Reconstrucción del ligamento patelofemoral medial

La reconstrucción del ligamento patelofemoral medial es un tratamiento quirúrgico utilizado para corregir la inestabilidad de la rótula. Este procedimiento se realiza cuando el ligamento de la parte interna de la rodilla está roto y ya no puede mantener la rótula centrada. Cuando este ligamento se daña, la rótula puede deslizarse fuera de su sitio, causando dolor, hinchazón y dislocaciones repetidas. El objetivo de la cirugía es restaurar la estabilidad para que la rodilla pueda doblarse y estirarse suavemente sin que la rótula se deslice.

¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)

Esta cirugía se recomienda principalmente para personas que sufren luxaciones repetidas de rótula. Es común en personas jóvenes y activas y en deportistas, aunque puede afectar a personas de cualquier edad. También puede ser necesario en personas con articulaciones naturalmente sueltas o problemas de alineación que hacen que la rótula sea más propensa a resbalar.

Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)

El ligamento patelofemoral medial ayuda a guiar la rótula mientras esta se dobla. Un impacto fuerte, una caída o un movimiento de torsión repentino pueden desgarrar este ligamento. Algunas personas son más propensas a esta lesión debido a articulaciones flojas, alineación ósea inusual o tejidos tensos en la parte externa de la rodilla. Cuando el ligamento cicatriza de forma estirada o floja, la rótula se vuelve inestable y puede dislocarse repetidamente.

Trauma directo: Un golpe o impacto significativo en la rodilla, como una caída o colisión durante actividades deportivas, puede provocar una lesión por MPFL. Este traumatismo puede causar estiramiento o desgarro del ligamento.

Estrés repetitivo: Las actividades que implican doblarse, girar o cambiar bruscamente de dirección pueden ejercer un estrés excesivo sobre el MPFL, lo que provoca un desgaste gradual con el tiempo. Esto es especialmente común en deportistas que practican deportes como baloncesto, fútbol o voleibol.

Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición inherente a la laxitud ligamentosa o a anomalías en la alineación de la rótula y el fémur, aumentando su riesgo de lesión por MPFL.

Desequilibrio muscular: La debilidad o desequilibrio en los músculos que rodean la rodilla, especialmente en los cuádriceps y los isquiotibiales, puede alterar el funcionamiento normal de la MPFL y contribuir a su lesión.

Además de lesiones traumáticas o atléticas, algunos pacientes pueden ser propensos a la luxación de la rótula debido al aumento de la laxitud en sus articulaciones y ligamentos, o debido a estructuras tensas (retináculo rotuliano) en el lado externo de la articulación de la rodilla.

El ligamento roto puede sanar de forma natural, pero normalmente se recupera de forma floja, lo que provoca inestabilidad en la rótula. Esto puede provocar una inestabilidad recurrente que agrave aún más la condición. Además, con el tiempo, el cartílago que forma la articulación patelofemoral puede desgastarse, lo que provoca artritis y cambios degenerativos.

¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)

La rótula se sitúa en una pequeña ranura en la parte delantera del fémur. A medida que la rodilla se dobla, la rótula se mueve arriba y abajo por este surco. El ligamento patelofemoral medial, situado en la parte interna de la rodilla, actúa como una correa para evitar que la rótula se desplace hacia afuera. Cuando este ligamento se rompe, la rótula puede desplazarse fuera de su lugar.

La resonancia magnética de rodilla en la sección axial mostró un MPFL normal.

La resonancia magnética de rodilla en la sección axial mostró un MPFL normal.

Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)

La lesión del ligamento patellofemoral medial (MPFL) suele presentarse con varios síntomas distintivos que pueden variar en intensidad según la gravedad de la lesión. El MPFL es un ligamento crucial que estabiliza la rótula (rótula) y evita que se disloque hacia el lado externo de la rodilla. Cuando este ligamento se lesiona, puede provocar molestias significativas y limitaciones funcionales. Estos son los síntomas más comunes asociados a la lesión por MPFL:

Dolor: El dolor suele ser el primer síntoma que se experimenta en una lesión de MPFL. Puede localizarse en la parte interna de la rodilla o alrededor de la rótula. El dolor puede variar de leve a intenso y puede agravarse con actividades que impliquen doblar o estirar la rodilla, como caminar, correr o subir escaleras.

