ligamentos coracoclaviculares (trapezoide y conoide) que proporcionan estabilidad vertical. La propia clavícula rota 40-50° posteriormente durante la elevación del hombro, mientras que la articulación acromioclavicular contribuye con unos 8° de rotación.
Biomecánica o Fisiología
La articulación AC es la principal responsable de facilitar el movimiento ascendente y descendente del brazo. Durante los movimientos del hombro, la clavícula rota y se desliza para permitir que la escápula se mueva en sincronía. La estabilidad de esta articulación depende principalmente del ligamento acromioclavicular para el movimiento horizontal y de los ligamentos coracoclaviculares para la estabilidad vertical. Juntos, estos ligamentos impiden el movimiento excesivo de la clavícula, manteniendo la integridad y la función del hombro.
Variantes y anomalías comunes
Aunque la articulación AC suele ser estable en las personas sanas, diversos factores, como los traumatismos, el uso excesivo o las enfermedades degenerativas, pueden provocar disfunciones. Algunos de los problemas más frecuentes son
- Separación de la articulación AC, normalmente causada por traumatismos o deportes de contacto, como el fútbol americano o el fútbol.
- Osteoartritis (OA) de la articulación AC, resultado de la degradación del cartílago, que provoca dolor, hinchazón y limitación del movimiento.
- Fracturas de clavícula o acromion, a menudo debidas a traumatismos directos o caídas.
- También pueden desarrollarse osteocondromas o tumores óseos benignos en la zona, que causan obstrucciones mecánicas que provocan dolor y limitación del movimiento.
Relevancia clínica
Las lesiones de la articulación AC pueden afectar significativamente a las actividades diarias y al rendimiento deportivo. El dolor suele localizarse en la parte superior del hombro, sobre todo durante los movimientos que implican estirarse por encima de la cabeza o a través del cuerpo. Los deportistas que trabajan por encima de la cabeza -como los tenistas, los levantadores de pesas y los nadadores- son especialmente vulnerables a las lesiones de la articulación AC. Diagnosticar y tratar pronto estas lesiones es crucial para evitar complicaciones a largo plazo, como artritis, inestabilidad y dolor crónico.
Visión general de la imagen
- Las radiografías suelen utilizarse para evaluar las lesiones óseas, incluidas las fracturas o separaciones de la clavícula o el acromion.
- El TAC proporciona una visión más detallada, sobre todo en caso de malformaciones óseas o fracturas.
- La resonancia magnética y la ecografía se utilizan para evaluar las lesiones de los tejidos blandos, incluidos los daños en los ligamentos y la inflamación de la bursa (bursitis escapulotorácica).
Afecciones asociadas
Los problemas de la articulación AC suelen aparecer junto con otras afecciones del hombro, como lesiones del manguito de los rotadores, desgarros labrales y síndrome de pinzamiento del hombro. La artrosis de la articulación AC suele observarse en adultos mayores o en personas que han sufrido un traumatismo previo en el hombro. La bursitis o inflamación de la bursa entre el acromion y la caja torácica suele asociarse a movimientos repetitivos por encima de la cabeza.
Aplicaciones quirúrgicas o de diagnóstico
El tratamiento de las lesiones de la articulación AC suele empezar de forma conservadora, con reposo, hielo y antiinflamatorios. Sin embargo, en casos de separación grave o artritis, puede ser necesaria la cirugía. Las opciones quirúrgicas pueden incluir:
- Cirugía artroscópica para eliminar el cartílago dañado o los espolones óseos y reducir la fricción articular.
- Cirugía abierta para estabilizar la articulación AC con tornillos o sutura de fijación, sobre todo en casos de separación de la articulación AC o inestabilidad importante.
- Resección de clavícula o escisión de clavícula distal para casos de artrosis.
- Artrodesis (fusión articular) en casos graves en los que debe restringirse el movimiento de la articulación.
Prevención y mantenimiento
Prevenir las lesiones de la articulación AC implica
- Calentamiento adecuado antes de la actividad física, especialmente para los deportistas que practican deportes por encima de la cabeza o de contacto.
- Ejercicios de fortalecimiento del hombro, del manguito de los rotadores y de los estabilizadores escapulares para mejorar la estabilidad articular.
- Postura correcta y ajustes ergonómicos para evitar una tensión excesiva en la articulación AC, sobre todo durante el trabajo o el deporte.
- Ortesis o vendaje profiláctico para deportistas con antecedentes de lesiones de la articulación acromioclavicular.
Investigación destacada
Una reciente revisión sistemática examinó el papel de la reparación y reconstrucción capsular de la articulación acromioclavicular (AC) en las separaciones de alto grado de la articulación AC. La revisión analizó estudios biomecánicos y clínicos, comparando los resultados con y sin reparación de la articulación AC. Los resultados sugieren que la reparación y reconstrucción de la articulación AC, cuando se combina con la reconstrucción del ligamento coracoclavicular (CC), mejora la estabilidad de la articulación, sobre todo en términos de estabilidad horizontal. Sin embargo, la revisión destacó que las pruebas siguen siendo poco concluyentes debido a la variabilidad de las técnicas quirúrgicas y las medidas de resultado utilizadas en los distintos estudios. Aunque los estudios biomecánicos mostraron una mayor estabilidad con la reconstrucción de la articulación AC, los resultados clínicos, incluidas las puntuaciones específicas del hombro, fueron dispares, lo que indica la necesidad de seguir investigando para determinar el enfoque de tratamiento óptimo. («Estudio sobre la reconstrucción de la articulación acromioclavicular – ver PubMed.«)
Resumen y principales conclusiones
- La articulación AC desempeña un papel vital en el movimiento y la estabilidad del hombro, sobre todo durante los movimientos por encima de la cabeza.
- Las lesiones de la articulación AC, como la separación, la artritis y las fracturas, son frecuentes y pueden afectar significativamente a la calidad de vida.
- Los tratamientos conservadores, como el reposo, el hielo, los AINE y la fisioterapia, son eficaces para los casos leves a moderados.
- Existen opciones quirúrgicas, como la artroscopia, la resección o la fusión, para los casos más graves o cuando fracasan los tratamientos conservadores.
- El fortalecimiento y la corrección postural son esenciales tanto para la prevención como para la recuperación.
Referencias / Citas (Opcional)
Patel A, et al. «Trastornos de la articulación acromioclavicular y enfoques de tratamiento». Orthobullets.
