Síndrome de la articulación facetaria

El síndrome de la articulación facetaria es una condición causada por el desgaste de las pequeñas articulaciones situadas a lo largo de la parte posterior de la columna. Estas articulaciones, llamadas articulaciones facetarias, permiten que las vértebras se deslicen suavemente durante el movimiento. Cuando las articulaciones se inflaman o su cartílago protector se desgasta, pueden causar dolor en el cuello o la zona lumbar que puede irradiarse a zonas cercanas.

¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)

Los problemas en las articulaciones facetarias son comunes en adultos mayores de 40 años y aumentan con la edad. Las zonas lumbar (lumbar lumbar) y cervical (cuello) son las que más afectan con frecuencia. Las personas que realizan flexiones, giros o levantamientos pesados repetidos tienen más probabilidades de desarrollar esta condición. Las mujeres, fumadoras y quienes padecen obesidad o lesiones previas en la columna tienen un riesgo ligeramente mayor.

Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)

El síndrome de la articulación facetaria se desarrolla cuando el cartílago articular que cubre los extremos de los huesos facetarios se desgasta, provocando fricción, inflamación y dolor.
Las causas principales incluyen:

  • Degeneración relacionada con la edad: Pérdida natural de cartílago y líquido articular.
  • Pérdida de altura del disco: Cuando los discos espinales se contraen, transfieren más carga a las articulaciones facetarias.
  • Esfuerzo repetitivo: Doblarse o torcerse frecuentemente, común en deportistas o trabajadores.
  • Trauma: Lesiones por impacto repentino o latigazo cervical.
  • Artritis: La osteoartritis puede acelerar la degeneración y causar espolones óseos que estrechan el espacio articular.

A medida que avanza la degeneración, las articulaciones pueden agrandarse, endurecerse o comprimir los nervios cercanos.

¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)

Cada vértebra tiene dos pares de articulaciones facetarias: una conectada a la vértebra superior y otra a la vértebra inferior. Actúan como bisagras, guiando el movimiento de la columna mientras evitan giros excesivos.
Las superficies articulares están recubiertas de cartílago y rodeadas por una cápsula que produce líquido sinovial, manteniendo la articulación lubricada. Cuando el cartílago se adelgaza o la cápsula se inflama, se pierde el movimiento suave y las señales de dolor se envían a través de pequeños nervios de rama medial.

Sección axial de la columna lumbar que muestra las articulaciones facetarias.

Sección axial de la columna lumbar que muestra las articulaciones facetarias.

Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)

Los síntomas varían según la ubicación de las articulaciones afectadas:

  • Lumbar (zona lumbar): Dolor sordo y sordo en la parte baja de la espalda, glúteos o parte superior de los muslos. El dolor suele empeorar tras la inactividad y mejora con movimientos suaves o inclinación hacia adelante.
  • Cérvix cervical: Dolor punzante en el cuello, los hombros o la parte superior de la espalda. El dolor puede empeorar al girar o inclinar la cabeza.
    Otros síntomas posibles incluyen rigidez, sensibilidad en la zona afectada y, cuando las raíces nerviosas están irritadas, dolor punzante en el brazo o la pierna (radiculopatía).

¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)

El diagnóstico comienza con una historia clínica detallada y un examen físico para determinar de dónde proviene el dolor.
Las pruebas pueden incluir:

  • Radiografías: Revela los espolones óseos y la alineación de las articulaciones.
  • Resonancia magnética: Muestra inflamación y afectación nerviosa.
  • TAC: Proporciona imágenes detalladas de la estructura ósea y articular.
  • Inyecciones diagnósticas en facetas: Una inyección anestésica e inyección de esteroides en la articulación o en los nervios circundantes. Si se produce alivio del dolor, se confirma que la articulación es la fuente del dolor.