Hinchazón: La inflamación alrededor de la rótula o a lo largo de la articulación de la rodilla es otro síntoma típico de la lesión por MPFL. La hinchazón puede desarrollarse rápidamente tras la lesión o gradualmente con el tiempo, y puede contribuir a la rigidez y a la limitación del rango de movimiento en la rodilla.

Inestabilidad o sensación de ceder: Dado que el MPFL desempeña un papel crucial en la estabilización de la rótula, su lesión puede provocar una sensación de inestabilidad en la rodilla. Los pacientes pueden describir la sensación de que la rodilla «cede» o que podría dislocarse, especialmente durante actividades que requieren cambios bruscos de dirección o de carga de peso.

Dificultad para estirar la rodilla: En algunos casos, las personas con una lesión de MPFL pueden tener dificultades para estirar completamente la rodilla afectada. Esta limitación en la extensión, también conocida como contractura de flexión de rodilla, puede contribuir aún más a la deterioración y la incomodidad funcional.

Sensación audible de chasquidos o chasquidos (chasquido): Las lesiones en el MPFL a veces pueden ir acompañadas de sensaciones audibles de chasquidos o chasquidos en la articulación de la rodilla, especialmente durante el movimiento. Estos sonidos pueden producirse debido a que la rótula se desvía de su alineación normal o roza contra otras estructuras dentro de la rodilla.

Sensibilidad al tacto: La zona alrededor de la parte interna de la rodilla, donde el MPFL se une al fémur y la rótula, puede volverse sensible al tacto. Palpar esta zona puede provocar dolor y molestias, especialmente si la lesión es aguda o si hay inflamación asociada.

¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)

El diagnóstico comienza con una revisión de cómo ocurrió la lesión y cualquier historial de dislocaciones previas. Un examen físico revisa si la rótula está flácida y signos de mal seguimiento. Las radiografías ayudan a evaluar la alineación ósea. Se puede utilizar una tomografía computarizada para evaluar la forma de la rodilla. La resonancia magnética muestra claramente los tejidos blandos y puede confirmar una rotura del ligamento.

Clasificación

Las lesiones del ligamento patelofemoral medial pueden clasificarse por el grado de desgarro, la ubicación del desgarro y la presencia de dislocaciones repetidas. La inestabilidad de la rótula también puede evaluarse según la frecuencia con la que la rótula se desliza y si la alineación ósea contribuye al problema.

Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)

Otras causas de dolor o inestabilidad de rodilla incluyen desgarros de menisco, esguinces de ligamentos, lesiones de cartílago, bursitis, irritación de tendones y flojidad generalizada de las articulaciones. Un examen cuidadoso y estudios de imagen ayudan a distinguir estas condiciones de la inestabilidad de la rótula.

Opciones de tratamiento

Atención no quirúrgica
El cuidado inicial puede incluir descanso, uso de férulas, fisioterapia y cambios en la actividad. Estos tratamientos refuerzan los músculos de la rodilla y mejoran el control de la rótula. Algunas personas se recuperan sin cirugía tras una sola luxación.

Atención quirúrgica
Se recomienda la cirugía tras dos o más luxaciones o cuando la rótula sigue inestable. El procedimiento utiliza un pequeño injerto de tendón, a menudo extraído de uno de los músculos del isquiotibial, para reconstruir el ligamento desgarrado. El cirujano realiza incisiones muy pequeñas usando una cámara e instrumentos especiales. El injerto está unido al lado interno de la rótula y a la parte inferior interna del fémur. A veces, si la alineación ósea contribuye al problema, el cirujano puede reposicionar el bulto del hueso donde se une el tendón de la rótula. Tras la cirugía, la rodilla se coloca en una férula para proteger la reparación.

Imagen intraoperatoria que muestra la reparación artroscópica de la MPFL.

Imagen intraoperatoria que muestra la reparación artroscópica de la MPFL.

