El alargamiento del tendón de Aquiles es un procedimiento médico que se realiza habitualmente para tratar diversos problemas relacionados con el tendón de Aquiles. Este tendón, que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón, desempeña un papel crucial al caminar, correr y saltar. Cuando este tendón se tensa o acorta, puede provocar molestias, limitación del movimiento y otras complicaciones. En este artículo, exploraremos el alargamiento del tendón de Aquiles en términos sencillos, haciéndolo accesible al público en general y manteniendo al mismo tiempo un tono profesional.
¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)
El alargamiento del tendón de Aquiles se suele realizar en personas que tienen restringido el movimiento del tobillo debido a la rigidez del tendón de Aquiles. Este problema es especialmente frecuente en pacientes con contractura equina, que se caracteriza por la incapacidad de dorsiflexionar completamente el pie. También se observa en personas con afecciones neurológicas, como parálisis cerebral o ictus, en las que los desequilibrios musculares contribuyen a la rigidez del tendón de Aquiles. El procedimiento se utiliza cada vez más para mejorar la movilidad y aliviar el dolor en pacientes de todas las edades, incluidos los que padecen enfermedades crónicas o tras una lesión.
Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)
Hay varios factores que pueden provocar un tendón de Aquiles tenso, entre ellos
- Rigidez muscular crónica: Con el tiempo, los músculos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles pueden agarrotarse debido al uso excesivo, la falta de estiramientos o una lesión.
- Trastornos neuromusculares: Afecciones como la parálisis cerebral, el ictus u otros trastornos neurológicos pueden provocar desequilibrios musculares, que pueden hacer que el tendón de Aquiles se tense.
- Traumatismo o lesión: Las lesiones de tobillo, incluidas las fracturas o los esguinces, pueden hacer que el tendón de Aquiles se acorte, sobre todo si la articulación está inmovilizada durante periodos prolongados.
Cuando estos problemas provocan una restricción importante del movimiento del tobillo, puede considerarse un procedimiento como el alargamiento del tendón de Aquiles.
¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)
El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) con el hueso del talón (calcáneo). Desempeña un papel fundamental al permitir que el pie se despegue del suelo al caminar, correr y saltar. Cuando el tendón se tensa, se limita la amplitud normal de movimiento del tobillo, lo que provoca molestias y dificultades en las actividades que implican el movimiento del tobillo. En su estado normal, el tendón de Aquiles permite que el pie se flexione hacia arriba y hacia abajo, apoyando la mecánica adecuada de la marcha.
Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)
Los pacientes suelen experimentar dolor crónico de tobillo, rigidez o hinchazón, sobre todo en la parte posterior del tobillo, donde se encuentra el tendón de Aquiles. Otros síntomas pueden ser:
- Dificultad para andar o correr debido a la limitación del movimiento del tobillo
- Sensación de tirantez en los músculos de la pantorrilla
- Dolor que empeora con la actividad o tras periodos prolongados de pie
- En los casos graves, se observa una marcha «con los dedos de los pies», ya que el pie no puede dorsiflexionarse correctamente
¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)
El diagnóstico suele basarse en la exploración física y el historial médico. En algunos casos, pueden solicitarse estudios de imagen para evaluar el alcance del problema.
- Radiografías: Pueden descartar espolones óseos o fracturas.
- RESONANCIA MAGNÉTICA: Útil para detectar problemas en los tejidos blandos, como desgarros o degeneración de tendones.
- Ecografía: Puede proporcionar imágenes en tiempo real del tendón de Aquiles e identificar zonas de tensión o cicatrices.
Clasificación
Los procedimientos de alargamiento del tendón de Aquiles pueden clasificarse en varios tipos, según la técnica y el abordaje:
- Alargamiento Abierto (Alargamiento en Z): Este método consiste en hacer una incisión y realizar un corte en forma de Z para alargar el tendón.
- Alargamiento percutáneo del tendón: Enfoque menos invasivo que utiliza pequeñas incisiones e instrumentos para alargar el tendón.
- Recesión del gastrocnemio: En los casos en que el músculo de la pantorrilla también está tenso, puede ser necesario alargar también el músculo gastrocnemio.
- Recesión endoscópica: Técnica mínimamente invasiva que utiliza una cámara para realizar el alargamiento con incisiones más pequeñas.
Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)
Entre las afecciones con síntomas similares se incluyen:
- Tendinitis de Aquiles: Inflamación del tendón de Aquiles debida a un uso excesivo o a una lesión.
- Fascitis plantar: Dolor en la planta del pie que puede provocar cojera o tirantez.
- Síndrome del túnel tarsiano: Compresión del nervio tibial, que provoca dolor u hormigueo en el pie y el tobillo.
Las imágenes avanzadas ayudan a confirmar si el problema está relacionado con el tendón de Aquiles o con otra afección.
