El ligamento cruzado anterior es uno de los principales ligamentos de la articulación de la rodilla. Está situado en el centro de la rodilla, junto con otro ligamento importante, el ligamento cruzado posterior.
El ligamento cruzado anterior comienza en el extremo inferior del fémur o hueso del muslo y termina en el extremo superior de la tibia o hueso de la espinilla. El ligamento cruzado anterior ayuda a estabilizar la rodilla e impide el deslizamiento de la tibia por debajo del fémur.
El ligamento cruzado anterior, junto con el ligamento cruzado posterior, ayudan a proporcionar estabilidad rotacional a la articulación de la rodilla. Una lesión del ligamento cruzado anterior puede producirse en un acontecimiento relacionado con el deporte, en un accidente de tráfico o incluso en la actividad diaria.
Se produce debido a una torsión forzada o a una lesión por hiperextensión de la articulación de la rodilla. El desgarro suele producirse debido a una lesión pivotante, es decir, un cambio brusco en la dirección de rotación de la rodilla con el pie fijo en el suelo o con la rápida desaceleración de la rodilla.
Ejemplos de sucesos que provocan una lesión del LCA pueden ser un cambio repentino de dirección o un corte o parada bruscos, aterrizar de un salto de forma incorrecta o un contacto directo o colisión, como en una entrada de fútbol o en un accidente de tráfico.
En el momento de la lesión, puede sentirse u oírse un chasquido y suele asociarse a la sensación de ceder. Al cabo de un par de horas, la rodilla suele estar hinchada y dolorida, y tiene una sensación de pandeo, sobre todo al realizar movimientos de giro o pivote.
Una lesión del LCA puede asociarse a lesiones de otras estructuras de la rodilla, como el menisco del ligamento colateral medial y, ocasionalmente, a una contusión ósea.
Estas lesiones adicionales pueden tener presentaciones adicionales en forma de sensibilidad en la cara interna de la rodilla e incapacidad para soportar peso. La lesión inicial se trata con reposo, hielo, elevación y compresión con vendaje o vendaje ACE (protocolo RICE).
Los pacientes que sufren una lesión aguda de rodilla con hinchazón deben buscar atención médica. Los antecedentes y la exploración física pueden sugerir el diagnóstico de rotura del LCA. Se realizan radiografías para descartar cualquier lesión ósea evidente.
En pacientes con un alto índice de sospecha de lesión ligamentosa, suele realizarse una RMN. El diagnóstico de una lesión o rotura del LCA suele realizarse mediante una RMN o en un examen artroscópico, especialmente en pacientes en los que la RMN está contraindicada.
La lesión del LCA puede ser en forma de desgarro o rotura completa o de desgarro incompleto, en el que sólo se lesionan algunas fibras del LCA y el ligamento restante está intacto.
El tratamiento de la lesión del LCA suele depender de la edad, el nivel de actividad, los requisitos físicos y el estilo de vida del paciente, así como de que la lesión sea completa o incompleta.
En pacientes con lesión de alto grado o desgarro completo, en pacientes jóvenes con alto nivel de actividad y exigencia y una exploración física que muestre laxitud de la rodilla, normalmente se requerirá una opción de tratamiento quirúrgico para recuperar el nivel óptimo o volver al nivel de actividad y estilo de vida previos a la lesión.
En pacientes mayores con bajo nivel de actividad o demanda, o en pacientes con artritis de alto grado o pacientes con desgarros parciales de bajo grado, puede seguirse un plan de tratamiento conservador con resultados óptimos. Los pacientes que reciben un tratamiento conservador o no quirúrgico suelen ser tratados con una rodillera junto con rehabilitación física.
Los pacientes de edad avanzada y con artritis avanzada de rodilla suelen recibir un tratamiento para su artritis adecuadamente conservador u operatorio, siendo la cirugía más frecuente la artroplastia.
En los pacientes más jóvenes con desgarros de bajo grado o desgarros parciales, se sigue un programa gradual de rehabilitación del LCA antes de que puedan volver al nivel anterior a la lesión. La rehabilitación puede durar de 4 a 6 meses o más, especialmente en atletas.
Los pacientes a los que se planea tratar quirúrgicamente suelen someterse a cualquiera de los dos planes quirúrgicos:
- Reparación del LCA
- Reconstrucción del LCA.
