Se realizan cirugías de pie y tobillo para aliviar el dolor y restaurar la función, pero en algunos pacientes el dolor persiste mucho tiempo después de la curación. Este malestar continuo se conoce como dolor postoperatorio crónico (CPOP) o dolor postquirúrgico crónico (CPSP). Puede ocurrir incluso cuando la cirugía es técnicamente exitosa y la herida ha cicatrizado.
¿Qué es el dolor postoperatorio crónico?
El dolor postoperatorio crónico se define como un dolor que dura más de dos a tres meses tras la cirugía y no puede explicarse por infección, fractura u otra causa identificable. El dolor puede ser sordo, ardor o similar a un eléctrico y puede o no tener características neuropáticas (relacionadas con los nervios). Aunque la CPOP se ha estudiado en procedimientos importantes como las prótesis de cadera o rodilla, cada vez se reconoce más como una preocupación importante en la cirugía de pie y tobillo.
¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)
Los estudios muestran que el dolor crónico tras una cirugía en el pie afecta a un número considerable de pacientes. En un estudio con 260 pacientes de cirugía ortopédica del pie:
- El 21% experimentó dolor moderado a severo en reposo un año después de la cirugía.
- El 43% reportó dolor al caminar.
- Solo el 3% tenía dolor neuropático confirmado.
El dolor crónico tras una cirugía del pie es tan frecuente como el que se produce tras procedimientos articulares grandes, aunque el dolor nervioso verdadero parece menos común.
Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)
La causa exacta del dolor crónico tras una cirugía del pie es multifactorial y puede incluir factores tanto biológicos como mecánicos.
- Lesión o irritación nerviosa: El trauma directo, el atrapamiento o la formación de cicatrices alrededor de los nervios pueden causar dolor persistente.
- Inflamación e hipersensibilidad: Tras una lesión o cirugía, los nervios pueden volverse hiperactivos y enviar señales de dolor anormales.
- Mala cicatrización de los hueos o tejidos blandos: Condiciones como la falta de unión, la mala unión o el exceso de tejido cicatricial pueden causar dolor mecánico.
- Condiciones preexistentes: Los pacientes con diabetes, neuropatía o síndromes de dolor crónico tienen un mayor riesgo.
- Factores psicológicos: La ansiedad, la depresión y una alta sensibilidad al dolor pueden aumentar la probabilidad de desarrollo de dolor crónico.
¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)
El pie contiene 26 huesos, 33 articulaciones y una compleja red de nervios. Los nervios como las ramas tibial, sural y peroneal proporcionan sensación y movimiento. Durante la cirugía, estas estructuras pueden estirarse o irritarse. Si la respuesta de curación del cuerpo reacciona de forma exagerada, puede provocar inflamación persistente o hipersensibilidad nerviosa, produciendo dolor mucho después de que la reparación normal del tejido haya terminado.
Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)
Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor persistente que dura más allá del tiempo habitual de curación (más de tres meses).
- Ardor, hormigueo o dolor parecido a la electricidad (lo que sugiere afectación neuropática).
- Hipersensibilidad al tacto o al frío.
- Dolor en reposo o al caminar, incluso después de la cicatrización estructural.
- Hinchazón, rigidez o sensibilidad en el lugar de la cirugía.
En casos graves, los pacientes pueden tener dificultades para caminar, llevar zapatos o realizar actividades diarias.
¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)
El diagnóstico implica identificar si el dolor es estructural, inflamatorio o relacionado con los nervios.
- Historia clínica y examen: Los cirujanos revisan el inicio, la calidad y la distribución del dolor. El dolor neuropático puede irradiarse o arder, mientras que el dolor mecánico tiende a localizarse cerca de la articulación o el hueso.
- Imagenología: Las radiografías evalúan la cicatrización ósea y la colocación del hardware. Las resonancias magnéticas o TAC pueden detectar tejido cicatricial, daño en tejidos blandos o infecciones.
- Estudios nerviosos: La electromiografía (EMG) y las pruebas de conducción nerviosa identifican disfunción nerviosa.
- Cuestionarios: Herramientas como DN4 o painDETECT ayudan a evaluar las características del dolor neuropático.
Clasificación
El dolor postoperatorio crónico puede clasificarse como:
- Dolor nociceptivo : dolor causado por inflamación de tejidos, daño óseo o articular.
- Dolor neuropático – dolor por lesión o disfunción nerviosa.
- Dolor mixto , que involucra tanto componentes mecánicos como nerviosos.
Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)
Otras condiciones pueden imitar el dolor postoperatorio crónico, como:
- Infección u osteomielitis.
- Síndrome de dolor regional complejo (SDRC).
- Deformidad recurrente o inestabilidad articular.
- Irritación del hardware.
- Insuficiencia vascular.
Una evaluación exhaustiva ayuda a distinguir estos de los dolores quirúrgicos persistentes.
Opciones de tratamiento
Atención no quirúrgica
La mayoría de los casos de dolor crónico tras la cirugía pueden gestionarse de forma conservadora.
