Visión general
La mielopatía espondilótica cervical (MCS) es una afección caracterizada por la compresión de la médula espinal, resultante del estrechamiento del canal espinal y cambios degenerativos.
Esta compresión, que puede ser causada por factores relacionados con el desarrollo o factores dinámicos, conduce al inicio de la CSM. El CSM presenta signos típicos como dolor en el cuello y dolor irradiado, junto con sensaciones de entumecimiento y hormigueo, debilidad muscular y espasmos en las extremidades superiores.
Además, el CSM puede provocar problemas neurológicos notables como dificultad para caminar y disfunción de la vejiga. Para garantizar un tratamiento óptimo para los pacientes, es fundamental tener un conocimiento integral de las causas y la evolución de la CSM.
Causas
La MCS suele ser causada por cambios degenerativos relacionados con la edad en el canal espinal. Aunque es más común en adultos mayores, un estudio pretende explorar las características de la CSM en adultos jóvenes menores de 30 años, ya que esta población rara vez se ve afectada.
En un estudio recogido en la literatura, se analizó un porcentaje muy pequeño (0,27%) de pacientes con CSM menores de 30 años. Eran mayormente hombres y realizaban actividades diarias intensas que les ponían estrés en el cuello. Las radiografías mostraron canales espinales congénitos estrechados y hallazgos positivos para movimientos dinámicos de la columna.
Participar en actividades deportivas, especialmente en deportes de contacto como el fútbol americano y el rugby, es un factor importante en las lesiones medulares entre los jóvenes.
Este estudio se centró en pacientes que realizaban actividades diarias elevadas relacionadas con deportes u ocupaciones, lo que resultaba en una tensión continua en el cuello. A diferencia de los casos con síntomas de aparición repentina, los pacientes de este estudio experimentaron un desarrollo gradual de los síntomas con el tiempo.
Esto sugiere que la aparición constante de lesiones y traumatismos leves diarios puede influir en la progresión de cambios degenerativos en la columna y en la aparición de daños neurológicos subclínicos.
El riesgo de MSC se asocia con estenosis del canal espinal cervical congénitamente estrechada. Medir el diámetro del canal espinal sagital en radiografías es un método común, y un diámetro de 12 mm o menos indica un alto riesgo de desarrollo de CSM.
Síntomas de la MCS
Los síntomas del CSM pueden variar mucho y desarrollarse lentamente con el tiempo. Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor y rigidez en el cuello: Aunque no siempre está presente, el dolor en el cuello suele ser uno de los primeros signos de la CSM.
- Radiculopatía: Esto se refiere a síntomas como dolor, entumecimiento y hormigueo que se irradian desde el cuello hacia los hombros, brazos y manos.
- Mielopatía: Este término describe los síntomas debidos a la compresión de la médula espinal, incluyendo:
- Debilidad en los brazos y las piernas: Los pacientes pueden notar dificultades con las habilidades motoras finas, como abotonarse una camisa o escribir. Caminar puede volverse inestable o más esfuerzo.
- Entumecimiento y hormigueo: Las alteraciones sensoriales en manos y pies son comunes.
- Problemas de marcha y equilibrio: A medida que avanza la compresión de la médula espinal, los pacientes pueden experimentar dificultades para caminar, caídas frecuentes y una sensación de inestabilidad.
- Disfunción de vejiga e intestino: En casos graves, puede haber problemas de incontinencia urinaria o control intestinal.
Diagnóstico
Las resonancias magnéticas revelaron degeneración discal, compresión de la médula espinal y cambios anómalos en la señal. La alineación sagital de la columna cervical mostró dos tipos comunes, asociados a diferentes patrones de compresión y daño de la médula espinal. Estos hallazgos sugieren que las altas actividades diarias y la estenosis congénita del canal pueden contribuir al desarrollo de MSC sintomática en adultos jóvenes.
La proporción Torg-Pavlov es otro indicador, y todos los pacientes del estudio presentaron una proporción <0,8, lo que indica una predisposición a la estenosis congénita del conducto. Aunque las mujeres tienen una mayor prevalencia de esta condición, los hombres que realizan actividades diarias intensas pueden experimentar compresión de la médula espinal en presencia de estenosis congénita.