REPARACIÓN DEL ACL
La reparación del ligamento cruzado anterior se ha convertido recientemente en una opción de éxito para pacientes cuidadosamente seleccionados. Los pacientes con arrancamiento o avulsión del LCA del extremo inferior del fémur o del hueso del muslo son buenos candidatos para la reparación del LCA.
Esta cirugía permite retener el ligamento nativo y, por tanto, su revestimiento e irrigación sanguínea, lo que permite una curación y recuperación tempranas. La reparación puede aumentarse con el uso de suturas y cintas artificiales para sostener el ligamento nativo durante el periodo de curación y permitir una rehabilitación precoz.
La cirugía se realiza artroscópicamente a través de pequeñas incisiones utilizando un artroscopio e instrumentos artroscópicos. La decisión final de hacer una reparación frente a una reconstrucción suele tomarse en el momento de la propia cirugía, aunque la resonancia magnética preoperatoria puede ser útil para hacer un plan de tratamiento.
La recuperación postoperatoria de una reparación del LCA es similar a la de la reconstrucción del LCA, salvo que la recuperación es más rápida, y la rehabilitación también es más rápida. Los riesgos y complicaciones de la reparación del LCA son esencialmente los mismos que los de la reconstrucción del LCA, salvo que hay menos morbilidad por el lugar de extracción del injerto, ya que no hay extracción de injerto en la cirugía.
RECONSTRUCCIÓN DEL ACL
La reconstrucción del LCA se suele realizar en pacientes con rotura del LCA media, ya que estas roturas no son susceptibles de reparación. Es necesario extirpar el ligamento nativo y sustituirlo por un sustituto. La cirugía suele realizarse artroscópicamente a través de pequeñas incisiones y se utiliza el injerto sustitutivo adecuado. Las posibles opciones de injerto sustitutivo son
- Injerto de tendón de cuádriceps
- Injerto óseo del tendón del hueso rotuliano
- Injerto de tendón isquiotibial
- Aloinjerto cadavérico
El tipo de injerto a utilizar depende del nivel de actividad y de las necesidades del paciente, de que se trate de una cirugía primaria o de revisión, de las características del paciente, así como de su decisión.
El injerto de isquiotibiales, el injerto de tendón óseo o el injerto de cuádriceps suelen obtenerse de la misma rodilla del paciente u, ocasionalmente, de la otra rodilla en casos de cirugía de revisión.
Un aloinjerto es un injerto de tendón cadavérico que se ha almacenado asépticamente y se prepara y utiliza para sustituir al ligamento cruzado anterior. Otras lesiones asociadas, como la rotura de menisco, pueden tratarse al mismo tiempo que la reparación/reconstrucción del LCA.
Diagnóstico:
Si sospechas que te has lesionado el LCA, es esencial que acudas a un médico para que te haga un diagnóstico adecuado. Es probable que te realicen una exploración física de la rodilla y que soliciten pruebas adicionales, como:
- Resonancia magnética (RM): Esta prueba de imagen puede proporcionar imágenes detalladas de las estructuras internas de la rodilla, lo que ayuda al médico a evaluar el alcance de la lesión del LCA.
- Radiografías: Aunque las radiografías no muestran tejidos blandos como los ligamentos, pueden ayudar a descartar otras posibles lesiones, como fracturas.
ESTUDIO PREOPERATORIO
Los pacientes suelen ser vistos por el médico y se realizan las investigaciones preoperatorias apropiadas, que incluyen pruebas de imagen avanzadas, análisis de sangre y ECG y radiografías de tórax, según sea necesario.
Los pacientes también pueden necesitar el visto bueno de su médico de atención primaria y de su anestesista antes de la intervención. Se indica a los pacientes que acudan al hospital con dos horas de antelación. Los pacientes son llevados al área preoperatoria, donde los ve el anestesista y se realiza el procedimiento adecuado antes de llevarlos al quirófano.