- Medicamentos: AINEs para la inflamación; Agentes neuropáticos como gabapentina, pregabalina o duloxetina para el dolor nervioso.
- Fisioterapia: Restaura la fuerza, flexibilidad y movilidad, reduciendo el dolor mediante la reeducación muscular.
- Bloqueos nerviosos: La anestesia local o las inyecciones de corticosteroides pueden reducir el dolor al calmar la irritación nerviosa.
- Ortesis: Las plantillas personalizadas o calzado de soporte pueden aliviar la presión mecánica.
- Apoyo psicológico: El asesoramiento para el manejo del dolor ayuda a tratar la ansiedad o la depresión que pueden empeorar la percepción del dolor.
Atención quirúrgica
Rara vez es necesaria la cirugía, pero puede considerarse si se identifica un problema estructural, como irritación del hardware, no unión o nervios atrapados.
- Extracción de herrajes: Cuando tornillos o placas irritan tejidos blandos o nervios cercanos.
- Cirugía de revisión: Para corregir la desalineación o inestabilidad ósea.
- Neurolisis: Liberar nervios atrapados del tejido cicatricial.
- Revisión de cicatriz: Eliminar el exceso de tejido cicatricial para restaurar la movilidad y aliviar la presión.
Recuperación y qué esperar después del tratamiento
La recuperación depende de la causa del dolor y del enfoque de tratamiento. El cuidado conservador suele mejorar los síntomas durante varias semanas o meses. Tras una cirugía de revisión o liberación nerviosa, los pacientes suelen experimentar un alivio gradual a medida que los tejidos cicatran y la inflamación disminuye. Un enfoque multidisciplinar, que incluye fisioterapia, manejo del dolor y seguimiento constante, ofrece los mejores resultados.
Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)
El dolor persistente puede continuar incluso con el tratamiento. Otras posibles complicaciones incluyen problemas en la cicatrización de heridas, dolor nervioso recurrente o el desarrollo de síndrome de dolor regional crónico (SDRC). Una gestión temprana y coordinada ayuda a minimizar estos riesgos.
Perspectivas a largo plazo (pronóstico)
El pronóstico del dolor crónico tras una cirugía en el pie varía. La mayoría de los pacientes mejoran con un diagnóstico adecuado, fisioterapia y manejo del dolor. Sin embargo, en casos de lesión nerviosa o enfermedad subyacente, puede persistir algo de dolor a largo plazo. El control y la rehabilitación tempranos y agresivos del dolor mejoran los resultados y la calidad de vida.
Gastos de bolsillo
Medicare
Código CPT 64450 – Bloqueo nervioso, tobillo o pie: 16,90 $
Código CPT 20552 – Inyecciones en puntos gatillo: 11,93 $
Código CPT 97110 – Ejercicios terapéuticos (fisioterapia): 6,56 $
Medicare Parte B suele cubrir el 80% del coste aprobado de estos procedimientos una vez que se ha cumplido tu franquicia anual, dejándote responsable del 20% restante. Los planes de seguro complementario como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield generalmente cubren esta parte restante, lo que supone un gasto mínimo o nulo de bolsillo para tratamientos aprobados por Medicare. Estos planes complementarios se coordinan con Medicare para cerrar la brecha de cobertura y limitar los costes para los pacientes.
Si tienes un seguro secundario, como TRICARE, un plan basado en el empleador o la cobertura de la Administración de Salud de Veteranos, actuará como pagador secundario. Estos planes suelen cubrir cualquier coseguro o franquicia restante, que suelen oscilar entre 100 y 300 dólares anuales, dependiendo de tu plan y red de proveedores.
Indemnización por accidente laboral
Si se requiere un bloqueo nervioso, inyecciones en puntos gatillo o fisioterapia debido a una lesión laboral, la Compensación Laboral cubrirá el coste total del tratamiento, incluyendo la terapia y las visitas de seguimiento. No tendrás gastos de bolsillo, ya que la aseguradora de tu empleador paga todos los cargos aprobados directamente.
Seguro sin culpa
Si tu dolor o lesión proviene de un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa suele cubrir el coste total del tratamiento, incluyendo inyecciones y terapia. El único gasto potencial de su bolsillo puede ser una pequeña franquicia o copago, tal y como indica tu póliza de seguro.
Ejemplo
Daniel Harris recibió un bloqueo nervioso (CPT 64450) e una inyección en puntos gatillo (CPT 20552) para aliviar el dolor crónico de tobillo tras una lesión. Sus costes estimados de bolsillo de Medicare fueron de 16,90 dólares para el bloqueo nervioso y 11,93 dólares para la inyección. Como Daniel tenía cobertura suplementaria a través de Blue Cross Blue Shield, su saldo restante quedó completamente cubierto, lo que le dejaba sin gastos de bolsillo para sus tratamientos.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Q. ¿Cuáles son las causas más comunes del dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. Las causas comunes incluyen lesiones nerviosas, infecciones, no unión o malunión ósea, irritación del hardware y formación de tejido cicatricial.