La estenosis dinámica del canal, también conocida como el «mecanismo de pinza», es un factor de riesgo añadido para la CSM. El estudio reveló que la mayoría de los pacientes mostraron indicios positivos de estenosis dinámica del conducto, lo que sugiere que las personas con estenosis congénita del canal y rutinas diarias activas pueden experimentar una compresión intensificada de la médula espinal.
El uso de mediciones radiográficas absolutas para evaluar la inestabilidad de la columna cervical y la estenosis del canal es un tema de debate. Sin embargo, existen criterios sugeridos para evaluar el espacio disponible para la médula espinal a nivel C1.
Para los pacientes que cumplen los criterios radiográficos de inestabilidad y estenosis, se recomienda someterse a una evaluación adicional mediante resonancia magnética para apoyar un diagnóstico integral de mielopatía que involucre múltiples disciplinas.
La resonancia magnética (IRM) es una herramienta diagnóstica valiosa para examinar las afecciones del disco intervertebral y la médula espinal. El estudio observó degeneración en todos los discos al nivel afectado, junto con la presencia de compresión de la médula espinal, deformidad y lesiones de señal intramedular anormal.
Estos hallazgos sugieren que la combinación de altas actividades diarias, inestabilidad degenerativa y estenosis del canal congénita puede contribuir a la compresión y daño de la médula espinal, lo que podría dar lugar al desarrollo de MSC sintomático.
El objetivo de este estudio fue examinar la alineación sagital de la columna cervical en pacientes adultos jóvenes para identificar las características radiográficas y biomecánicas de la mielopatía espondilótica cervical (CSM).
La alineación más observada fue del tipo «sigmoideo inverso», que mostró compresión medular de un solo nivel e indicios positivos de disminución del foramen neutro (DNF) o deslizamiento vertebral posterior. Por otro lado, alineaciones como «lordosis» o «recto» demostraron compresión medular multinivel y alteraron la biomecánica.
Por ello, es fundamental monitorizar de cerca a los jóvenes deportistas y trabajadores varones con desalineación sagital preexistente y estenosis del canal congénito para el desarrollo de estenosis dinámica del canal y daño medular.
Es importante actuar con cautela al interpretar los resultados de este estudio por varias razones. En primer lugar, la verdadera prevalencia de la CSM en pacientes menores de 30 años, incluidos aquellos con síntomas leves tratados en entornos ambulatorios, sigue siendo incierta, ya que el estudio solo incluyó a pacientes hospitalizados.
En segundo lugar, el tamaño reducido de la muestra limita el poder estadístico y aumenta la probabilidad de posibles errores de interpretación, a pesar de utilizar métodos de análisis estadístico adecuados.
En tercer lugar, la ausencia de un grupo de control limita la capacidad de sacar conclusiones definitivas. Además, la naturaleza retrospectiva del estudio introduce limitaciones y posibles sesgos relacionados con la selección de participantes.
Sin embargo, las características distintivas observadas en pacientes adultos jóvenes con CSM degenerativa no herniada subrayan la necesidad de futuros estudios prospectivos de cohorte para obtener una comprensión más completa de esta condición.
La mielopatía espondilótica cervical (CSM) no herniada y degenerativa es rara en adultos jóvenes menores de 30 años. Sin embargo, es más común en hombres con estenosis congénita del canal y deformidades sagitales leves.
Actividades diarias elevadas, como deportes o trabajos que estresan el cuello, pueden acelerar la degeneración discal y la estenosis dinámica del canal, lo que conduce a la compresión de la médula espinal y a la posible mielopatía sintomática.
Opciones de tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad de la condición:
- Tratamiento conservador: En casos leves, esto puede incluir fisioterapia, manejo del dolor y modificaciones en el estilo de vida. Sin embargo, es necesario un seguimiento cercano ya que la enfermedad puede progresar.