Normalmente se realiza un bloqueo nervioso en el área preoperatoria. En el quirófano se suele administrar al paciente anestesia general antes de colocarlo para la intervención.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS Y RECUPERACIÓN
Tras la cirugía de reparación o reconstrucción, los pacientes suelen recibir una rodillera y muletas y se les da el alta el mismo día. Se aconseja a los pacientes que utilicen hielo y elevación para controlar la hinchazón y el dolor durante los primeros días y que se abstengan de realizar actividades extenuantes. El hielo debe utilizarse durante 15-20 minutos cada vez, con la mayor frecuencia posible.
Se pide a los pacientes que deambulen con muletas bajo supervisión durante las primeras 24 horas, debido a que el bloqueo nervioso en la misma pierna provoca que esté entumecida y débil. El bloqueo nervioso ayuda tanto durante la operación como después de ella, controlando el dolor.
Se anima a los pacientes a ocuparse de las actividades de la vida diaria a partir del día siguiente. Se les permite soportar peso con rodilleras y muletas. Se les proporcionan analgésicos tanto en la unidad postoperatoria como para casa.
Se pide a los pacientes que se quiten el apósito en 72 horas. Pueden ducharse y cambiarse el vendaje por uno seco. Se anima a los pacientes a que tomen alimentos nutritivos y sanos y se les pide que tomen laxantes sin receta en caso de estreñimiento.
Los pacientes suelen ser vistos en la consulta externa en una semana, donde se realiza el ajuste de la férula y se examina la herida. El paciente suele inscribirse en el programa de rehabilitación física tras la cirugía de reconstrucción y se le hace un seguimiento regular en consulta con un intervalo de 3 a 4 semanas.
La recuperación gradual del LCA tiene lugar a lo largo de 5 a 8 meses o más. Se recomienda a los pacientes que fortalezcan los cuádriceps con la misma fuerza que en el otro lado antes de empezar cualquier partido profesional.
FISIOTERAPIA Y REHABILITACIÓN
La fisioterapia es una parte importante del tratamiento y la recuperación tras una operación de LCA. También es importante para los pacientes que reciben tratamiento no quirúrgico. La motivación por parte del paciente es clave para recuperarse de una lesión del LCA.
La fisioterapia debe iniciarse lo antes posible. La fisioterapia preoperatoria también es útil para comprender y preparar la rodilla para la operación. El objetivo inicial de la fisioterapia es recuperar la amplitud de movimiento, reducir la inflamación y lograr una carga completa.
Se lleva a cabo bajo la supervisión de un fisioterapeuta y un médico, e incluye sesiones y fisioterapia a domicilio según las instrucciones. La rehabilitación incluirá ejercicios propioceptivos y actividades de fortalecimiento muscular, como montar en bicicleta, nadar, etc.
El ciclismo puede empezar a los 2 meses y el footing, en general, alrededor de los 3 meses. El injerto es lo bastante fuerte para permitir la práctica deportiva en torno a los 6 meses, aunque entran en juego otros factores, como la confianza, la forma física y el entrenamiento adecuados.
La rehabilitación y el éxito general de la intervención pueden verse afectados por otras lesiones asociadas de la rodilla, como lesiones del menisco, del cartílago articular o de otros ligamentos.
Prevenir las lesiones del LCA
Prevención: Aunque las lesiones del LCA pueden producirse de forma repentina e inesperada, hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo, como por ejemplo
- Calienta adecuadamente: Calienta siempre antes de realizar una actividad física, especialmente deportiva. Un calentamiento adecuado prepara tus músculos y articulaciones para las exigencias del ejercicio, reduciendo el riesgo de lesiones.
- Utiliza una técnica adecuada: Tanto si corres como si saltas o cambias de dirección, utilizar una técnica adecuada puede ayudar a reducir la tensión en las rodillas y disminuir el riesgo de lesiones.
- Entrenamiento de fuerza: Incorpora ejercicios de entrenamiento de fuerza a tu rutina de entrenamiento para desarrollar músculos fuertes alrededor de las rodillas, que proporcionen mayor apoyo y estabilidad.
- Lleva equipo protector: Si practicas deportes que conllevan un riesgo de lesión del LCA, como el fútbol o el baloncesto, llevar equipo protector adecuado, como rodilleras o calzado de apoyo, puede ayudarte a reducir el riesgo.
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor o molestias durante el ejercicio, no lo ignores. Para y descansa, y consulta a un profesional sanitario si el dolor persiste.
