Las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) son frecuentes entre los atletas y las personas que realizan actividades físicas. Cuando se rompe el LCA, suele ser necesaria la cirugía para reparar o reconstruir el ligamento. Sin embargo, existe el riesgo de que falle el injerto tras la operación, lo que puede provocar inestabilidad y dolor recurrentes en la rodilla. En este artículo se analizan las causas y los síntomas del fallo del injerto en la cirugía del LCA, proporcionando información de forma sencilla y clara.
¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)
Las lesiones del LCA son frecuentes en los deportes, sobre todo en los que implican correr, saltar y pivotar, como el baloncesto, el fútbol y el esquí. La cirugía de reconstrucción del LCA es un tratamiento frecuente, pero el fallo del injerto es una complicación potencial. Es más probable que el fallo del injerto se produzca en personas activas, sobre todo en atletas que vuelven a realizar actividades de alta intensidad demasiado pronto tras la operación. La afección también puede ser más frecuente en personas con un cumplimiento deficiente de la rehabilitación o con problemas anatómicos que afecten a la colocación del injerto.
Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)
El fracaso del injerto tras la cirugía del LCA puede producirse por varias razones:
- Nueva lesión: Los atletas o las personas activas que vuelven a hacer deporte demasiado pronto pueden provocar una tensión adicional en el injerto, que lleve a la rotura.
- Técnica quirúrgica: Una mala colocación del injerto o un posicionamiento incorrecto del túnel pueden provocar el fracaso del injerto. Una mala colocación del injerto puede crear una tensión anormal, provocando el aflojamiento o el fracaso.
- Fijación débil del injerto: Si el injerto no está bien fijado a los huesos de la espinilla o el muslo, puede aflojarse o romperse.
- Rechazo inmunológico (aloinjerto): El rechazo del injerto es más frecuente con el tejido del donante (aloinjertos), sobre todo en pacientes jóvenes, lo que provoca inflamación y fracaso.
- Rehabilitación excesiva: Una rehabilitación excesivamente agresiva puede provocar el aflojamiento del injerto o su fracaso debido a la sobrecarga.
- Lesiones adicionales: Las lesiones omitidas, como las roturas de menisco o las lesiones de la esquina posterolateral, pueden contribuir a la inestabilidad y afectar al éxito del injerto.
- Mala cicatrización: Una cicatrización inadecuada del injerto, a menudo debida a afecciones sistémicas como la diabetes, puede provocar el fracaso del injerto.
¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)
El LCA es un ligamento clave de la rodilla que ayuda a estabilizar la articulación durante movimientos como correr, saltar y pivotar. Conecta el hueso del muslo (fémur) con el hueso de la espinilla (tibia), impidiendo que la tibia se desplace demasiado hacia delante en relación con el fémur. Este ligamento es esencial para mantener la estabilidad y funcionalidad de la rodilla durante la actividad física.
Imagen intraoperatoria de la reconstrucción del LCA.
Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)
Reconocer los síntomas del fallo del injerto del LCA es crucial para intervenir a tiempo. Los síntomas más frecuentes son
- Inestabilidad recurrente: Sensación de que la rodilla «cede» o se dobla, sobre todo durante actividades físicas o movimientos que fuerzan la rodilla.
- Dolor persistente: Dolor continuo o recurrente, sobre todo durante actividades como agacharse, girar o ponerse en cuclillas.
- Hinchazón: Hinchazón alrededor de la articulación de la rodilla, que puede empeorar tras la actividad física o al permanecer de pie durante mucho tiempo.
- Disminución de la amplitud de movimiento: Dificultad para extender o flexionar completamente la rodilla, lo que provoca rigidez y molestias.
- Sensación de ceder: Sensación de inestabilidad incluso durante actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.
- Disminución de la funcionalidad: Disminución de la función de la rodilla, lo que dificulta tareas sencillas como caminar o permanecer de pie durante mucho tiempo.
¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)
El diagnóstico del fallo del injerto de LCA se basa en una exploración física minuciosa y en pruebas radiológicas. Se realizan pruebas físicas, como la comprobación de la inestabilidad o la alineación de la rodilla. Pueden utilizarse estudios de imagen, como radiografías, resonancia magnética y tomografía computarizada, para evaluar la posición del injerto, la alineación del túnel óseo y cualquier otro problema potencial, como desgarros meniscales. La RM es especialmente útil para visualizar el tejido blando y el estado del injerto.
Clasificación
El fracaso del injerto de LCA suele clasificarse en fracaso precoz y tardío:
- El fracaso precoz (en los primeros 12 meses) suele deberse a causas no traumáticas, como una mala fijación del injerto o errores quirúrgicos.