Clasificación

La enfermedad de la articulación facetaria puede describirse por región (cervical, torácica, lumbar) y estadio:

  • Principios: Inflamación leve y rigidez ocasional.
  • Moderado: Pérdida de cartílago articular con dolor más frecuente.
  • Avanzado: Espolones óseos y compresión nerviosa que causan dolor crónico o síntomas referidos.

Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)

Las condiciones que pueden asemejarse al síndrome de la articulación facetaria incluyen:

  • Hernias discales o abultadas
  • Disfunción de la articulación sacroilíaca
  • Estenosis espinal
  • Distensión muscular o esguince de ligamentos
  • Artritis o espondilitis anquilosante

Las inyecciones de imagen y diagnóstico ayudan a distinguir entre estas causas.

Opciones de tratamiento

Cuidados no quirúrgicos

La mayoría de los pacientes mejoran con un tratamiento conservador:

  • Medicamentos: Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o relajantes musculares para el control del dolor.
  • Fisioterapia: Se centra en la corrección de postura, la flexibilidad y el fortalecimiento de los músculos del core para apoyar la columna.
  • Terapia de calor o frío: Reduce la inflamación y la tensión muscular.
  • Cambios en el estilo de vida: Manejo del peso, ajustes ergonómicos y evitar flexiones repetitivas.
  • Inyecciones en facetas: Las inyecciones de corticosteroides y anestésicos pueden reducir la inflamación y el dolor durante semanas o meses.

Atención quirúrgica

Rara vez es necesaria la cirugía, pero puede considerarse si las opciones no quirúrgicas no son necesarias.

  • Ablación por radiofrecuencia (RFA): Utiliza el calor para desactivar los nervios de la rama medial pequeña que transmiten señales de dolor desde la articulación facetaria.
  • Fusión espinal: En casos graves de inestabilidad, las vértebras adyacentes se unen permanentemente para evitar movimientos dolorosos.

Recuperación y qué esperar después del tratamiento

La mayoría de los pacientes notan una mejora gradual durante varias semanas con terapia y medicación. Tras la RFA o las inyecciones, el alivio del dolor puede durar desde seis meses hasta dos años. Tras la fusión espinal, la recuperación lleva varios meses con fisioterapia para recuperar la movilidad y la fuerza.

Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)

Los riesgos son poco comunes, pero pueden incluir:

  • Dolor temporal tras las inyecciones
  • Infección o sangrado en el lugar de la inyección
  • Irritación nerviosa o reacción alérgica a medicamentos
  • Dolor persistente que requiere tratamiento adicional

Los riesgos quirúrgicos incluyen infección, fallo del hardware o rigidez en el nivel fusionado.

Perspectivas a largo plazo (pronóstico)

El pronóstico es generalmente excelente. Muchos pacientes recuperan la actividad completa gracias a terapia, corrección de postura y hábitos saludables. Sin embargo, la degeneración puede progresar con la edad, requiriendo tratamiento periódico para los brotes.

Gastos de bolsillo

Medicare

Código CPT 64490 – Inyección facetaria (cervical/torácica): 43,90 $
Código CPT 64493 – Inyección facetaria (lumbar/sacro): 40,70 $
Código CPT 64633 – Ablación por radiofrecuencia (RFA) / Neurotomía (cervical/torácica): 98,54 $
Código CPT 64635 – Ablación por radiofrecuencia (RFA) / Neurotomía (lumbar/sacro): 99,35 $

Bajo Medicare, los pacientes son responsables del 20% del coste aprobado de cada procedimiento una vez que se ha alcanzado la franquicia anual. Los planes de seguro complementarios como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield generalmente cubren este 20%, eliminando o reduciendo significativamente los gastos de bolsillo de los procedimientos de articulaciones facetarias aprobados por Medicare. Estas pólizas complementarias trabajan en conjunto con Medicare para cerrar la brecha de costes tanto en las intervenciones diagnósticas como terapéuticas en la columna.

