La deformidad de Haglund es un agrandamiento óseo que se desarrolla en la parte posterior del talón, cerca de la inserción del tendón de Aquiles. Esta prominencia puede irritar el tejido blando circundante, provocando inflamación de la bursa (bursitis retrocalcánea) y degeneración del tendón de Aquiles. En conjunto, estos hallazgos suelen denominarse síndrome de Haglund o tríada de Haglund. La afección suele afectar a personas que llevan zapatos rígidos o realizan actividades repetitivas y de alto impacto.
¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)
La deformidad de Haglund puede darse tanto en hombres como en mujeres, pero a menudo se observa en adultos de mediana edad que son físicamente activos. Las mujeres que llevan zapatillas tipo pump, las deportistas que corren o salta con frecuencia, y las personas con estructuras hereditarias del pie —como arcos altos o tendones de Aquiles tensos— son más propensas a desarrollar esta condición. Puede afectar a uno o ambos talones y tiende a empeorar con el tiempo si no se trata.
Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)
La condición se desarrolla cuando se produce fricción o presión repetitiva entre la parte trasera del talón y el contrafuerte rígido del talón de las zapatillas. Con el tiempo, esta irritación provoca un crecimiento óseo en la parte superior del calcáneo (hueso del talón). Los factores clave que contribuyen incluyen:
- Pies de arco alto (pie cavo): Aumenta el contacto entre el talón y el zapato.
- Tendón de Aquiles tenso: Tira del hueso del talón, aumentando el estrés.
- Marcha anormal: Caminar sobre el borde exterior del talón aumenta la presión en la parte trasera del talón.
- Calzado inadecuado: Los zapatos rígidos como zapatos de talón, zapatos de vestir o patines de hielo agravan la zona.
A menudo se produce inflamación de la bursa circundante y degeneración del tendón de Aquiles, causando dolor crónico en el talón.
¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)
El calcáneo (hueso del talón) es el hueso más grande del pie y sirve como punto de fijación para el tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el pie. Entre el tendón y el hueso se encuentra la bursa retrocalcánea, un pequeño saco lleno de líquido que reduce la fricción. Cuando la prominencia ósea se agranda, irrita la bursa y el tendón durante el movimiento, especialmente con calzado ajustado, lo que provoca dolor e inflamación.
Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)
Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor en la parte trasera del talón, especialmente al llevar zapatos con la espalda rígida.
- Hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad cerca del tendón de Aquiles.
- Un bulto notable en la parte trasera del talón.
- Dolor al ponerse de puntillas o subir cuesta arriba.
- Rigidez e incomodidad que empeoran tras la actividad o estar de pie durante mucho tiempo.
¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)
El diagnóstico se basa en la historia clínica, el examen físico y los estudios de imagen.
- Examen físico: Revela un bulto óseo, sensibilidad localizada e hinchazón sobre el tendón de Aquiles.
- Radiografías: Muestra el tamaño y la forma de la prominencia ósea en el calcaneo.
- Resonancia magnética: Evalúa la degeneración o bursitis asociada al tendón de Aquiles.
- Ecografía: Puede utilizarse para evaluar la inflamación de tejidos blandos y guiar las inyecciones si es necesario.
Clasificación
La deformidad de Haglund puede categorizarse según la gravedad del agrandamiento óseo y la implicación de los tejidos circundantes:
- Leve: Irritación de tejidos blandos sin prominencia ósea significativa.
- Moderado: Bulto óseo con inflamación de la bursa y el tendón.
- Muy fuerte: Exostosis grande con tendinosis de Aquiles o desgarro parcial.
Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)
Las condiciones que pueden imitar la deformidad de Haglund incluyen:
- Tendinitis de Aquiles insertional
- Bursitis retrocalcânea sin prominencia ósea
- Tendinopatía calcificante
- Pinzamiento posterior del tobillo
- Enfermedad de Sever (en adolescentes)
Opciones de tratamiento
Atención no quirúrgica
El manejo conservador busca reducir el dolor y la inflamación y prevenir el empeoramiento de la deformidad.
- Modificación del calzado: Elige zapatos sin espalda o con respaldo blando y evita contratalones rígidos.
- Almohadillas o elevaciones para el talón: Reduce la presión sobre el talón y el tendón de Aquiles.
- Dispositivos ortográficos: Los insertos personalizados corrigen la alineación de los pies y alivian la carga de estrés.
- Fisioterapia: Los ejercicios de estiramiento para los músculos tendón de Aquiles y gemelo alivian la tensión.
- AINEs: Los antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, ibuprofeno) reducen el dolor y la inflamación.
- Terapia con hielo: Aplicar hielo durante 20 minutos ayuda a controlar la inflamación.
- Inmovilización: El yeso temporal o una bota de caminar pueden usarse en inflamaciones graves.