- El fracaso tardío (después de 12 meses) suele deberse a una nueva lesión o a un esfuerzo físico excesivo sobre el injerto, sobre todo en atletas.
Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)
Afecciones como las roturas de menisco, las lesiones de cartílago o las lesiones de ligamentos (por ejemplo, las lesiones de la esquina posterolateral) pueden presentar síntomas similares a los del fallo del injerto de LCA. Es esencial diferenciar estas afecciones del fallo del injerto para un tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento
Cuidados no quirúrgicos
En algunos casos, el tratamiento conservador puede ayudar a aliviar los síntomas, por ejemplo
- Fisioterapia: Para fortalecer los músculos que rodean la rodilla y mejorar la estabilidad.
- Rodillera: Una rodillera puede proporcionar apoyo adicional durante las actividades cotidianas o deportivas.
- Tratamiento del dolor: Los AINE o las inyecciones de corticoesteroides pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Atención quirúrgica
Si se confirma el fracaso del injerto, suele ser necesaria una cirugía de revisión del LCA. Las dos opciones principales son:
- Revisión en una sola fase: Cirugía única para retirar el injerto fallido y colocar uno nuevo. Para ello puede utilizarse un autoinjerto o un aloinjerto.
- Revisión en dos fases: Un enfoque más complejo que puede ser necesario si se precisan injertos óseos o intervenciones adicionales (p. ej., osteotomía). Puede utilizarse en casos de daño óseo importante o mala alineación.
Recuperación y qué esperar después del tratamiento
La recuperación de la cirugía de revisión del LCA suele implicar un programa de rehabilitación similar al de la cirugía original del LCA. Esto incluye
- Fase inicial: Céntrate en reducir la inflamación y recuperar el movimiento de la rodilla.
- Fase de fortalecimiento: Fortalecimiento gradual de cuádriceps e isquiotibiales.
- Vuelta a la actividad: Una vez recuperadas la fuerza y la estabilidad, los pacientes pueden volver lentamente a sus actividades normales, normalmente en un plazo de 6 a 9 meses para las actividades de alto impacto.
Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)
Las complicaciones de la cirugía de revisión del LCA incluyen:
- Infección: Como en cualquier intervención quirúrgica, la infección es un riesgo.
- Lesión nerviosa: Los nervios que rodean la rodilla pueden lesionarse durante la intervención quirúrgica.
- Fallo del injerto: Incluso con la cirugía de revisión, existe el riesgo de que el nuevo injerto vuelva a fallar.
- Tejido cicatricial: Una cicatrización excesiva puede limitar la amplitud de movimiento de la rodilla o provocar una mayor inestabilidad.
Perspectivas a largo plazo (pronóstico)
Con un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes pueden recuperar la plena funcionalidad tras la cirugía de revisión del LCA. Sin embargo, el éxito a largo plazo del injerto depende del cumplimiento de los protocolos de rehabilitación, de evitar una nueva lesión y de garantizar una técnica quirúrgica adecuada. El pronóstico para quienes experimentan un fracaso del injerto suele ser bueno, aunque pueden existir algunos riesgos continuos de volver a lesionarse, especialmente en el caso de los deportistas.

Instrumento (varita de coablación) utilizado en cirugía artroscópica de rodilla.
Gastos de bolsillo
Medicare
Código CPT 29888 – Reconstrucción del LCA – Autoinjerto: $229,85
Código CPT 29889 – Reconstrucción del LCA – Aloinjerto: $290,95
Según Medicare, el 80% del importe aprobado para estos procedimientos está cubierto una vez alcanzada tu franquicia anual. El 20% restante suele ser responsabilidad del paciente. Los planes de seguros complementarios -como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield- suelen cubrir este 20%, lo que deja a la mayoría de los pacientes con pocos o ningún gasto de bolsillo por las cirugías de reconstrucción del LCA aprobadas por Medicare. Estos planes complementarios trabajan directamente con Medicare para garantizar la cobertura total de la intervención.
Si tienes un seguro secundario -como la cobertura de tu empresa, TRICARE o la Administración Sanitaria de Veteranos (VHA)-, éste actúa como pagador secundario una vez que Medicare tramita la reclamación. Una vez satisfecha tu franquicia, estos planes secundarios pueden cubrir cualquier saldo restante, incluido el coseguro o cualquier gasto no cubierto. Los planes secundarios suelen tener una franquicia modesta, normalmente entre 100 y 300 $, dependiendo de la póliza concreta y del estado de la red.