Opciones de tratamiento
Cuidados no quirúrgicos
- Fisioterapia: Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla.
- Dispositivos ortopédicos: Elevaciones de talón o aparatos ortopédicos para mejorar la posición del pie y reducir la tensión sobre el tendón.
- Medicación: Medicamentos antiinflamatorios (AINE) para reducir el dolor y la hinchazón.
- Reposo y modificación de la actividad: Evitar actividades que agraven la afección, como correr o saltar.
Atención quirúrgica
- Alargamiento Abierto (Alargamiento en Z): Técnica tradicional que consiste en realizar un corte en forma de Z para alargar el tendón.
- Alargamiento percutáneo del tendón: Una opción mínimamente invasiva que implica pequeñas incisiones.
- Recesión del gastrocnemio: En algunos casos, puede ser necesario alargar el músculo de la pantorrilla además del tendón de Aquiles.
- Recesión endoscópica: Una opción mínimamente invasiva que utiliza una cámara y pequeños instrumentos para el alargamiento del tendón.
Recuperación y qué esperar tras la cirugía (proceso de recuperación)
Tras la intervención, los pacientes tendrán que seguir un plan de rehabilitación que puede incluir:
- Llevar una escayola o una bota: Para proteger el tendón y garantizar una curación adecuada, puedes llevar una escayola o una bota durante varias semanas.
- Fisioterapia: Ayuda a recuperar la fuerza, la flexibilidad y la amplitud de movimiento del tobillo.
- Carga gradual: Los pacientes pueden empezar con un soporte de peso parcial y progresar gradualmente hasta un soporte de peso completo a medida que se produce la curación.
Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)
Como en cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos potenciales:
- Infección: Puede producirse en el lugar de la incisión.
- Alargamiento excesivo: Si se extirpa demasiado tendón, puede producirse debilidad o dificultad para caminar.
- Re-ruptura: El tendón puede romperse tras la intervención, aunque es poco frecuente.
- Cicatrización: Existe la posibilidad de que queden cicatrices visibles, sobre todo con las técnicas abiertas.
Pronóstico (perspectiva a largo plazo)
El pronóstico del alargamiento del tendón de Aquiles suele ser positivo, y la mayoría de los pacientes experimentan mejoras significativas de la movilidad y alivio del dolor. El tiempo de recuperación varía según la persona y la técnica empleada, pero muchos pacientes pueden volver a realizar actividades ligeras en un plazo de 6 a 8 semanas, y la recuperación completa suele producirse en 3 a 6 meses.
Gastos de bolsillo
Medicare
Código CPT 27685 – Alargamiento del Tendón de Aquiles: 151,57 $.
Código CPT 27687 – Recesión del gastrocnemio: 106,77 $.
La Parte B de Medicare suele cubrir el 80% del coste aprobado para estos procedimientos una vez alcanzada tu franquicia anual, dejándote responsable del 20% restante. Los planes de seguro complementario, como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield, suelen cubrir el 20% restante, reduciendo o eliminando los gastos de bolsillo de las intervenciones quirúrgicas aprobadas por Medicare. Estos planes trabajan en coordinación con Medicare para llenar el vacío de cobertura y minimizar la responsabilidad del paciente.
Si tienes un seguro secundario a través de TRICARE, un plan de empresa o la cobertura de la Administración Sanitaria para Veteranos, actuará como pagador secundario. Estos planes suelen cubrir cualquier coseguro o franquicia restante, que suele oscilar entre 100 y 300 dólares, dependiendo de tu plan y de la red de proveedores.
Indemnización por accidente laboral
Si necesitas un alargamiento del tendón de Aquiles o una recesión del gastrocnemio debido a una lesión laboral, la Indemnización por Accidentes de Trabajo cubrirá todos los gastos del tratamiento, incluida la intervención quirúrgica y la rehabilitación. No tendrás gastos de tu bolsillo, ya que la aseguradora del empresario cubre todos los gastos directamente.
Seguro sin culpa
Si tu lesión del tendón de Aquiles o del gastrocnemio se produjo a causa de un accidente de automóvil, el Seguro Sin Culpa suele cubrir todo el coste de la intervención quirúrgica y los cuidados de seguimiento. El único gasto potencial puede ser una pequeña franquicia o copago, según las condiciones de tu póliza.
Ejemplo
Samantha Davis necesitó un alargamiento del tendón de Aquiles (CPT 27685) para tratar una contractura crónica tras una lesión en el pie. El coste de bolsillo estimado de Medicare por el procedimiento fue de 151,57 $. Como Samantha tenía cobertura complementaria a través de Blue Cross Blue Shield, el 20% restante quedó totalmente cubierto, por lo que no tuvo que pagar nada de su bolsillo por la operación.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Q. ¿Qué es el alargamiento del tendón de Aquiles?