RIESGOS Y COMPLICACIONES
Las complicaciones no son frecuentes, pero pueden producirse. Es pertinente que los pacientes entiendan antes de tomar la decisión de someterse a esta operación para que pueda tomar una decisión informada sobre las ventajas y desventajas de la cirugía. Éstas pueden ser:
Complicaciones médicas (anestésicas)
Las complicaciones médicas incluyen las debidas a tu bienestar general y a la anestesia administrada antes y durante la intervención. Éstas incluyen, entre otras
Reacciones alérgicas a los medicamentos, pérdida excesiva de sangre que requiera transfusión con su bajo riesgo de transmisión de enfermedades, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, neumonía, infecciones de vejiga.
Complicaciones de los bloqueos nerviosos, como infección o lesiones nerviosas. Los problemas médicos graves pueden provocar problemas de salud continuos, hospitalización prolongada.
Complicaciones quirúrgicas:
- Infección
- Trombosis venosa profunda y sus complicaciones posteriores, incluida la embolia pulmonar y la posible muerte
- Hinchazón y hematomas excesivos
- Rigidez articular
- Hormigueo y entumecimiento
- Fallo del injerto
- Daños en nervios o vasos
- Problemas de hardware
- Problemas en el lugar del donante
- Dolor residual
- Distrofia Simpática Refleja
Algunas de estas afecciones pueden requerir hospitalización, aspiración, inyecciones o incluso cirugía
Cierta población de pacientes tiene un mayor riesgo de complicaciones, entre las que se incluyen:
- Cirugías previas fallidas
- Tabaquismo
- Convulsiones
- Apnea obstructiva del sueño
- Obesidad
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Otras enfermedades del corazón, los pulmones o los riñones
- Medicamentos, como la aspirina, que pueden aumentar la hemorragia
- Antecedentes de consumo excesivo de alcohol
- Alergias a medicamentos
- Antecedentes de reacciones adversas a la anestesia
CUÁNDO ACUDIR A URGENCIAS TRAS UNA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA:
- Sospecha de problema cardiaco: dolor o presión torácicos intensos, dificultad para respirar, opresión en el pecho, dolor en el brazo izquierdo, dolor en la mandíbula, mareo o desmayo, debilidad o fatiga inexplicables, pulso rápido o irregular, sudoración, piel fría y húmeda y/o palidez.
- Sospecha de ictus: dificultad para hablar, cambios en la visión, confusión u otro cambio en el estado mental
- Sospecha de trombosis venosa: hinchazón de piernas, tobillos o pies, molestias, pesadez, dolor, dolor punzante, picor o calor en las piernas, dificultad respiratoria repentina, dolor torácico, tos con sangre, frecuencia cardiaca rápida o irregular.
- Sospecha de sepsis: fiebre alta, con escalofríos asociados a fatiga, mareos, corazón acelerado, piel pálida o descolorida, somnolencia, dificultad para despertarse, confusión, falta de aliento
- Hemorragia intensa en la zona quirúrgica
- Reacción alérgica grave con dificultad para respirar, hinchazón, urticaria
CUÁNDO PONERSE EN CONTACTO CON LA CONSULTA DEL MÉDICO DESPUÉS DE UNA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA:
- temperatura superior a 101 grados Fahrenheit
- aumento del dolor o de la sensibilidad cerca de la incisión
- escaso alivio del dolor
- signos de infección: aumento de la hinchazón, enrojecimiento, aumento de la supuración, aumento del calor, pus, mal olor, hemorragia en la incisión, desprendimiento de la incisión
- incapacidad para sentir o mover los dedos de las manos o de los pies
- dedos de las manos o de los pies azul pálido, blancos o anormalmente fríos
- náuseas (malestar estomacal) o vómitos (vómitos) que no cesan
- aumento del cansancio
- una sensación general peor que la que tenías cuando saliste del hospital
- problemas para orinar, estreñimiento grave o diarrea grave
- preocupación por cualquier otro síntoma que parezca inusual
RESUMEN
La reconstrucción del LCA es un procedimiento probado a lo largo del tiempo que ha dado siempre buenos resultados, especialmente en la población más joven y atlética, así como en pacientes con un estilo de vida muy exigente. La reparación del LCA es un avance reciente y ha mostrado resultados prometedores en pacientes adecuadamente seleccionados.