Indemnización por accidente de trabajo
Si tu lesión del LCA que requiere reconstrucción está relacionada con el trabajo, la Indemnización por accidente de trabajo cubrirá íntegramente todos los gastos relacionados con el tratamiento, incluida la intervención quirúrgica, la hospitalización y la rehabilitación. No tendrás gastos de tu bolsillo en una reclamación aceptada de Indemnización Laboral.
Seguro Sin Culpa
Si tu lesión del LCA que da lugar a la reconstrucción está causada por un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa cubrirá el coste total de la intervención quirúrgica. El único desembolso posible puede ser una pequeña franquicia, según las condiciones de tu póliza.
Ejemplo
John, un paciente de 30 años con una rotura del LCA, necesitó una reconstrucción del LCA con un autoinjerto (CPT 29888). Su coste de bolsillo estimado por Medicare fue de 229,85 $. Como John tenía un seguro complementario a través de Blue Cross Blue Shield, el 20% que no cubría Medicare se pagó íntegramente, por lo que no tuvo que pagar nada de su bolsillo por la operación.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Q. ¿Qué causa el fallo del injerto de LCA?
R. El fallo del injerto de LCA puede deberse a una mala fijación del injerto, errores quirúrgicos, una nueva lesión o una rehabilitación inadecuada. También pueden contribuir otros factores, como el rechazo inmunológico (en el caso de los aloinjertos) o la omisión de lesiones (por ejemplo, desgarros meniscales).
Q. ¿Cómo se diagnostica el fallo del injerto de LCA?
R. El fallo del injerto de LCA se diagnostica mediante una combinación de exploración física, estudios de imagen (como resonancia magnética y tomografía computarizada) y evaluación de los síntomas y antecedentes del paciente.
Q. ¿Puede prevenirse el fallo del injerto de LCA?
R. Aunque no todos los casos de fallo del injerto pueden prevenirse, seguir las pautas de rehabilitación, evitar el regreso prematuro a la práctica deportiva y mantener una buena salud de la rodilla puede ayudar a reducir el riesgo de fallo del injerto.
Q. ¿Cuál es el tiempo de recuperación de la cirugía de revisión del LCA?
R. La recuperación suele durar de 6 a 9 meses, con un retorno gradual a las actividades normales. La recuperación completa, especialmente para actividades de alto impacto, puede tardar hasta un año.
Resumen y conclusiones
El fallo del injerto del LCA es una complicación grave pero manejable de la cirugía del LCA. El reconocimiento precoz de síntomas como la inestabilidad de la rodilla, el dolor persistente y la inflamación puede ayudar a prevenir daños mayores y orientar el tratamiento adecuado. La cirugía de revisión a menudo puede restaurar la función de la rodilla, pero requiere una rehabilitación cuidadosa y el cumplimiento de los protocolos de recuperación para garantizar el éxito a largo plazo.

Injerto de tapón óseo utilizado en la reconstrucción del LCA.
¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)
Las cirugías de reconstrucción y revisión del LCA suelen realizarlas cirujanos ortopédicos, concretamente los especializados en medicina deportiva o cirugía de rodilla. Los fisioterapeutas desempeñan un papel esencial en la rehabilitación tras la cirugía.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Si experimentas inestabilidad, dolor o hinchazón en la rodilla tras una operación de LCA, es importante que consultes con tu cirujano o profesional sanitario para que te haga una evaluación exhaustiva.
¿Cuándo acudir a urgencias?
Debes acudir a urgencias si experimentas un dolor repentino e intenso, un cambio notable en la alineación de la rodilla o signos de infección como enrojecimiento, calor o fiebre después de la operación.
¿Cómo es realmente la recuperación?
La recuperación implica fisioterapia y un retorno gradual a las actividades. Normalmente, los pacientes deben seguir un programa de rehabilitación, haciendo hincapié en el fortalecimiento de la rodilla y la mejora de la amplitud de movimiento. La recuperación completa de los deportes de alto impacto puede tardar hasta 12 meses.
¿Qué ocurre si lo ignoras?
Ignorar los síntomas de fallo del injerto puede provocar más daños en la articulación de la rodilla, incluidos cambios degenerativos e inestabilidad crónica. Intervenir a tiempo es fundamental para evitar daños permanentes.
¿Cómo prevenirlo?
Seguir los protocolos de rehabilitación, evitar la reincorporación prematura al deporte, mantener la salud general de la rodilla y comunicarte con tu profesional sanitario puede reducir el riesgo de fracaso del injerto de LCA.