R. El alargamiento del tendón de Aquiles es un procedimiento quirúrgico destinado a tratar la contractura equina, en la que el tendón de Aquiles se tensa demasiado, restringiendo el movimiento del tobillo. La intervención ayuda a recuperar la amplitud de movimiento y a aliviar el dolor alargando el tendón.
Q. ¿Cuál es la causa de la rigidez del tendón de Aquiles?
R. La rigidez del tendón de Aquiles puede deberse a una rigidez muscular crónica, a trastornos neuromusculares como la parálisis cerebral o el ictus, o a traumatismos y lesiones como fracturas o esguinces de tobillo.
Q. ¿Cómo se realiza el alargamiento del tendón de Aquiles?
R. Existen varias técnicas, como el alargamiento abierto (alargamiento en Z), el alargamiento percutáneo del tendón, la recesión del gastrocnemio y la recesión endoscópica, todas ellas destinadas a reducir la tensión y mejorar la flexibilidad del tendón.
Q. ¿Cuál es el proceso de recuperación tras un alargamiento del tendón de Aquiles?
R. Los cuidados postoperatorios consisten en llevar una escayola o bota, fisioterapia para recuperar fuerza y flexibilidad, y carga gradual de peso a medida que progresa la curación.
Q. ¿Cuáles son los riesgos y complicaciones del alargamiento del tendón de Aquiles?
R. Los riesgos incluyen infección, alargamiento excesivo que provoque debilidad muscular, nueva rotura del tendón y cicatrización, aunque técnicas como la cirugía endoscópica minimizan estas complicaciones.
Q. ¿Cuánto dura la cirugía de alargamiento del tendón de Aquiles?
R. La cirugía suele durar entre 45 minutos y una hora, dependiendo de la técnica utilizada y de si se realizan otros procedimientos simultáneamente.
Q. ¿Es el alargamiento del tendón de Aquiles un procedimiento mínimamente invasivo?
R. Algunos métodos de alargamiento del tendón de Aquiles, como las técnicas endoscópicas o percutáneas, son mínimamente invasivos e implican incisiones más pequeñas, lo que reduce el tiempo de recuperación y las cicatrices.
Q. ¿Cuál es la tasa de éxito del alargamiento del tendón de Aquiles?
R. El alargamiento del tendón de Aquiles tiene una alta tasa de éxito, y la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa de la movilidad del tobillo y una reducción del dolor. La tasa de éxito depende de la técnica específica utilizada y de la adherencia del paciente a los cuidados posquirúrgicos.
Q. ¿Cuándo puedo reanudar mis actividades normales después de una operación de alargamiento del tendón de Aquiles?
R. La mayoría de los pacientes pueden reanudar actividades ligeras en un plazo de 6 a 8 semanas, y la recuperación completa, incluida la práctica de deportes, suele producirse al cabo de 3 a 6 meses, dependiendo de cada persona.
Q. ¿Se realiza el alargamiento del tendón de Aquiles en ambas piernas a la vez?
R. Normalmente, sólo se trata una pierna a la vez para asegurar una recuperación adecuada. En algunos casos, si ambos tendones requieren alargamiento, el cirujano puede optar por realizar los procedimientos en sesiones separadas.
Q. ¿Puede el alargamiento del tendón de Aquiles ayudar con las dificultades para caminar?
R. Sí, el procedimiento se utiliza habitualmente para mejorar la capacidad de caminar en pacientes que tienen tendones de Aquiles tensos, sobre todo los que tienen deformidad en equino, que limita la dorsiflexión del tobillo.
Q. ¿Qué ocurre si el tendón de Aquiles se alarga en exceso durante la operación?
R. Si el tendón se alarga en exceso, puede provocar debilidad en los músculos de la pantorrilla, dificultad para caminar o un trastorno denominado «pie caído», en el que el pie no puede levantarse correctamente al caminar.
Q. ¿Necesitaré fisioterapia después de un alargamiento del tendón de Aquiles?
R. Sí, la fisioterapia es una parte crucial del proceso de recuperación. Ayuda a fortalecer los músculos que rodean el tobillo, mejorar la flexibilidad y restablecer los patrones normales de la marcha tras la intervención.
Q. ¿Puede hacerse un alargamiento del tendón de Aquiles en niños?
R. Sí, el alargamiento del tendón de Aquiles suele hacerse en niños, sobre todo en los que padecen afecciones como parálisis cerebral, en las que la rigidez del tendón limita la movilidad y causa problemas para andar.
Q. ¿Es siempre eficaz el alargamiento del tendón de Aquiles para corregir la tirantez?
R. Aunque el alargamiento del tendón de Aquiles es eficaz para muchos pacientes, el éxito de la operación depende de la causa subyacente de la tirantez del tendón y del estado general de salud del paciente y de su cumplimiento de la rehabilitación posquirúrgica.
