En el mundo del deporte y la actividad física, las lesiones son desgraciadamente frecuentes. Una de las lesiones más temidas, sobre todo entre los atletas, es la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA). Este ligamento, situado en la rodilla, desempeña un papel crucial en la estabilidad de la articulación durante movimientos como correr, saltar y pivotar. Cuando se rompe el LCA, puede afectar gravemente a la capacidad de una persona para realizar actividades físicas y puede requerir una intervención quirúrgica seguida de rehabilitación para recuperar la fuerza y la función.
¿Qué es el ACL y por qué es importante?
Antes de sumergirnos en la cirugía y la rehabilitación, es esencial comprender la anatomía de la rodilla y el papel del LCA. La articulación de la rodilla es una estructura compleja formada por huesos, ligamentos, tendones y cartílago. El LCA es uno de los principales ligamentos de la rodilla, situado en el centro de la articulación. Su función principal es impedir que la tibia se deslice demasiado hacia delante en relación con el fémur. Esta estabilidad es crucial para actividades que implican cambios rápidos de dirección o paradas repentinas, habituales en deportes como el fútbol, el baloncesto y el esquí.
Comprender las roturas del LCA: La rotura del LCA es una lesión común de la rodilla, que suele producirse durante actividades deportivas que implican paradas o cambios de dirección repentinos. Puede producirse por diversos motivos, como aterrizajes bruscos, movimientos de torsión repentinos o impactos directos en la rodilla. Cuando se rompe el LCA, suele producirse una sensación de chasquido acompañada de dolor e hinchazón inmediatos en la rodilla. Algunas personas también pueden experimentar inestabilidad o la sensación de que la rodilla cede.
El papel de la cirugía en las roturas del LCA: Aunque no todas las roturas del LCA requieren cirugía, ésta suele recomendarse a las personas que desean volver a realizar actividades que impliquen cortar, pivotar o saltar. El objetivo de la cirugía del LCA es reconstruir el ligamento roto utilizando tejido del propio cuerpo del paciente (autoinjerto) o de un donante (aloinjerto). La elección del injerto depende de varios factores, como la edad del paciente, su nivel de actividad y las preferencias del cirujano.
El procedimiento quirúrgico: La cirugía de reconstrucción del LCA suele realizarse artroscópicamente, una técnica mínimamente invasiva que permite al cirujano visualizar y reparar la articulación de la rodilla a través de pequeñas incisiones. Durante la intervención, se extrae el LCA roto y se inserta en su lugar el tejido del injerto. El injerto se fija mediante tornillos u otros dispositivos de fijación para mantenerlo en posición mientras se cura y se integra con el tejido circundante.
La cirugía de reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA ) se realiza para recrear el ligamento LCA roto mediante injertos. Se realiza con un artroscopio que utiliza incisiones en forma de ojo de cerradura. La rehabilitación tras la cirugía del LCA constituye una parte importante de la recuperación. El incumplimiento del protocolo de rehabilitación puede estar relacionado con malos resultados de la cirugía y dolor y rigidez continuados.

Imagen intraoperatoria que muestra la reconstrucción del LCA.
Fase (I) Periodo postoperatorio inicial (0-2 semanas)
El protocolo de rehabilitación en las cuatro semanas iniciales de la intervención tiene como objetivo proteger el injerto, reducir el dolor y la inflamación, y mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular. En las primeras 4-6 semanas se suele llevar una rodillera mientras se está de pie y se camina.
En las primeras semanas se permite caminar con muletas, soportando el peso que tolere el paciente. La ortesis puede quitarse al bañarse y durante los ejercicios. Al principio, la férula puede estar bloqueada y, a medida que el paciente vaya ganando confianza con la terapia y la bipedestación, puede desbloquearse y, finalmente, quitarse.
Al subir escaleras, se anima a los pacientes a colocar primero la rodilla normal (no operada) en el escalón y la rodilla operada primero junto con la muleta al bajar.
Se aconseja al paciente que maximice el esfuerzo para intentar enderezar la pierna por completo (o igual que la otra pierna). Se anima a los pacientes a que intenten flexionar la rodilla hasta 90 grados en los primeros 10 días.
El estiramiento de la rodilla para mejorar la extensión puede realizarse mediante el colgado prono, el colgado prono consiste en tumbarse con el abdomen tocando la cama y desplazar gradualmente las piernas por debajo de la de la cama.