El seguro secundario —como los Planes Financieros, TRICARE o la Administración de Salud de Veteranos (VHA)— actúa como pagador secundario tras la tramitación de la reclamación por parte de Medicare. Una vez que se cumple la franquicia, el seguro secundario puede cubrir el coseguro o el saldo restante. Estos planes a veces tienen su propia franquicia, que suele oscilar entre 100 y 300 dólares, dependiendo de la póliza y de si los servicios los prestan proveedores dentro de la red.

Compensación por Trabajadores
Si tu dolor en la articulación facetaria es resultado de una lesión laboral o una tensión repetitiva, la Compensación de Trabajadores cubrirá completamente todos los costes diagnósticos y relacionados con el tratamiento, incluyendo inyecciones en las articulaciones facetarias o ablación por radiofrecuencia. Bajo la Compensación de Trabajadores, no tendrás gastos de tu bolsillo por atención aprobada.

Seguro sin culpa
Si tu dolor en las articulaciones facetarias fue causado o agravado por un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa cubrirá todos los procedimientos médicos e intervencionistas necesarios, como inyecciones facetarias y ablación por radiofrecuencia. El único cargo posible es una pequeña franquicia, dependiendo de los detalles específicos de tu póliza.

Ejemplo
Patricia, paciente de 63 años, se sometió a inyecciones en la articulación facetaria lumbar (CPT 64493) seguidas de una ablación por radiofrecuencia (CPT 64635) para tratar el dolor lumbar crónico derivado del síndrome de la articulación facetaria. Sus costes de bolsillo de Medicare fueron de 40,70 y 99,35 dólares, respectivamente. Como tenía seguro suplementario a través de AARP Medigap, el 20% restante que Medicare no cubría estaba totalmente pagado, por lo que no supuso ningún gasto de bolsillo para sus procedimientos.

Preguntas más frecuentes (FAQ)

Q. ¿Es el síndrome de la articulación facetaria lo mismo que la artritis?
Un. Sí, es un tipo de artritis espinal que afecta a las pequeñas articulaciones entre vértebras.

Q. ¿Cuánto duran las inyecciones?
R. El alivio varía, pero muchos pacientes experimentan varios meses de reducción del dolor.

Q. ¿Puede ayudar el ejercicio?
R. Sí. Fortalecer los músculos de la espalda y abdominales estabiliza la columna vertebral y reduce el estrés en las articulaciones.

Q. ¿Necesitaré cirugía?
R. La cirugía es rara y solo se considera si otros tratamientos fracasan.

Resumen y conclusiones

El síndrome de la articulación facetaria ocurre cuando las pequeñas articulaciones estabilizadoras de la columna se desgastan o inflaman, lo que provoca dolor de espalda o cuello. La mayoría de los pacientes mejoran con fisioterapia, medicación e inyecciones dirigidas. El alivio a largo plazo es posible con corrección de postura, ejercicio y elecciones de estilo de vida saludables.

Perspectiva clínica y hallazgos recientes

Un estudio prospectivo reciente investigó el uso de inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) para tratar el síndrome crónico de la articulación facetaria lumbar y lo comparó con inyecciones anestésicas locales. En el ensayo que involucró a 78 pacientes, quienes recibieron inyecciones de PRP guiadas por TC mostraron una reducción significativamente mayor del dolor y mejoría funcional que aquellos tratados solo con anestésico.

Las puntuaciones de dolor en el grupo PRP bajaron más de la mitad en seis semanas y se mantuvieron bajas hasta un año, mientras que el alivio del dolor en el grupo anestésico disminuyó tras seis meses. De manera similar, el Índice de Discapacidad de Oswestry—utilizado para medir la movilidad y la función diaria—mejoró casi un 50% en el grupo PRP, lo que indica un beneficio duradero.