La cirugía del LCA junto con la rehabilitación postoperatoria puede dar buenos resultados y devolver al paciente al nivel anterior a la lesión en 6 a 12 semanas. Requiere un alto nivel de motivación por parte del paciente, así como habilidades por parte del cirujano, junto con un buen equipo de fisioterapia y rehabilitación para una recuperación óptima.
Los pacientes que no son buenos candidatos para la cirugía artroscópica pueden tratarse de forma conservadora con una rodillera y rehabilitación física, con resultados aceptables.
¿Tienes más preguntas?
¿Qué es tu LCA y qué hace?
El ligamento cruzado anterior o LCA es un ligamento importante dentro de la rodilla. Está presente en el centro de la rodilla, y forma pareja con otro ligamento llamado ligamento cruzado posterior, o LCP. Ambos ligamentos contribuyen a la estabilidad de la articulación de la rodilla e impiden que la rodilla se deslice sobre sí misma, evitando así la sensación de doblarse, ceder o caerse. En ausencia de uno de los ligamentos, o de ambos, la rodilla es inestable, y el paciente tendrá dificultades para caminar, pero sobre todo para correr, pivotar y cortar.
¿Qué se siente al tener un LCA roto?
Los pacientes que tienen un LCA roto suelen recordar una lesión en la que pueden haberse caído o haberse golpeado en la rodilla, con o sin oír o sentir un chasquido en la articulación de la rodilla. Estos pacientes tienen una aparición repentina de dolor asociado a hinchazón. También cojean a causa del dolor. Estos pacientes también presentan inestabilidad y pueden tener episodios de pandeo o cesión.
¿Puede curarse una rotura del LCA sin cirugía?
En caso de rotura completa del LCA, las posibilidades de curación sin cirugía son remotas. No obstante, esto no excluye el tratamiento conservador, ya que los pacientes poco exigentes pueden tratarse con fisioterapia. Si el paciente tiene una rotura parcial del LCA, existe la posibilidad de que mejore sólo con fisioterapia. Si el paciente no consigue una rodilla estable ni siquiera después de la fisioterapia, entonces puede necesitar una intervención quirúrgica del LCA.
¿Es grave la operación de LCA?
La reconstrucción del LCA, o cirugía de reparación de la rodilla, es una de las principales cirugías artroscópicas de la rodilla. Implica la inspección de la articulación, con reparación o reconstrucción del LCA junto con el tratamiento de cualquier lesión asociada, como la rotura de menisco. La cirugía en sí puede durar entre una hora y media y dos horas. El proceso de rehabilitación tras la operación es tedioso e implica la supervisión constante de un fisioterapeuta y un médico.
¿Es necesaria la cirugía para una rotura del LCA?
Si el LCA está completamente desgarrado y el paciente tiene una actividad laboral o recreativa muy exigente, es preferible la cirugía del LCA para dar estabilidad a la rodilla. Si el paciente tiene un trabajo poco exigente, o tiene múltiples comorbilidades, entonces puede tratarse de forma conservadora. Los pacientes que no se someten a una operación del LCA tienen más probabilidades de sufrir lesiones en otras partes de la rodilla, como el menisco y el cartílago.
¿Puedes seguir andando con un LCA roto?
Tras la rotura del LCA, la rodilla se vuelve inestable, lo que empeora con actividades extenuantes, como correr, o pivotar y cortar. Los pacientes pueden seguir caminando con el LCA roto, y pueden necesitar o no una ortesis para estabilizar la rodilla.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una rotura parcial del LCA?
A los pacientes con rotura parcial del LCA se les indica que hagan todo esto y, además, tienen un programa de rehabilitación con un fisioterapeuta. Pueden tardar entre ocho y doce semanas en recuperarse. Algunos pacientes pueden tardar más en función del LCA desgarrado. Pocos pacientes pueden incluso fracasar en el protocolo de rehabilitación, y tener que someterse a una reconstrucción del LCA, más adelante.
¿Puedes seguir andando con un ligamento roto en la rodilla?