Recuperación y qué esperar después del tratamiento

La recuperación incluye descanso, hielo, elevación y medicación para aliviar el dolor. La fisioterapia comienza poco después de la cirugía para recuperar el movimiento y la fuerza. Se lleva una férula para mantener la rodilla recta durante la cicatrización temprana. La mayoría de las personas vuelven a las actividades diarias en pocos meses, aunque la recuperación completa varía.

Beneficios de la reconstrucción MPFL

La reconstrucción MPFL ofrece varios beneficios para quienes experimentan inestabilidad de rodilla:

Mejora de la estabilidad: Al reparar el MPFL, la cirugía ayuda a restaurar la estabilidad de la articulación de la rodilla, reduciendo el riesgo de luxaciones rotulianas.

Alivio del dolor: Para muchas personas, la reconstrucción MPFL puede aliviar el dolor y las molestias asociadas a la inestabilidad de la rodilla.

Función mejorada: Con una articulación de rodilla estable, probablemente experimentarás una mejor función y movilidad, lo que te permitirá participar en actividades sin miedo a lesiones.

Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)

Los riesgos incluyen infección, rigidez y dolor. También existe la posibilidad de que el injerto no cicatrice correctamente y requiera tratamiento adicional. Es posible una pérdida temporal de movimiento, pero normalmente mejora con la terapia.

Perspectivas a largo plazo (pronóstico)

La mayoría de las personas que se someten a esta cirugía recuperan estabilidad y una mayor comodidad. A menudo pueden volver a sus actividades normales sin temor a una luxación repetida de la rótula. La perspectiva a largo plazo suele ser buena cuando se sigue una rehabilitación adecuada.

Gastos de bolsillo

Medicare

Código CPT 27427 – Reconstrucción MPFL: $168.63
Código CPT 20922 – Extracción de tendones autoinjertados (si se realiza): $145.72
Código CPT 20924 – Allograft (si se usa): $119.99
Código CPT 29873 – Liberación lateral artroscópica (si se realiza): $128.93

Medicare suele pagar la mayor parte de los cargos aprobados por estos servicios, pero se mantiene una parte del paciente. Los planes de seguro complementario como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield suelen cubrir el veinte por ciento restante que Medicare no cubre. Estos planes están pensados para cubrir esa carencia, por lo que cuando el procedimiento está aprobado por Medicare, los pacientes a menudo no deben nada más.

Si tienes un seguro secundario a través de un plan de empresa, TRICARE o la Administración de Salud de Veteranos, actúa como el siguiente pagador después de Medicare. Una vez que se cumple cualquier franquicia, el plan secundario puede cubrir el resto del saldo, incluido el coseguro. Estos planes pueden tener su propia franquicia, que suele oscilar entre 100 y 300 dólares dependiendo de la póliza específica.

Compensación por Trabajadores
Si tu reconstrucción MPFL es necesaria debido a una lesión laboral, la Compensación de Trabajadores cubre toda la cirugía y el cuidado relacionado. No hay gastos de tu bolsillo.

Seguro sin culpa
Si tu lesión de rodilla es causada por un accidente de tráfico, el seguro sin culpa cubre el coste total del procedimiento. El único cargo posible sería una pequeña franquicia dependiendo de tu póliza.

Ejemplo
Una paciente llamada Sarah necesitó reconstrucción de MPFL debido a dislocaciones repetidas de rótula. Su responsabilidad estimada de Medicare era de 168,63 dólares más los importes relacionados con los procedimientos adicionales. Como también tenía un seguro secundario, cubría la parte restante, sin costes de su bolsillo.

Preguntas más frecuentes (FAQ)

Q. ¿Podré caminar después de la cirugía?
Un. Sí, normalmente caminarás con férula y soporte poco después del procedimiento.

Q. ¿Cuándo puedo volver al deporte?
Un. La mayoría de la gente vuelve al deporte en unos meses, pero esto depende del progreso en la recuperación y la terapia.

Q. ¿La cirugía evitará que la rótula vuelva a dislocarse?
Un. El objetivo es reducir o eliminar considerablemente la inestabilidad, pero los resultados varían según la persona.