Instrumentos utilizados en la cirugía artroscópica de rodilla.
Se recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento, como los de cuádriceps e isquiotibiales. Los músculos cuádriceps están presentes delante del muslo y ayudan a mantener la pierna recta. Se aconseja a los pacientes que intenten presionar la parte posterior de las rodillas contra la cama mientras intentan contraer los músculos del muslo. El ejercicio se repite en series con repeticiones incrementales. El ejercicio de elevación de la pierna recta puede realizarse para aumentar la fuerza de los cuádriceps.
Las flexiones de tobillos consisten en empujar los tobillos hacia abajo y mantener la posición durante unos segundos. Se realizan varias repeticiones y las bombas de tobillo no sólo ayudan a fortalecer los músculos de la pantorrilla, sino también a prevenir la incidencia de la trombosis venosa profunda. Los ejercicios anteriores pueden realizarse también con ayuda del terapeuta.
También se aconseja a los pacientes que muevan la rótula con las manos. La movilización de la rótula evita la formación de adherencias que pueden causar rigidez. La hinchazón tras la reconstrucción del LCA es normal y puede tratarse elevando la pierna por encima del nivel del corazón y aplicando hielo con regularidad. También se utiliza la compresión con un vendaje ACE para reducir la incidencia de la hinchazón.
Fase (II) 2-5 semanas postoperatorias
Hacia el final de las 5 semanas, dependiendo de los progresos, el paciente suele poder andar sin muletas ni rodillera. El régimen de estiramientos y ejercicios sigue progresando con ejercicios avanzados. Los pacientes pueden utilizar bicicletas estáticas para ejercicios de amplitud de movimiento. Se pueden hacer ejercicios de isquiotibiales y cuádriceps en forma de flexiones de isquiotibiales y mini sentadillas. El equilibrio puede mejorarse con la práctica de la postura con una sola pierna.
Fase (III) 5-8 semanas postoperatorias
Se continúan los ejercicios de amplitud de movimiento, estiramiento y fortalecimiento. A medida que aumenta el nivel de ejercicio, se aconseja a los pacientes que eviten los ejercicios que puedan precipitar el dolor y la inflamación. Los ejercicios pueden realizarse con aparatos bajo la supervisión de un terapeuta. Al final de la fase 3, los pacientes pueden caminar normalmente sin ayuda y demostrar una amplitud de movimiento igual a la de la otra rodilla.
Fase (IV) 8-12 semanas postoperatorias
Se anima a los pacientes a transitar con seguridad a actividades deportivas y atléticas submáximas. El nivel de entrenamiento de fuerza y estiramientos se hace más avanzado para desarrollar la musculatura y mejorar el equilibrio. Todas las actividades se realizan de forma segura cuando no hay dolor asociado.
Fase (V) 5 meses después de la operación
Se puede reanudar la carrera junto con otros ejercicios cardiovasculares. Se continúa con el programa de entrenamiento de fuerza y estiramientos. El fisioterapeuta y el cirujano supervisan activamente la progresión del paciente.
Fase (VI) 6 meses después de la operación
A los pacientes se les permite volver con seguridad a las actividades deportivas o atléticas plenas.
Dificultades y complicaciones frecuentes
Aunque la cirugía y la rehabilitación del LCA tienen altas tasas de éxito, pueden surgir problemas y complicaciones durante el proceso de recuperación. Éstas pueden incluir:
- Dolor o hinchazón persistentes
- Amplitud de movimiento limitada
- Debilidad o desequilibrio muscular
- Fallo o nueva rotura del injerto
- Factores psicológicos como el miedo a volver a lesionarse
Es esencial que las personas que se someten a una operación de LCA se comuniquen abiertamente con su equipo sanitario y sigan su programa de rehabilitación para minimizar el riesgo de complicaciones y optimizar los resultados.
Conclusión
En resumen, la cirugía y la rehabilitación del LCA son componentes integrales del plan de tratamiento de las personas con roturas del LCA, sobre todo las que desean volver a practicar deportes o actividades físicamente exigentes. Al comprender la anatomía de la rodilla, el mecanismo de la lesión y los objetivos del tratamiento, las personas pueden tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y participar activamente en su proceso de recuperación. Con una técnica quirúrgica adecuada, una rehabilitación diligente y paciencia, muchas personas pueden recuperar la fuerza, la función y la confianza en sus rodillas, lo que les permite volver a las actividades que les gustan.