Un ligamento roto en la rodilla provoca inestabilidad. Si sólo se rompe un ligamento, el paciente suele poder andar, aunque puede tener cierta inestabilidad y necesitar una ortesis o muletas para apoyarse. Si el paciente tiene lesiones en varios ligamentos, o en ligamentos y menisco, puede resultarle difícil andar sin tener sensación de inestabilidad, o de ceder, y puede tener episodios de caídas.
¿Puede una rotura parcial del LCA curarse por sí sola?
Una rotura parcial del LCA, dependiendo de la cantidad de ligamento afectado, puede curarse por sí sola y el paciente puede recuperarse con fisioterapia. Si el paciente sufre una rotura parcial del LCA de alto grado, es posible que no se recupere por completo y, en función de sus necesidades, tenga que someterse a una reconstrucción quirúrgica del LCA.
¿Se puede reparar el LCA?
Las roturas del LCA, si se presentan pronto tras la lesión y si la resonancia magnética muestra que son reparables, entonces se puede hacer un ensayo de reparación del LCA. El ligamento se fija de nuevo al hueso utilizando algunas suturas y botones para permitir un proceso de curación natural y mantener el ligamento nativo en su sitio. La reparación conduce a una recuperación temprana y, debido a la retención del LCA nativo, proporciona una mejor propiocepción y, por tanto, una rehabilitación y recuperación tempranas.
¿Es mejor la reparación del LCA que la reconstrucción?
La reparación del LCA, si es posible, da mejor resultado que la reconstrucción, porque en la reparación del LCA, el ligamento nativo se mantiene como tal y se fija de nuevo al hueso para permitir la curación. En el caso de la reconstrucción, se coloca un sustituto del ligamento, que no sólo tarda más tiempo en curarse, sino que también necesita tiempo para que crezcan los nervios y vasos, lo que también puede estar incompleto para dar un resultado similar a la reparación del LCA.
¿En cuánto tiempo puedo volver a la actividad deportiva después de una reconstrucción del LCA?
Tras una reconstrucción del LCA, los pacientes deben participar en un programa de rehabilitación con fisioterapia bajo la supervisión directa del terapeuta y el médico tratante. Al principio, los pacientes deben llevar una férula, que se retira gradualmente en un plazo de cuatro a ocho semanas. Se somete al paciente a un riguroso programa de fisioterapia y también se le permite fortalecer sus músculos en el gimnasio transcurridos unos tres meses desde la operación. Los pacientes deben fortalecer tanto los cuádriceps como los isquiotibiales y deben recuperar toda la amplitud de movimiento y potencia antes de poder participar en un acontecimiento deportivo. Se les somete a un programa de rehabilitación deportiva. Pueden pasar de seis a doce meses antes de que un deportista profesional pueda volver a jugar.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una rotura del LCA?
Un LCA roto, cuando se trata quirúrgicamente, puede tardar de 6 a 12 meses en recuperarse por completo y permitir al paciente realizar actividades sin restricciones como antes de la lesión. Los pacientes que no optan por operarse pueden tener un largo proceso de rehabilitación con resultados subóptimos, pero si los resultados permiten al paciente llevar una vida satisfactoria en sus actividades de la vida diaria, así como en el trabajo y el ocio, entonces se considera que el resultado está bien.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía del LCA?
Los riesgos de la reconstrucción artroscópica del LCA incluyen complicaciones médicas (anestésicas) como, por ejemplo Reacciones alérgicas, pérdida excesiva de sangre, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, neumonía, infecciones de vejiga. Complicaciones derivadas de los bloqueos nerviosos, como infección o lesiones nerviosas. Las complicaciones debidas a la propia cirugía incluyen infección, trombosis venosa profunda, hinchazón y hematomas excesivos, rigidez articular, hormigueo y entumecimiento, fallo del injerto, daño a nervios o vasos, problemas de hardware, problemas en la zona donante, dolor residual, distrofia simpática refleja, etc. Algunas de estas afecciones pueden requerir hospitalización, aspiración, inyecciones o incluso cirugía.
¿Cuánto tiempo tienes que mantener la pierna elevada después de una operación de LCA?