- Inyecciones de esteroides: Ocasionalmente se usan para reducir la bursitis, pero se aplican con precaución cerca del tendón para evitar la rotura.
Atención quirúrgica
Si los síntomas persisten tras meses de tratamiento conservador, puede ser necesaria una cirugía para eliminar la prominencia ósea y tratar problemas de tendones o bursa.
Técnicas quirúrgicas:
- Excisión abierta (CPT 28118):
- Un enfoque tradicional consiste en una incisión directa para eliminar el bulto óseo, extirpar la bursa inflamada y reparar el tendón de Aquiles si está dañado.
- Requiere inmovilizar con yeso o bota postoperatoria.
- Excisión endoscópica:
- Técnica mínimamente invasiva que utiliza pequeñas incisiones y una cámara (artroscopio) para guiar la extracción ósea y el desbridamiento de tejido.
- Ofrece cicatrices más pequeñas, menos dolor y recuperación más rápida, pero requiere especialización en cirugía.
Recuperación y qué esperar después del tratamiento
- Inmovilización: El pie se mantiene en un yeso o bota durante varias semanas para proteger el tendón y el lugar quirúrgico.
- Carga de peso gradual: Los pacientes pasan de las muletas a caminar completamente a medida que avanza la recuperación.
- Fisioterapia: Esencial para recuperar fuerza, rango de movimiento y equilibrio de la marcha.
- Línea de tiempo:
- Actividad ligera: 6–12 semanas
- Volver al deporte o a actividades intensas: 3–6 meses
La mayoría de los pacientes experimentan un alivio sustancial del dolor y una mejora en la función en los primeros meses de la cirugía.
Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)
Los riesgos potenciales incluyen:
- Infección o tardía en la cicatrización de la herida
- Irritación nerviosa (especialmente el nervio sural)
- Recurrencia del dolor en el talón
- Debilidad del tendón de Aquiles
- Rigidez persistente o formación de cicatrices
Las complicaciones son poco comunes con la técnica adecuada y el cuidado postoperatorio.
Perspectivas a largo plazo (pronóstico)
Tanto las cirugías abiertas como endoscópicas tienen tasas de éxito excelentes, con estudios que muestran una reducción significativa del dolor y una mejora funcional. Los resultados a largo plazo son muy favorables cuando la rehabilitación se sigue con diligencia.
Coste de bolsillo
Medicare
Código CPT 28118 – Excisión de la deformidad de Haglund: $140.01
La Parte B de Medicare suele cubrir el 80% del coste aprobado de este procedimiento una vez que se ha cumplido tu franquicia anual, dejándote responsable del 20% restante. Los planes de seguro complementario como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield suelen cubrir ese 20% restante, minimizando o eliminando los gastos de bolsillo de los procedimientos aprobados por Medicare. Estos planes se coordinan con Medicare para cubrir la carencia de cobertura y ayudar a los pacientes a evitar costes inesperados.
Si tienes un seguro secundario como TRICARE, un plan basado en el empleador o la Administración de Salud de Veteranos, actúa como pagador secundario. Estos planes suelen cubrir el coseguro restante o franquicias pequeñas, que suelen oscilar entre 100 y 300 dólares, dependiendo de tu plan y red de proveedores.
Indemnización por accidente laboral
Si la deformidad de Haglund de tu Haglund se desarrolló debido a estrés repetitivo o a una condición laboral, la Compensación Laboral cubrirá todos los costes relacionados con la cirugía, rehabilitación y cuidados postoperatorios. No tendrás gastos de tu bolsillo, ya que la aseguradora del empleador paga directamente todos los tratamientos aprobados.
Seguro sin culpa
Si la deformidad de Haglund o el dolor asociado en el talón fueron causados o agravados por un accidente de tráfico, el seguro sin culpa suele cubrir la totalidad del coste del procedimiento y la recuperación. El único gasto potencial de su bolsillo puede ser una pequeña franquicia o copago, dependiendo de tu póliza de seguro.
Ejemplo
Jennifer Morales sufría dolor crónico en el talón debido a la deformidad de Haglund, que no mejoró con tratamiento conservador. Se sometió a la escisión de la deformidad de Haglund (CPT 28118) con un coste estimado de bolsillo de Medicare de 140,01 dólares. Como Jennifer tenía seguro suplementario a través de Blue Cross Blue Shield, el saldo restante estaba completamente cubierto, lo que la dejaba sin gastos de bolsillo para el procedimiento.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Q. ¿Qué es la deformidad de Haglund?
La deformidad de A. Haglund es un agrandamiento óseo que se forma en la parte posterior del talón, a menudo en el punto de inserción del tendón de Aquiles. Puede causar inflamación de la bursa y tendinosis de Aquiles, lo que puede provocar dolor y molestias.