- Tratamiento quirúrgico: Esto suele recomendarse en casos moderados a graves para aliviar la compresión de la médula espinal. Existen diferentes enfoques quirúrgicos:
- Discectomía cervical anterior y fusión (ACDF): Adecuado para pacientes con compresión en la parte frontal de la columna.
- Descompresión cervical posterior: Beneficioso cuando hay varios segmentos implicados o hay compresión desde la parte posterior de la columna.
Cada enfoque quirúrgico tiene sus riesgos y beneficios, y la elección depende de factores individuales del paciente, incluyendo el grado y la ubicación de la compresión de la médula espinal.
Cuidados posttratamiento
Tras la cirugía, los pacientes suelen recibir rehabilitación para recuperar fuerza y función. La recuperación puede variar, con algunos pacientes experimentando mejoras significativas en los síntomas, mientras que otros pueden tener efectos persistentes. Los seguimientos regulares son fundamentales para monitorizar la recuperación y gestionar cualquier complicación.
Recuperación y rehabilitación
La recuperación postoperatoria tras la cirugía de CSM puede variar según el tipo de cirugía realizada y la condición individual del paciente. Las directrices generales para la recuperación incluyen:
- Estancia en el hospital: La mayoría de los pacientes permanecen en el hospital unos días después de la cirugía. Durante este tiempo, se les supervisa para detectar cualquier complicación.
- Manejo del dolor: El dolor se controla con medicación y se fomenta un regreso gradual a las actividades normales.
- Fisioterapia: Los ejercicios de rehabilitación ayudan a restaurar la movilidad del cuello, fortalecer los músculos y mejorar la función general. El terapeuta también puede ofrecer orientación sobre la postura y ajustes ergonómicos para prevenir problemas futuros.
- Citas de seguimiento: Las revisiones regulares con el cirujano son cruciales para monitorizar la cicatrización y asegurar que la columna esté estable.
Conclusión
La mielopatía espondilótica cervical es una condición progresiva causada por cambios relacionados con la edad en la columna cervical. La detección precoz y el tratamiento adecuado son clave para controlar los síntomas y prevenir déficits neurológicos graves. Si experimentas dolor persistente en el cuello, entumecimiento o debilidad en las extremidades, consulta a un profesional sanitario para explorar posibles causas y opciones de tratamiento.
¿Tienes más preguntas?
¿Cuáles son los primeros signos de mielopatía espondilótica cervical?
Los primeros signos de mielopatía espondilótica cervical (MCS) suelen incluir dolor de cuello, rigidez y cambios sutiles como hormigueo o entumecimiento en los brazos y manos. Los pacientes también pueden experimentar ligeros problemas de equilibrio o dificultades con tareas motoras finas, como abotonarse una camisa o escribir.
¿Qué tan rápido progresa la mielopatía espondilótica cervical?
La progresión de la CSM varía mucho entre individuos. Algunos pueden experimentar un rápido deterioro en su función, mientras que otros pueden presentar un inicio lento e insidioso de síntomas durante muchos años. El seguimiento regular y la intervención temprana son clave para gestionar eficazmente la enfermedad.
¿Pueden los cambios en el estilo de vida ayudar a controlar la mielopatía espondilótica cervical?
Sí, los cambios en el estilo de vida pueden desempeñar un papel importante en la gestión de la CSM. Mantener una buena postura, usar herramientas ergonómicas, evitar levantar peso y realizar ejercicios regulares de bajo impacto pueden ayudar a aliviar los síntomas y potencialmente ralentizar la progresión de la enfermedad.
¿Existen tratamientos no invasivos para la mielopatía espondilótica cervical?
Los tratamientos no invasivos para el CSM incluyen fisioterapia para fortalecer los músculos del cuello y mejorar la flexibilidad, el manejo del dolor con medicamentos como AINEs o relajantes musculares, y modificaciones en el estilo de vida como mejorar la postura y usar collares cervicales para apoyar el cuello.
¿Cuándo es necesaria la cirugía para la mielopatía espondilótica cervical?