Se recomienda a los pacientes que mantengan la rodilla elevada la mayoría de las veces durante unas semanas después de la operación de LCA. Esto se hace para disminuir tanto la hinchazón como el dolor de la rodilla. Una vez que el dolor del paciente haya disminuido y la hinchazón haya desaparecido, el paciente puede disminuir el tiempo de elevación de la pierna. Si el dolor y la hinchazón reaparecen, se indica a los pacientes que utilicen hielo, así como elevación y compresión para disminuir el dolor y la hinchazón.
¿Cuánto tiempo se tarda en poder volver a andar después de una operación de LCA?
Los pacientes pueden andar al día siguiente de la operación de LCA con una férula. También se les pide que utilicen muletas para apoyarse. El paciente utilizará una férula durante cuatro a seis semanas. Pueden utilizar muletas auxiliares para apoyarse, si es necesario.
¿Cuánto tiempo tienes que estar con muletas después de una operación de LCA?
Los pacientes, tras la operación de LCA, llevan una ortesis en la rodilla y pueden utilizar muletas auxiliares para mayor comodidad. Pueden desechar las muletas una vez que puedan deambular sin molestias. ¿Es grave la operación del LCA? La reconstrucción del LCA, o cirugía reparadora de la rodilla, es una de las principales cirugías artroscópicas de la rodilla. Implica la inspección de la articulación, con reparación o reconstrucción del LCA junto con el tratamiento de cualquier lesión asociada, como la rotura de menisco. La cirugía en sí puede durar entre una hora y media y dos horas. El proceso de rehabilitación tras la operación es tedioso e implica la supervisión constante de un fisioterapeuta y un médico.
¿Cuánto tiempo hay que ir a fisioterapia después de una operación de LCA?
Por lo general, los pacientes deben someterse a entre seis y nueve meses de fisioterapia tras una reconstrucción del LCA, para que se recupere por completo, de la cirugía del LCA, en función de las necesidades del paciente. Si el paciente es deportista, puede que tenga que acudir a un programa de rehabilitación deportiva para recuperarse por completo, a un estado anterior a la lesión.
¿Puede curarse un LCA estirado?
Un LCA estirado puede tratarse con una férula y fisioterapia, y puede curarse con el tiempo lo suficiente como para proporcionar al paciente una rodilla estable. Si el paciente no se cura completamente con la férula y la fisioterapia, y sigue siendo lo bastante inestable como para realizar las actividades de la vida diaria o el trabajo sin limitaciones, puede que tenga que someterse a una operación de reconstrucción del LCA.
¿Cuándo puedo ducharme después de una operación de LCA?
Normalmente se pide a los pacientes que se quiten el vendaje a las 72 horas de la intervención, y después pueden ducharse. El paciente puede secarse la zona operada y ponerse tiritas encima.
¿Puede fallar una reconstrucción/reparación del LCA?
Una reconstrucción/reparación del LCA puede fracasar por múltiples motivos, como una técnica quirúrgica incorrecta, una lesión, una caída o una torsión de la rodilla. La cirugía del LCA también puede fracasar en caso de infección. En caso de reparación del LCA, puede que la cirugía no consiga curar el ligamento nativo y haya que hacer una reconstrucción. Estos pacientes pueden tener que someterse a una revisión de la reconstrucción del LCA, para conseguir una rodilla estable.
¿Los ligamentos rotos se curan solos?
Los ligamentos rotos de la rodilla, si están en su sitio y son de bajo grado (parciales), pueden curarse solos. Los ligamentos colaterales laterales, como los colaterales mediales, se tratan esencialmente de forma conservadora con ortesis y fisioterapia. En caso de rotura de ligamentos de alto grado, y si el paciente no mejora con fisioterapia y ortesis, puede necesitar una reparación quirúrgica, o reconstrucción del ligamento, para obtener estabilidad.
¿Cómo se opera el LCA?
La cirugía del LCA se realiza con mayor frecuencia mediante artroscopia, en la que se introducen una cámara y una fuente de luz en la articulación de la rodilla a través de pequeñas incisiones. Se introducen instrumentos quirúrgicos a través de distintas incisiones, y se examina el LCA. Si el LCA está completamente roto y no se puede reparar, se desbrida y se limpia. A continuación, se extrae el sustituto del LCA, bien de los músculos isquiotibiales, del tendón rotuliano o del tendón del cuádriceps, para sustituir al LCA. A continuación, se realizan túneles óseos en el extremo inferior del fémur y en el extremo superior de la tibia para pasar el injerto, que se fija mediante suturas y tornillos o botones. También se trata cualquier patología concomitante si se encuentra dentro de la rodilla.