¿Tienes más preguntas?
¿Cuánto tiempo después de la operación de LCA puedo empezar a andar sin muletas?
Caminar sin muletas suele empezar en los primeros días o semanas tras la operación de LCA, dependiendo de la evolución de la persona y de la recomendación del cirujano.
¿Tendré que llevar una rodillera mientras duermo después de una operación de LCA?
Normalmente no es necesario llevar una rodillera mientras duermes tras una operación de LCA, siempre que la rodilla esté adecuadamente apoyada y protegida durante las primeras fases de la recuperación.
¿Puedo bañarme o nadar después de una operación de LCA?
Por lo general, se recomienda evitar sumergir el lugar de la incisión en agua, como baños o natación, hasta que la herida haya cicatrizado por completo y se hayan retirado los puntos o las grapas quirúrgicas, normalmente entre 7 y 14 días después de la intervención.
¿Cuánto tiempo después de la operación de LCA puedo empezar a conducir?
Normalmente puedes volver a conducir una vez que dejes de tomar analgésicos recetados y hayas recuperado suficiente fuerza y control en la pierna operada, lo que puede ocurrir entre 2 y 4 semanas después de la intervención. Sin embargo, es importante que sigas las indicaciones de tu cirujano y te asegures de que puedes conducir un vehículo con seguridad.
¿Tendré que llevar una rodillera durante las actividades físicas después de la operación de LCA?
El uso de una rodillera durante las actividades físicas después de una operación de LCA depende de varios factores, como la recomendación del cirujano, el tipo de injerto utilizado y las necesidades específicas de la persona. Algunos pacientes pueden beneficiarse del uso de una rodillera para aumentar el apoyo y la protección durante la práctica de deportes o actividades de alto impacto.
¿Puedo volver a practicar deporte después de una operación de LCA?
Volver a practicar deporte tras una operación de LCA depende de varios factores, como los progresos de la persona en la rehabilitación, las exigencias específicas del deporte y el riesgo de volver a lesionarse. Es esencial que consultes con tu cirujano y fisioterapeuta antes de volver a las actividades deportivas para asegurarte de que tu rodilla es lo bastante fuerte y estable como para soportar las exigencias del juego.
¿Cuánto tiempo tendré que usar muletas después de una operación de LCA?
La duración del uso de muletas tras una operación de LCA varía en función de la evolución del individuo y de la técnica quirúrgica específica utilizada. Algunos pacientes pueden necesitar muletas durante unos días o unas semanas para descargar el peso de la rodilla en proceso de curación.
¿Qué actividades debo evitar después de una operación de LCA?
Durante las primeras fases de la rehabilitación tras una operación de LCA, es importante evitar las actividades de alto impacto, levantar objetos pesados y los ejercicios que supongan una carga excesiva para la articulación de la rodilla. Tu fisioterapeuta te orientará sobre qué actividades debes evitar y cuáles son seguras y adecuadas para tu fase de recuperación.
¿Puedo volver al trabajo después de una operación de LCA?
El momento de volver al trabajo tras una operación de LCA depende de varios factores, como el tipo de trabajo, el alcance de la operación y los progresos de la persona en la rehabilitación. Los trabajos de oficina pueden reanudarse en una o dos semanas, mientras que los trabajos que impliquen trabajo físico o permanecer de pie durante mucho tiempo pueden requerir más tiempo.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse totalmente de una operación de LCA?
El plazo para la recuperación completa tras una operación de LCA varía en función de factores como el alcance de la lesión, la técnica quirúrgica utilizada y el compromiso de la persona con la rehabilitación. En general, se tarda entre 6 y 12 meses en recuperar todas las funciones y volver a practicar deportes o actividades físicamente exigentes.
¿Puede operarse el LCA con una técnica mínimamente invasiva?
Sí, la cirugía del LCA suele realizarse mediante técnicas artroscópicas, que consisten en hacer pequeñas incisiones y utilizar instrumentos especializados para reparar la articulación de la rodilla. Este enfoque mínimamente invasivo permite una recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio en comparación con la cirugía abierta tradicional.