Q. ¿Cómo pueden las lesiones nerviosas provocar dolor crónico tras una operación en el pie?
R. Las lesiones nerviosas pueden causar síntomas como ardor, hormigueo, entumecimiento o dolor punzante en el pie.
Q. ¿Qué papel juega la infección en el dolor crónico de pie tras una cirugía?
R. La infección puede provocar dolor persistente, hinchazón, enrojecimiento y calor, y puede requerir tratamiento adicional o cirugía.
Q. ¿Cómo contribuyen los problemas de cicatrización ósea al dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. La no unión (fallo del hueso en la cicatrización) o la malunión (cicatrización en una posición incorrecta) pueden causar dolor y deformidad continuos.
Q. ¿Puede el hardware quirúrgico causar dolor crónico tras una cirugía en el pie?
Un. Sí, los tornillos, placas u otros dispositivos pueden irritar los tejidos o nervios circundantes, causando dolor.
Q. ¿Cuál es el impacto del tejido cicatricial en el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. El exceso de tejido cicatricial puede atrapar los nervios o restringir el movimiento normal, causando molestias persistentes.
Q. ¿Cómo se diagnostica el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. El diagnóstico suele implicar un examen clínico exhaustivo, estudios de imagen como radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y, en ocasiones, estudios nerviosos.
Q. ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. Las opciones de tratamiento incluyen medicación, fisioterapia, inyecciones, ortesis y, en ocasiones, cirugía de revisión.
Q. ¿Cuándo podría ser necesaria una cirugía de revisión para el dolor crónico tras una operación en el pie?
R. Puede ser necesaria una cirugía de revisión si hay irritación del hardware, no unión, mala unión, infección o atrapamiento nervioso significativo.
Q. ¿Cómo puede ayudar la fisioterapia a manejar el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. La fisioterapia puede mejorar la fuerza, la flexibilidad y ayudar a reducir el dolor al restaurar una función más normal del pie.
Q. ¿Qué medicamentos se utilizan habitualmente para tratar el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. Los medicamentos pueden incluir antiinflamatorios, analgésicos nerviosos y, en ocasiones, analgésicos.
Q. ¿Cuáles son algunas intervenciones no quirúrgicas para el dolor crónico tras una cirugía en el pie?
R. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen medicamentos, fisioterapia, dispositivos ortopédicos e inyecciones.
Q. ¿Qué importancia tiene el diagnóstico y tratamiento precoz del dolor crónico tras una cirugía en el pie?
Un. El diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales para evitar el empeoramiento de los síntomas y mejorar los resultados.
Resumen y conclusiones
El dolor crónico tras la cirugía del pie afecta a casi uno de cada cinco pacientes y puede persistir incluso después de que el pie haya sanado estructuralmente. Aunque el dolor neuropático es raro, la incomodidad persistente puede afectar a la caminata, la calidad de vida y la salud emocional. Identificar pacientes de alto riesgo, gestionar eficazmente el dolor agudo y utilizar un enfoque multidisciplinar son esenciales para minimizar complicaciones a largo plazo.
¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)
El dolor postoperatorio crónico es gestionado por cirujanos ortopédicos de pie y tobillo, especialistas en dolor, neurólogos y fisioterapeutas que trabajan en equipo coordinado.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Deberías acudir a un especialista si el dolor persiste más allá de los tres meses tras la cirugía, empeora con el tiempo o interfiere con la caminata o el sueño.
¿Cuándo acudir a urgencias?
Acude a urgencias si el dolor va acompañado de hinchazón severa, fiebre, enrojecimiento o secreción, ya que esto puede indicar infección o problemas vasculares.
¿Cómo es realmente la recuperación?
La recuperación puede implicar una combinación de medicación, fisioterapia y un regreso gradual a la actividad. En casos de lesión nerviosa o cirugía de revisión, la recuperación completa puede durar varios meses, con una mejora gradual en la función y alivio del dolor.
¿Qué ocurre si lo ignoras?
Ignorar el dolor postoperatorio persistente puede provocar discapacidad a largo plazo, daño nervioso o síndrome de dolor regional crónico (SDRC), dificultando el tratamiento posteriormente.
¿Cómo prevenirlo?
Previene el dolor crónico asegurando un control óptimo del dolor inmediatamente después de la cirugía, siguiendo cuidadosamente las instrucciones de rehabilitación y evitando cargar peso prematuramente o sobrecargar.
Nutrición y salud ósea o articular
Una dieta equilibrada con suficiente proteína, calcio, vitamina D y ácidos grasos omega-3 favorece la curación ósea y reduce la inflamación, apoyando la recuperación global.
Modificaciones de la actividad y del estilo de vida
Tras la recuperación, mantén actividades de bajo impacto como nadar o montar en bicicleta para mejorar la flexibilidad y la resistencia. Evita los deportes de alto impacto hasta que se haya recuperado y se haya recuperado por completo. La fisioterapia constante ayuda a prevenir rigidez y dolor recurrente.