¿Cuánto tiempo estarás de baja por la rotura del ligamento cruzado anterior?
La rotura del LCA suele tratarse sin cirugía y puede tardar en curarse entre ocho y doce semanas. Normalmente se trata al paciente con un aparato ortopédico y fisioterapia. El paciente puede estar de baja, según el tipo de trabajo, de dos a ocho semanas. Si el paciente tiene un trabajo muy exigente con mucho trabajo manual, puede estar de baja durante más tiempo.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una operación de LCA y menisco?
La recuperación de una operación combinada es un poco más larga que la de una operación de LCA. Hay s posibilidades ligeramente mayores de complicaciones y rigidez debido al mayor tiempo quirúrgico y al trabajo realizado dentro de la rodilla. La pérdida de menisco parcial en los casos de meniscectomía parcial también influye en la recuperación a largo plazo de la rodilla. En los casos de reparación de menisco, la rehabilitación es más lenta debido al tiempo necesario para la curación del menisco.
¿Pueden volver a crecer los ligamentos?
Si el ligamento está en su sitio, sobre todo cerca de su extremo óseo, entonces pueden curarse con ayuda de ortesis y fisioterapia. Si los ligamentos se rompen en medio de la sustancia, entonces es difícil que cicatricen, porque la cicatrización entre los dos extremos de los ligamentos no es óptima. Los ligamentos no suelen volver a crecer, sino que se curan con un tejido fibroso entre ellos.
¿Cómo se previene una rotura del LCA?
La rotura del LCA se produce esencialmente por una lesión, una caída o la práctica de deportes de contacto. Si una persona participa en actividades de alto riesgo, como los deportes de contacto, se le aconseja que tenga una musculatura fuerte, sobre todo en los cuádriceps y los isquiotibiales, ya que son los que sostienen la rodilla, evitando así la rotura del LCA. Si el paciente se ha sometido a una operación de reconstrucción o reparación del LCA, se le indica que fortalezca los cuádriceps y los isquiotibiales antes de volver al campo, para evitar que se repita la rotura del LCA.
¿Cuáles son las causas de una rotura del LCA?
El LCA suele romperse debido a una caída o una lesión, sobre todo si se tuerce la rodilla, o con una fuerza indirecta; alguien golpea la rodilla. Esto suele ocurrir en un accidente en un deporte de contacto, pero también puede ocurrir en lesiones, como accidentes de automóvil.
¿Puedo prescindir de mis isquiotibiales?
Los pacientes que se someten a una reconstrucción del LCA utilizando los músculos isquiotibiales pueden seguir caminando y funcionando bien con la rodilla con la rehabilitación gracias a que otros músculos sustituyen a esos tendones isquiotibiales, así como a la regeneración parcial o completa de los tendones.
¿Debería llevar una rodillera para apoyar la rodilla en lugar de someterme a una intervención quirúrgica mayor para reconstruir el LCA?
La cirugía de reconstrucción del LCA es esencialmente una cirugía electiva en la que el paciente debe discutir y comprender la necesidad de la cirugía. Si el paciente es lo suficientemente sintomático como para tener incapacidad para la vida diaria, el trabajo y/o el ocio, entonces es aconsejable someterse a una reconstrucción del LCA. Llevar una rodillera no puede sustituir a un LCA deficiente y el paciente seguirá teniendo restricciones en su actividad. La rodillera puede ayudar a estabilizar la rodilla para determinados movimientos, pero el paciente seguirá sin poder realizar un mayor nivel de función con esa rodilla.
¿Cómo puedo saber si tengo una lesión grave del LCA?
Los pacientes con lesión del LCA recuerdan incidentes en los que pueden haberse lesionado la rodilla. Suele asociarse a hinchazón de la rodilla, dolor y cojera. Si el paciente se presenta tarde, puede tener síntomas de inestabilidad en los que se doblaría la rodilla o se debilitaría debido a la deficiencia del LCA. El diagnóstico de la lesión del LCA suele hacerse mediante una exploración seguida de una resonancia magnética de la rodilla.