La cirugía se considera típicamente necesaria para la MSC cuando los síntomas son moderados a graves, cuando hay compresión significativa de la médula espinal visible en los estudios de imagen, o cuando los tratamientos no quirúrgicos no proporcionan un alivio adecuado. La cirugía tiene como objetivo descomprimir la médula espinal y estabilizarla.
¿Cuáles son los riesgos asociados a la cirugía para la mielopatía espondilótica cervical?
Como ocurre con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados a la cirugía para el CSM. Estos pueden incluir infecciones, hemorragias, daños nerviosos, lesiones medulares, complicaciones por anestesia y la posible necesidad de más cirugías. Sin embargo, para muchos pacientes, los beneficios de la cirugía superan estos riesgos.
¿Qué éxito tiene la cirugía para la mielopatía espondilótica cervical?
La cirugía para CSM suele ser exitosa, con muchos pacientes experimentando un alivio significativo de los síntomas. El grado de recuperación puede variar dependiendo de la gravedad y duración de la compresión de la médula espinal antes de la cirugía, así como de la salud general del paciente.
¿Puede la mielopatía espondilótica cervical reaparecer tras una cirugía?
Aunque la cirugía tiene como objetivo descomprimir la médula espinal y estabilizarla, siempre existe la posibilidad de recurrencia. Factores como cambios degenerativos continuos en la columna o una descompresión inicial inadecuada pueden contribuir a la recurrencia de los síntomas.
¿Qué tipo de rehabilitación se requiere tras la cirugía?
La rehabilitación tras la cirugía para la CSM suele implicar fisioterapia para mejorar la movilidad del cuello, fortalecer los músculos y potenciar la función general. Esto puede incluir ejercicios guiados, corrección de postura y, posiblemente, terapia ocupacional para ayudar en las actividades diarias.
¿Cuánto tiempo tarda la recuperación tras una cirugía para la mielopatía espondilótica cervical?
El tiempo de recuperación tras la cirugía para la CSM varía, pero generalmente va de varias semanas a meses. La mayoría de los pacientes pueden volver a las actividades normales en un plazo de 3 a 6 meses, dependiendo del tipo y extensión de la cirugía, la salud del paciente y el cumplimiento de los protocolos de rehabilitación. La recuperación individual puede variar, y algunos pacientes pueden experimentar un regreso más rápido a las actividades normales, mientras que otros pueden tardar más en recuperarse completamente.
¿Cuáles son las posibles complicaciones si no se trata la mielopatía espondilótica cervical?
Si no se trata, la CSM puede provocar daños graves y permanentes en la médula espinal, resultando en déficits neurológicos significativos como dolor crónico, debilidad muscular pronunciada, pérdida de sensibilidad y gran dificultad para caminar o realizar actividades diarias. En casos extremos, puede derivar en parálisis o discapacidad grave.
¿Existen terapias alternativas para el manejo de la mielopatía espondilótica cervical?
Sí, terapias alternativas como la acupuntura, la quiropráctica y el yoga pueden proporcionar cierto alivio de los síntomas a ciertos pacientes. Sin embargo, estos deberían complementar, no reemplazar, los tratamientos médicos convencionales. Es fundamental hablar con un profesional sanitario sobre cualquier terapia alternativa para asegurarse de que sea segura y adecuada para la condición.
¿Puede la mielopatía espondilótica cervical afectar a otras partes de la columna?
Aunque la CSM afecta específicamente a la columna cervical, los procesos degenerativos que la causan también pueden afectar a otras partes de la columna, como las regiones torácica o lumbar. Esto puede provocar condiciones similares, como la espondilosis lumbar, que puede causar dolor lumbar y compresión nerviosa.
¿Es hereditaria la mielopatía espondilótica cervical?
Puede existir una predisposición genética a desarrollar enfermedades degenerativas espinales, incluyendo el MSC. Sin embargo, los factores ambientales, las elecciones de estilo de vida y los riesgos laborales también contribuyen significativamente al desarrollo de la condición.
¿Se puede prevenir la mielopatía espondilótica cervical?