Q. ¿La cirugía deja cicatrices grandes?
R. No, las incisiones son muy pequeñas.

Q. ¿Es doloroso el procedimiento?
Un. Se espera algo de dolor e hinchazón, pero mejoran con medicación, hielo y terapia.

Resumen y conclusiones

La reconstrucción del ligamento patelofemoral medial se utiliza para corregir la inestabilidad de la rótula causada por un ligamento desgarrado. Mejora la estabilidad, reduce el dolor y ayuda a prevenir luxaciones repetidas. El procedimiento utiliza un pequeño injerto de tendón para reconstruir el ligamento dañado, seguido de una terapia estructurada para restaurar la fuerza y el movimiento. Con un cuidado y recuperación adecuados, la mayoría de las personas vuelven a las actividades diarias normales con una rodilla estable.

Perspectiva clínica y hallazgos recientes

Un estudio reciente revisó los resultados de la reconstrucción del ligamento patelofemoral medial en pacientes inmaduros con esqueleto y encontró que las técnicas anatómicas—como la fijación superficial y transósea—presentaban tasas de dislocación significativamente más bajas y tasas de retorno al deporte más altas en comparación con los métodos no anatómicos, sin evidencia de alteración de la placa de crecimiento.

Estos hallazgos respaldan los principios quirúrgicos descritos anteriormente, donde restaurar la estabilidad de la rótula con un injerto preciso y anatómicamente colocado es esencial para prevenir luxaciones recurrentes y mejorar la función de rodilla a largo plazo

Los resultados del estudio coinciden con el objetivo de la reconstrucción MPFL tal y como se detalla en la visión clínica general: reconstruir el ligamento mediante un injerto de tendón, corregir el mal seguimiento cuando sea necesario y ayudar a los pacientes a volver a la actividad normal con mejor estabilidad y reducción del dolor. (‘Estudio de los resultados de la reconstrucción MPFL – véase PubMed.«)

¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)

Esta cirugía la realizan cirujanos ortopédicos especializados en lesiones de rodilla. Asistentes médicos, enfermeros y fisioterapeutas apoyan la atención antes y después de la cirugía.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Deberías acudir a un especialista si tu rótula se disloca más de una vez, si la rodilla se siente inestable o si la hinchazón y el dolor vuelven constantemente.

¿Cuándo acudir a urgencias?

Acude a urgencias si la rótula se despega de repente y no vuelve por sí sola, si la rodilla se hincha gravemente o si no puedes mover o estirar la pierna.

¿Cómo es realmente la recuperación?

La recuperación implica movimiento controlado, fortalecimiento gradual y terapia regular. Puede que al principio notes rigidez, pero el movimiento mejora con el tiempo. Caminar se vuelve más fácil a medida que el ligamento cicatriza y la rodilla gana fuerza.

¿Qué ocurre si lo ignoras?

Si se ignora la inestabilidad de la rótula, las luxaciones repetidas pueden provocar más dolor, mayor daño al cartílago y el desarrollo temprano de la artritis.

¿Cómo prevenirlo?

Fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, mejorar el equilibrio y evitar giros bruscos puede ayudar a proteger la rótula. Una rehabilitación adecuada tras una primera dislocación reduce el riesgo futuro.

Nutrición y salud ósea o articular

Una dieta equilibrada con proteínas, calcio y vitamina D favorece la curación de los hueos y los tejidos. Mantenerse hidratado también ayuda al funcionamiento articular durante la recuperación.

Modificaciones de la actividad y del estilo de vida

Tras la cirugía, las actividades se reintroducen lentamente. Los ejercicios de bajo impacto como el ciclismo o la natación ayudan a recuperar la fuerza sin forzar la rodilla. Los deportes de alto impacto deberían esperar hasta que tu equipo médico recupere completamente y tenga la autorización.

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Dr. Suhirad Khokhar MD

Mi nombre es Dr. Suhirad Khokhar y soy cirujano ortopédico. Obtuve mi título de MBBS (Licenciatura en Medicina y Cirugía) en la Facultad de Medicina del Gobierno de Patiala, India.

Me especializo en trastornos musculoesqueléticos y su tratamiento, y he aprobado y redactado personalmente este contenido.

Mi página de perfil contiene toda mi información académica, experiencia laboral y todas las páginas de este sitio en las que he colaborado.

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