El estudio atribuyó estos efectos a la acción biológica del PRP, que promueve la reparación tisular y reduce la inflamación sin los efectos secundarios asociados a los esteroides o la cortisona. Estos hallazgos sugieren que las inyecciones de PRP podrían ofrecer una opción de tratamiento segura y a largo plazo para pacientes con síndrome de la articulación facetaria. (Estudio de la terapia PRP para el síndrome de la articulación facetaria lumbar – Véase PubMed.)

¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)

El tratamiento es gestionado por cirujanos ortopédicos de columna, médicos especialistas en manejo del dolor y fisioterapeutas, que a menudo trabajan juntos para proporcionar atención tanto no quirúrgica como intervencionista.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Deberías acudir a un especialista si tienes:

  • Dolor crónico de espalda o cuello que dura más de unas semanas
  • Dolor que empeora al girar o extender la columna
  • Alivio del dolor al inclinarse hacia delante o descansar

¿Cuándo acudir a urgencias?

Ve a urgencias si experimentas:

  • Debilidad o entumecimiento repentino en los brazos o las piernas
  • Pérdida de control vesical o intestinal
  • Dolor severo e inexplicable tras una lesión

¿Cómo es realmente la recuperación?

La mayoría de la gente retoma sus actividades normales a los pocos días de las inyecciones o RFA. La fisioterapia sigue desarrollando flexibilidad y fuerza. En casos crónicos, el tratamiento periódico mantiene los síntomas bajo control.

¿Qué ocurre si lo ignoras?

Sin tratamiento, el dolor y la rigidez pueden empeorar con el tiempo. En casos graves, los espolones óseos o la inflamación de las articulaciones pueden presionar los nervios, causando dolor crónico o movilidad limitada.

¿Cómo prevenirlo?

  • Mantén una buena postura durante el trabajo y descansa.
  • Haz ejercicio regularmente para mantener fuertes los músculos de la espalda y del core.
  • Evita los giros repetitivos y levantar peso.
  • Mantén un peso saludable para reducir el estrés espinal.

Nutrición y salud ósea o articular

Una dieta rica en calcio, vitamina D y ácidos grasos omega-3 favorece la salud ósea y articular. Mantenerse hidratado y evitar fumar ayuda a mantener un cartílago sano.

Modificaciones de la actividad y del estilo de vida

Las actividades de bajo impacto como la natación, el yoga o caminar mejoran la flexibilidad y la estabilidad de la columna. Los ajustes ergonómicos en el trabajo y los estiramientos frecuentes reducen la tensión en la columna.

¿Tienes más preguntas?

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Dr Mo Athar md

El Dr. Mohammad Athar, cirujano ortopédico con amplia experiencia y especialista en pie y tobillo, atiende a sus pacientes en las consultas de Complete Orthopedics en Queens/Long Island. Con formación especializada en reconstrucción de cadera y rodilla, el Dr. Athar cuenta con una amplia experiencia en prótesis totales de cadera y rodilla para el tratamiento de la artritis de cadera y rodilla, respectivamente. Como cirujano ortopédico, también realiza intervenciones quirúrgicas para tratar roturas de menisco, lesiones de cartílago y fracturas. Está certificado para realizar reemplazos de cadera y rodilla asistidos por robótica y es un experto en técnicas de vanguardia para el reemplazo de cartílago.

Además, el Dr. Athar es un especialista en pie y tobillo con formación especializada, lo que le ha permitido acumular una vasta experiencia en cirugía de pie y tobillo, incluyendo el reemplazo de tobillo, nuevas técnicas de reemplazo de cartílago y cirugía de pie mínimamente invasiva. En este ámbito, realiza cirugías para tratar la artritis de tobillo, las deformidades del pie, los juanetes, las complicaciones del pie diabético, las deformidades de los dedos de los pies y las fracturas de las extremidades inferiores. El Dr. Athar es experto en el tratamiento no quirúrgico de afecciones musculoesqueléticas en las extremidades superiores e inferiores, como aparatos ortopédicos, medicamentos, ortesis o inyecciones para tratar las afecciones mencionadas anteriormente. Capacidades de edición limitadas.

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