Q. ¿Cómo se diagnostica la deformidad de Haglund?
R. El diagnóstico suele realizarse mediante un examen físico, utilizando técnicas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas para evaluar la extensión de la deformidad y comprobar si hay daños en el tendón o bursa de Aquiles.
Q. ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la deformidad de Haglund?
R. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen reposo, fisioterapia, ortesis personalizadas y medicamentos para aliviar el dolor. Si los tratamientos conservadores no prosperan, puede recomendarse una cirugía para eliminar la prominencia ósea y reparar el tendón de Aquiles.
Q. ¿Cuál es la diferencia entre la cirugía abierta y endoscópica para la deformidad de Haglund?
R. La cirugía abierta implica una incisión más grande para acceder directamente al talón, mientras que la endoscopia es mínimamente invasiva, utilizando incisiones más pequeñas y una cámara para guiar el procedimiento, lo que resulta en una recuperación más rápida y cicatrices menores.
Q. ¿Cuáles son los beneficios de la cirugía para la deformidad de Haglund?
R. La cirugía alivia el dolor, restaura la función del pie y corrige la deformidad. La mayoría de los pacientes experimentan mejoras significativas, y muchos vuelven a las actividades y deportes habituales en pocos meses.
Q. ¿Cuál es el tiempo de recuperación tras la cirugía de la deformidad de Haglund?
R. La recuperación suele durar entre 6 y 12 semanas para actividades ligeras, y la mayoría de los pacientes pueden reanudar las actividades completas, incluidas las deportivas, en un plazo de 3 a 6 meses, dependiendo del tipo de cirugía y la curación individual.
Q. ¿Existen riesgos asociados a la cirugía para la deformidad de Haglund?
R. Los riesgos potenciales incluyen infección, daño nervioso y recurrencia de síntomas. Sin embargo, estas complicaciones son poco frecuentes y, con el cuidado adecuado, la cirugía suele ser muy eficaz para proporcionar un alivio a largo plazo.
Q. ¿Cuánto tiempo tarda en operarse la deformidad de Haglund?
Un. El procedimiento suele durar entre 1 y 2 horas, dependiendo de la complejidad de la deformidad y de si se requieren procedimientos adicionales, como la reparación de tendones.
Q. ¿Tendré que llevar yeso después de la cirugía por la deformidad de Haglund?
Un. Sí, la mayoría de los pacientes necesitarán llevar yeso o bota de caminar durante varias semanas tras la cirugía para proteger el talón y asegurar una correcta cicatrización del tendón y el hueso.
Q. ¿Es necesaria la fisioterapia tras una cirugía para la deformidad de Haglund?
Un. Sí, normalmente se recomienda fisioterapia para ayudar a restaurar la fuerza, flexibilidad y movilidad del pie y el tobillo, así como para favorecer una correcta curación y prevenir la rigidez.
Q. ¿Puede volver la deformidad de Haglund tras una cirugía?
Un. Aunque la recurrencia es rara, es posible que la deformidad de Haglund regrese si no se aborda la causa subyacente de la condición o si la rehabilitación no se sigue adecuadamente.
Q. ¿Cuáles son las señales de que la cirugía para la deformidad de Haglund fue exitosa?
R. El éxito suele indicarse por una reducción del dolor, una mayor amplitud de movimiento y la capacidad de retomar actividades normales sin molestias. Las citas de seguimiento evaluarán el progreso de la recuperación y la recuperación.
Q. ¿Se puede realizar la cirugía de deformidad de Haglund en ambos pies al mismo tiempo?
Un. Aunque es posible realizar la cirugía en ambos pies al mismo tiempo, normalmente se realiza un pie a la vez para permitir una cicatrización adecuada y minimizar el riesgo de complicaciones.
Q. ¿Existen tratamientos no quirúrgicos para la deformidad de Haglund?
Un. Sí, los tratamientos no quirúrgicos incluyen reposo, hielo, medicamentos antiinflamatorios, ejercicios de estiramiento, ortesis personalizadas y el uso de elevaciones de talón o acolchones para reducir la presión sobre la deformidad.
Q. ¿Es permanente la cirugía para la deformidad de Haglund?
R. La cirugía se considera generalmente una solución permanente para eliminar la prominencia ósea y aliviar el dolor. Sin embargo, los pacientes deben seguir una rehabilitación adecuada para asegurar resultados a largo plazo y prevenir recurrencias.
Q. ¿Cuál es la deformidad de Haglund?
Un. Un agrandamiento óseo en la parte posterior del talón que irrita los tejidos cercanos y causa dolor, especialmente al llevar zapatos rígidos.
Q. ¿Puede la deformidad de Haglund curarse sin cirugía?
R. Las medidas no quirúrgicas pueden controlar los síntomas pero no eliminar el bulto óseo. El dolor persistente puede requerir corrección quirúrgica.