Aunque el envejecimiento y los factores genéticos no pueden controlarse, ciertas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar MCS. Estos incluyen mantener un peso saludable, evitar fumar, practicar una buena postura, usar muebles y herramientas ergonómicas, y realizar ejercicio regular para fortalecer los músculos del cuello y la espalda.
¿Cómo afecta la mielopatía espondilótica cervical a la vida diaria?
La CSM puede afectar significativamente a la vida diaria al causar dolor, rigidez y déficits neurológicos. Estos síntomas pueden dificultar la realización de actividades rutinarias, afectar la productividad laboral y reducir la calidad de vida en general. En casos graves, puede provocar pérdida de independencia y la necesidad de ayuda para las tareas diarias.
¿Cuál es la diferencia entre espondilosis cervical y mielopatía espondilótica cervical?
La espondilosis cervical se refiere a los cambios degenerativos generales en la columna cervical, como la degeneración discal, la formación de espuelas óseas y el engrosamiento de ligamentos. La mielopatía espondilótica cervical ocurre cuando estos cambios comprimen la médula espinal, provocando síntomas neurológicos.
¿Puede la actividad física empeorar la mielopatía espondilótica cervical?
Las actividades físicas de alto impacto o extenuantes que sobrecargan el cuello pueden empeorar los síntomas del CSM. Es fundamental realizar ejercicios de bajo impacto, como nadar o caminar, y seguir los consejos médicos sobre actividades físicas seguras para evitar agravar la condición.
¿En qué se diferencia la mielopatía espondilótica cervical de una hernia discal?
Una hernia discal ocurre cuando el material interno blando de un disco sobresale a través de una rotura en la capa externa, comprimiendo potencialmente nervios cercanos o la médula espinal. La MCS implica cambios degenerativos más amplios que provocan compresión de la médula espinal por múltiples fuentes, como hernia discal, espolones óseos y engrosamiento de ligamentos.
¿Puede la mielopatía espondilótica cervical causar problemas cognitivos?
Aunque la CSM afecta principalmente a las funciones motoras y sensoriales, los casos graves pueden afectar indirectamente a la función cognitiva debido al dolor crónico, las molestias y la disminución de la calidad de vida, lo que puede provocar problemas como dificultad para concentrarse, problemas de memoria y estrés emocional.
¿Qué papel juega la edad en el desarrollo de la mielopatía espondilótica cervical?
La edad es un factor importante en el desarrollo del MCR, ya que los cambios degenerativos en la columna se producen de forma natural con el envejecimiento. Las personas mayores de 50 años tienen más probabilidades de experimentar estos cambios, lo que aumenta el riesgo de compresión de la médula espinal y CSM.
¿Se puede detectar la mielopatía espondilótica cervical mediante revisiones rutinarias?
El CSM puede no detectarse durante revisiones rutinarias a menos que se informen de síntomas específicos. Son necesarios exámenes neurológicos detallados y estudios de imagen, como resonancias magnéticas o TAC, para diagnosticar con precisión la MCS.
¿Qué avances se están logrando en el tratamiento de la mielopatía espondilótica cervical?
Los avances en el tratamiento de la CSM incluyen técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, tecnología de imagen mejorada para la detección precoz y la investigación en terapias regenerativas destinadas a reparar el daño medular y frenar la progresión de cambios degenerativos.
¿Cómo afecta la mielopatía espondilótica cervical a la salud mental?
El dolor crónico y la discapacidad causados por CSM pueden afectar significativamente a la salud mental, provocando ansiedad, depresión y disminución de la calidad de vida. El apoyo psicológico, la terapia y, en ocasiones, la medicación son necesarios para ayudar a gestionar estos problemas de salud mental.
¿Es seguro conducir con mielopatía espondilótica cervical?
Conducir puede ser complicado para personas con síntomas graves de CSM que afectan a la coordinación, la fuerza y los tiempos de reacción. Es fundamental consultar con un profesional sanitario para evaluar la seguridad al volante y, si es necesario, realizar ajustes o considerar alternativas para garantizar la seguridad.