Nutrición y salud ósea o articular
Mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes como el calcio y la vitamina D es esencial para la salud de los huesos y las articulaciones, sobre todo después de una operación. El ejercicio regular y el mantenimiento de un peso saludable también ayudan a reducir la tensión en la rodilla.
Modificaciones de la actividad y del estilo de vida
Evitar las actividades de alto impacto demasiado pronto después de la operación, practicar una biomecánica adecuada y volver gradualmente al deporte puede ayudar a prevenir el fallo del injerto de LCA y mejorar la salud de la rodilla a largo plazo.
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¿Tienes más preguntas?
¿Es frecuente el fracaso del injerto en la cirugía del LCA?
El fracaso del injerto en la cirugía del LCA se produce en un pequeño porcentaje de casos, que se estima entre el 5% y el 15%, dependiendo de diversos factores, como la edad del paciente, el nivel de actividad y la técnica quirúrgica.
¿Puede producirse un fallo del injerto en la cirugía del LCA inmediatamente después de la intervención?
Aunque es posible que el fallo del injerto se produzca poco después de la intervención debido a factores como la tensión del injerto o errores técnicos durante el procedimiento, es más frecuente que el fallo del injerto se produzca meses o incluso años después.
¿Existen diferentes tipos de injertos utilizados en la cirugía del LCA, y afectan al riesgo de fracaso del injerto?
Sí, hay distintos tipos de injertos utilizados en la cirugía del LCA, incluidos los autoinjertos (como el tendón rotuliano, el tendón isquiotibial o el tendón del cuádriceps) y los aloinjertos (tejido de donante). Aunque la elección del injerto puede influir en el riesgo de fracaso del injerto, el éxito de la cirugía depende de varios factores que van más allá del tipo de injerto.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la cirugía de revisión del LCA por fallo del injerto?
La cirugía de revisión del LCA por fallo del injerto conlleva riesgos similares a los de la cirugía primaria del LCA, como infección, rigidez e inestabilidad persistente. Además, la presencia de tejido cicatricial de la cirugía anterior puede complicar el procedimiento de revisión.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una operación de revisión del LCA?
La recuperación de la cirugía de revisión del LCA puede llevar más tiempo que la cirugía primaria del LCA, y suele requerir varios meses de rehabilitación y el retorno gradual a las actividades.
¿Es más frecuente el fracaso del injerto en la cirugía del LCA en determinados grupos de edad?
El fallo del injerto en la cirugía del LCA puede producirse en pacientes de todos los grupos de edad, pero puede ser más frecuente en pacientes más jóvenes debido a los mayores niveles de actividad y a la posibilidad de volver a lesionarse.
¿Existen factores específicos que aumenten el riesgo de fracaso del injerto en la cirugía del LCA?
Sí, hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de fracaso del injerto en la cirugía del LCA, como una rehabilitación inadecuada, el regreso prematuro a la práctica deportiva, errores técnicos durante la cirugía y factores biológicos individuales.
¿Puede prevenirse el fracaso del injerto en la cirugía del LCA?
Aunque no todos los casos de fallo del injerto pueden prevenirse, los pacientes pueden tomar medidas para reducir el riesgo siguiendo las pautas de rehabilitación, evitando el regreso prematuro a los deportes y manteniendo una buena salud de la rodilla.
¿Qué debo hacer si sospecho un fallo del injerto tras una operación de LCA?
Si experimentas síntomas como inestabilidad recurrente, dolor persistente o hinchazón tras la operación del LCA, es importante que consultes con tu cirujano ortopédico para que te haga una evaluación exhaustiva y te indique el tratamiento adecuado.
¿Existen tratamientos alternativos para las lesiones del LCA además de la cirugía?
En algunos casos, pueden recomendarse tratamientos no quirúrgicos, como la fisioterapia y la modificación de la actividad, para las lesiones del LCA, sobre todo en personas con niveles de actividad más bajos o factores anatómicos específicos.
¿Cuánto suele tardar en curarse un injerto tras una operación de LCA?
El tiempo que tarda en curarse un injerto tras una operación de LCA puede variar en función de factores como el tipo de injerto, la edad del paciente y el cumplimiento de los protocolos de rehabilitación. Por lo general, el injerto tarda varios meses en integrarse plenamente con los tejidos circundantes.
¿Puede el fracaso del injerto de la cirugía del LCA provocar complicaciones a largo plazo?
Sí, el fracaso del injerto de cirugía del LCA puede provocar complicaciones a largo plazo, como inestabilidad persistente, lesiones recurrentes y degeneración articular acelerada (artrosis) si no se trata.