Q. ¿Cuánto tardaré en caminar después de un alargamiento del tendón de Aquiles?
A. Si sólo se realiza un alargamiento del tendón de Aquiles, la mayoría de los pacientes pueden empezar a soportar peso parcial inmediatamente con una escayola o bota. Otros procedimientos pueden requerir un periodo de varias semanas sin soportar peso.
Q. ¿Me quedarán cicatrices?
A. La cicatrización es mínima, sobre todo con técnicas mínimamente invasivas como el alargamiento percutáneo o endoscópico. Los procedimientos abiertos pueden dejar cicatrices más visibles.
Q. ¿Puedo volver a hacer deporte?
A. La mayoría de los atletas pueden volver a practicar deporte en 3-6 meses, dependiendo de la recuperación y del progreso de la rehabilitación.
Q. ¿El procedimiento es eficaz para todos los pacientes?
A. El alargamiento del tendón de Aquiles es muy eficaz para muchos pacientes, especialmente los que tienen contractura equina, pero el éxito depende de la causa subyacente y del cumplimiento de la rehabilitación.
Resumen y conclusiones
El alargamiento del tendón de Aquiles es un valioso procedimiento quirúrgico para las personas que sufren tensión en el tendón de Aquiles, ya sea debido a lesiones, afecciones neurológicas u otros factores. La cirugía puede mejorar la movilidad, aliviar el dolor y evitar deformidades a largo plazo. Sin embargo, es importante conocer los posibles riesgos y complicaciones asociados a la intervención, y colaborar estrechamente con un cirujano ortopédico cualificado para determinar el mejor enfoque.
Perspectiva clínica y hallazgos recientes
Estudios recientes destacan una nueva forma de hacer más preciso el alargamiento del tendón de Aquiles. Ahora los cirujanos pueden medir directamente las fuerzas musculares durante la intervención, lo que les permite «afinar» la longitud del tendón en tiempo real.
En un estudio, este enfoque casi duplicó el movimiento del tobillo, redujo la tensión excesiva del tendón en más del 90% y demostró cómo los resultados varían en función de si la afección es idiopática o neurológica.
Este método personalizado puede ayudar a mejorar la movilidad, reducir las complicaciones y garantizar que el tendón de cada paciente se alarga hasta el grado óptimo. («Estudio sobre la mejora de los resultados del alargamiento del tendón de Aquiles – ver PubMed«)
¿Quién realiza esta cirugía? (Especialistas y equipo implicado)
El alargamiento del tendón de Aquiles lo suelen realizar cirujanos ortopédicos especializados en cirugía de pie y tobillo. El equipo quirúrgico también incluye anestesistas, enfermeras y fisioterapeutas para ayudar en todas las fases de la atención.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Debes acudir a un especialista en pie y tobillo si tienes dificultades para andar, correr o realizar actividades cotidianas debido a la tirantez o el dolor en el tendón de Aquiles. La persistencia de los síntomas a pesar de los tratamientos no quirúrgicos puede indicar la necesidad de una intervención quirúrgica.
¿Cuándo acudir a urgencias?
Si experimentas un dolor repentino e intenso o incapacidad para mover el pie tras una lesión, puede indicar una rotura del tendón de Aquiles, que requiere atención médica inmediata.
¿Cómo es realmente la recuperación?
El proceso de recuperación varía, pero los pacientes suelen iniciar actividades ligeras en un plazo de 6 a 8 semanas, con una recuperación completa en 3 a 6 meses. La fisioterapia es una parte fundamental del proceso para recuperar la plena funcionalidad.
¿Qué ocurre si retrasas la operación?
Si no se trata, la tirantez del tendón de Aquiles puede empeorar, provocando daños permanentes en el tendón y una disminución de la función del pie y el tobillo. La cirugía puede ayudar a evitar mayores complicaciones.
¿Cómo prevenir la recurrencia o el fracaso?
Para prevenir la reaparición de la tirantez del tendón de Aquiles, sigue haciendo ejercicios regulares de estiramiento y fortalecimiento. Llevar calzado de apoyo y evitar esfuerzos excesivos también puede ayudar.
Nutrición y salud ósea o articular
Una dieta rica en proteínas, calcio y vitamina D puede favorecer la curación de los tendones y los huesos tras la operación. Mantenerse hidratado y conservar la salud general son importantes para una recuperación satisfactoria.
Modificaciones de la actividad y del estilo de vida
Realiza ejercicios de bajo impacto, como natación o ciclismo, durante la recuperación. Evita las actividades de alto impacto hasta que tu cirujano te dé el visto bueno. Los estiramientos y el fortalecimiento regulares ayudarán a mantener la flexibilidad del tobillo y a prevenir la recidiva.