Q. ¿Es dolorosa la cirugía?
R. El malestar postoperatorio es manejable con medicación, y la mayoría de los pacientes reportan un alivio significativo del dolor a largo plazo.
Q. ¿Cuál es la diferencia entre cirugía abierta y endoscópica?
R. La cirugía abierta implica una incisión más grande, mientras que la endoscópica emplea incisiones pequeñas y una cámara para un procedimiento menos invasivo y con recuperación más rápida.
Q. ¿Cuánto tiempo tarda la recuperación?
Un. La mayoría de los pacientes vuelven a la actividad ligera en 6–12 semanas y reanudan la actividad completa entre los 3 y 6 meses.
Q. ¿Puede volver la deformidad de Haglund?
R. La recurrencia es rara, pero puede ocurrir si no se abordan factores que contribuyen, como zapatos ajustados o arcos altos.
Resumen y conclusiones
La deformidad de Haglund es un doloroso agrandamiento óseo en la parte posterior del talón que puede provocar bursitis e irritación del tendón de Aquiles. Los tratamientos no quirúrgicos —incluyendo estiramientos, cambios de calzado y ortesis— suelen ser efectivos, pero puede ser necesaria la cirugía para un alivio duradero. Tanto los enfoques abiertos como endoscópicos tienen excelentes resultados, siendo la cirugía endoscópica que ofrece una recuperación más rápida y cicatrices más pequeñas. La evaluación temprana y el tratamiento adecuado ayudan a prevenir el dolor y la deformidad a largo plazo.
Perspectiva clínica y hallazgos recientes
Un estudio reciente revisó 20 ensayos clínicos sobre el manejo quirúrgico de la deformidad de Haglund y encontró que tanto los procedimientos abiertos como endoscópicos proporcionan un alivio significativo del dolor y una mejora funcional. Las puntuaciones medias de los pacientes en la escala de la Sociedad Americana de Ortopedia del Pie y Tobillo (AOFAS) mejoraron aproximadamente entre 30 y 35 puntos tras la cirugía, confirmando excelentes resultados a largo plazo.
Aunque ambos métodos fueron efectivos, la cirugía endoscópica mostró varias ventajas, incluyendo incisiones más pequeñas, menos complicaciones en la herida, recuperación más rápida y mejores resultados estéticos. Sin embargo, los autores señalaron que la técnica endoscópica requiere mayor pericia quirúrgica debido a su pronunciada curva de aprendizaje.
En general, el estudio concluyó que la escisión endoscópica es una alternativa segura, mínimamente invasiva e igualmente eficaz a la cirugía abierta, ofreciendo tasas de éxito comparables con menor riesgo de complicaciones. («Estudio sobre los resultados quirúrgicos de la escisión de deformidad de Haglund – véase PubMed.»)
¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)
La deformidad de Haglund es tratada por un cirujano ortopédico de pie y tobillo o por un cirujano podológico de pie y tobillo. El equipo puede incluir un anestesiólogo, un radiólogo y un fisioterapeuta para ayudar con el diagnóstico, la cirugía y la rehabilitación.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Consulta a un especialista si tienes dolor en el talón que persiste a pesar del reposo, las plantillas ortopédicas o los cambios en el calzado, o si la hinchazón y la sensibilidad empeoran con la actividad.
¿Cuándo acudir a urgencias?
Busca atención inmediata si experimentas dolor intenso repentino, incapacidad para caminar, signos de infección (fiebre, enrojecimiento, secreción) o una posible rotura del tendón de Aquiles.
¿Cómo es realmente la recuperación?
La hinchazón y molestias leves son comunes en las primeras semanas. La mejora gradual continúa con la fisioterapia, y la mayoría de los pacientes recuperan la movilidad completa en un plazo de 3 a 6 meses.
¿Qué ocurre si lo ignoras?
La deformidad de Haglund no tratada puede causar dolor crónico en el talón, tendinosis de Aquiles y bursitis, lo que finalmente conduce a cambios degenerativos en el tendón y a una menor movilidad.
¿Cómo prevenirlo?
- Lleva zapatos con tacones blandos o abiertos.
- Realiza estiramientos regulares de pantorrillas y tendón de Aquiles.
- Utiliza ortesis para mantener la alineación y reducir la fricción.
- Evita caminar o correr durante mucho tiempo con calzado rígido.
Nutrición y salud ósea o articular
Una dieta rica en calcio, vitamina D y proteínas favorece la curación de tendones y huesos. Mantenerse hidratado y mantener un peso saludable reduce el estrés en el talón y el tendón de Aquiles.
Modificaciones de la actividad y del estilo de vida
Elige ejercicios de bajo impacto como natación o ciclismo durante la recuperación. Evita correr cuesta arriba o llevar zapatos de tacón alto o ajustados. Sigue estirando y usa calzado que te ayude para evitar que se repitan.