¿Existen cambios en la dieta o en el estilo de vida que puedan ayudar a favorecer la cicatrización del injerto tras una operación de LCA?
Aunque mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable puede favorecer la curación y recuperación generales tras una operación de LCA, no existen cambios específicos en la dieta o el estilo de vida que hayan demostrado favorecer directamente la curación del injerto.
¿Es posible volver a hacer deporte o actividades físicas después de experimentar un fallo del injerto?
Sí, con un tratamiento y una rehabilitación adecuados, muchos pacientes pueden volver a practicar deporte o actividades físicas tras experimentar un fallo del injerto. Sin embargo, el momento y la viabilidad del retorno a las actividades dependen de factores individuales y de la gravedad del fallo del injerto.
¿Puede producirse un fallo del injerto en la cirugía del LCA en ambas rodillas?
Sí, el fallo del injerto de la cirugía del LCA puede producirse en una o ambas rodillas, sobre todo en personas que practican deportes de alto impacto o actividades que someten a las rodillas a tensiones repetidas.
¿Existe algún signo de advertencia que indique un mayor riesgo de fracaso del injerto en la cirugía del LCA?
Aunque no existen señales de advertencia definitivas para el fracaso del injerto de la cirugía del LCA, los pacientes deben estar atentos a síntomas como la inestabilidad recurrente, el dolor persistente o la hinchazón tras la cirugía, ya que pueden indicar un posible problema con el injerto.
¿Cómo puedo prevenir una nueva lesión tras una operación de LCA?
Para evitar una nueva lesión tras la operación de LCA, es importante seguir las pautas de rehabilitación, aumentar gradualmente los niveles de actividad y utilizar equipos de protección adecuados (como ortesis) durante la práctica de deportes o actividades de alto riesgo.
¿Hay algún ejercicio o actividad específicos que deba evitar después de la operación de LCA para reducir el riesgo de fallo del injerto?
Los pacientes deben evitar las actividades de alto impacto, los cambios bruscos de dirección y levantar objetos pesados durante las fases iniciales de la rehabilitación para reducir el riesgo de fallo del injerto. Tu fisioterapeuta puede orientarte sobre ejercicios y actividades seguros.
¿Puede detectarse el fallo del injerto en la cirugía del LCA en estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas?
Los estudios de imagen como la resonancia magnética pueden ayudar a evaluar la integridad del injerto de LCA reconstruido e identificar signos de fallo del injerto, como la laxitud del injerto o una intensidad de señal anormal.
¿Es normal experimentar hinchazón y molestias en la rodilla después de una operación de LCA, aunque el injerto esté intacto?
Sí, la hinchazón y las molestias son habituales tras una operación de LCA, debido al traumatismo de la intervención y a la respuesta curativa del organismo. Sin embargo, si los síntomas persisten o empeoran con el tiempo, puede ser necesaria una evaluación adicional para descartar el fallo del injerto u otras complicaciones.
¿Existe algún medicamento que pueda ayudar a prevenir el fallo del injerto después de una operación de LCA?
No existen medicamentos específicos que hayan demostrado prevenir el fallo del injerto tras una operación de LCA. Sin embargo, tu cirujano puede recetarte analgésicos o antiinflamatorios para controlar los síntomas durante el periodo de recuperación.
¿Cuándo puedo volver a conducir después de una operación de LCA y aumenta el riesgo de fallo del injerto?
El momento de volver a conducir tras una operación de LCA depende de factores como el tipo de operación, el uso de analgésicos y el nivel de comodidad individual. Normalmente, se puede conducir una vez que los pacientes recuperan suficiente fuerza y amplitud de movimiento en la rodilla, pero es importante consultar al cirujano para obtener orientación personalizada. La conducción en sí no aumenta intrínsecamente el riesgo de fallo del injerto, pero los pacientes deben evitar conducir si experimentan un dolor importante, rigidez o limitaciones de la movilidad que puedan afectar a su capacidad para conducir un vehículo con seguridad.
¿Existen efectos psicológicos asociados al fracaso del injerto tras la operación de LCA?
Experimentar el fracaso del injerto tras la cirugía del LCA puede ser un reto emocional para los pacientes, ya que puede requerir tratamiento adicional y retrasar la vuelta a los deportes o actividades. Los pacientes pueden experimentar sentimientos de frustración, decepción o ansiedad ante la posibilidad de volver a lesionarse. Es importante que los pacientes se comuniquen abiertamente con sus profesionales sanitarios y busquen el apoyo de familiares, amigos o profesionales de la salud mental si lo necesitan para afrontar estas emociones y mantener una actitud positiva en su recuperación.