¿Cuánto tardaré en volver a hacer deporte después de una operación de LCA?
El momento de volver a practicar deporte tras una operación de LCA depende de varios factores, como los progresos de la persona en la rehabilitación, el tipo de deporte y el riesgo de volver a lesionarse. En general, la mayoría de los pacientes pueden volver a practicar deporte entre 6 y 9 meses después de la operación, pero este plazo puede variar en función de las circunstancias individuales.
¿Tendré que hacer fisioterapia después de una operación de LCA?
Sí, la fisioterapia es un componente esencial de la rehabilitación tras una operación de LCA. Se diseña un programa estructurado de ejercicios, estiramientos y actividades funcionales para restablecer la fuerza, la movilidad y la función de la rodilla y ayudar a prevenir futuras lesiones.
¿Cuánto tiempo después de la operación de LCA puedo empezar a correr?
El footing suele comenzar entre 3 y 6 meses después de la operación del LCA, dependiendo de los progresos de la persona en la rehabilitación y de la recomendación del cirujano. Es importante empezar gradualmente y escuchar a tu cuerpo para evitar sobreesfuerzos y nuevas lesiones.
¿Puede realizarse la cirugía del LCA como procedimiento ambulatorio?
Sí, la operación de LCA suele realizarse como procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede irse a casa el mismo día de la operación. Sin embargo, esto puede variar según las circunstancias individuales y la preferencia del cirujano.
¿Cuánto tiempo tendré que llevar un inmovilizador de rodilla después de una operación de LCA?
La duración del uso de un inmovilizador de rodilla o una rodillera después de una operación de LCA varía en función de la recomendación del cirujano y de las necesidades específicas de la persona. Puede llevarse de unos días a unas semanas para proporcionar apoyo y protección a la rodilla en proceso de curación.
¿Necesitaré tomar analgésicos después de una operación de LCA?
Pueden recetarse analgésicos tras la operación de LCA para controlar las molestias postoperatorias. Pueden utilizarse analgésicos de venta libre o con receta, así como antiinflamatorios, según sea necesario para controlar el dolor y la hinchazón.
La duración de la fisioterapia tras una operación de LCA varía en función de la evolución de la persona y de los objetivos específicos de la rehabilitación. La mayoría de los pacientes continúan la fisioterapia durante varios meses para garantizar una recuperación y unos resultados funcionales óptimos.
Volver a practicar deportes de contacto tras una operación de LCA depende de varios factores, como los progresos de la persona en la rehabilitación, las exigencias específicas del deporte y el riesgo de volver a lesionarse. Es esencial que consultes con tu cirujano y fisioterapeuta antes de volver a las actividades de contacto.
¿Cuánto tiempo tendré que asistir a sesiones de fisioterapia después de una operación de LCA?
La duración de la fisioterapia tras una operación de LCA varía en función de la evolución de la persona y de los objetivos específicos de la rehabilitación. La mayoría de los pacientes continúan la fisioterapia durante varios meses para garantizar una recuperación y unos resultados funcionales óptimos.
¿Tendré que someterme a pruebas de imagen después de la operación de LCA para controlar mi evolución?
El cirujano puede solicitar pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar el proceso de curación y controlar la integridad del LCA reconstruido. Estas pruebas suelen realizarse en las citas de seguimiento para garantizar que la rodilla se está curando correctamente y para orientar el tratamiento posterior según sea necesario.
¿Se puede operar el LCA con un injerto de cadáver?
Sí, la cirugía del LCA puede realizarse utilizando un injerto de cadáver, también conocido como aloinjerto. Se trata de utilizar tejido de un donante fallecido para reconstruir el LCA roto. La decisión de utilizar un injerto de cadáver depende de varios factores, como la edad del paciente, su nivel de actividad y la preferencia del cirujano.
¿Cuánto tardaré en volver a realizar actividades de alto impacto, como saltar y correr, después de la operación del LCA?
Las actividades de alto impacto, como saltar y correr, suelen reanudarse entre 6 y 9 meses después de la operación del LCA, una vez que la rodilla ha recuperado suficiente fuerza y estabilidad mediante la rehabilitación. Es importante que sigas las indicaciones de tu cirujano y fisioterapeuta para evitar una nueva lesión y garantizar un regreso seguro a estas actividades.

