La cirugía de la columna lumbar se realiza en pacientes que sufren dolor intenso, síntomas neurológicos o inestabilidad debido a diversas afecciones, como hernias discales, espondilolistesis y enfermedad discal degenerativa. El objetivo de la cirugía es aliviar la presión sobre las raíces nerviosas, estabilizar la columna y restablecer la función. Los procedimientos van desde la discectomía menos invasiva a cirugías de fusión más complejas, según el estado y las necesidades del paciente.
¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)
Los problemas de columna, especialmente las afecciones lumbares como la hernia discal y la espondilolistesis, son frecuentes, sobre todo entre las personas de 30 años o más. El riesgo aumenta con la edad, y ciertos factores como la obesidad, el tabaquismo y un estilo de vida sedentario pueden agravar estas afecciones. La cirugía de la columna lumbar suele considerarse cuando los tratamientos conservadores no consiguen aliviar los síntomas o cuando las funciones neurológicas están en peligro.
Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)
Afecciones como la hernia discal, la enfermedad discal degenerativa o la inestabilidad vertebral se producen cuando se dañan las estructuras de la columna vertebral, como los discos o las vértebras. Estas afecciones pueden causar compresión nerviosa, lo que provoca dolor, entumecimiento, debilidad y, a veces, parálisis. Con el tiempo, estas afecciones degenerativas pueden provocar inestabilidad en la columna vertebral, haciendo necesario realizar procedimientos quirúrgicos como la discectomía o la fusión para evitar daños mayores.
¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)
La columna lumbar está formada por cinco vértebras que sostienen la parte inferior de la espalda y permiten el movimiento y la flexibilidad. Entre estas vértebras hay discos intervertebrales que actúan como amortiguadores, absorbiendo los golpes. Las raíces nerviosas se extienden desde la médula espinal a través de aberturas entre las vértebras. Cuando los discos se abultan, hernian o degradan, pueden presionar estos nervios, provocando dolor, entumecimiento y debilidad.
Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)
Los síntomas de los problemas de columna lumbar incluyen dolor lumbar persistente, dolor irradiado a las piernas (ciática), entumecimiento u hormigueo en las piernas o los pies, debilidad muscular y dificultad para caminar o permanecer de pie durante mucho tiempo. En algunos casos, el dolor puede empeorar con el tiempo, limitando la movilidad y la calidad de vida.
¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)
Para diagnosticar problemas de columna lumbar, los médicos utilizan exploraciones físicas para evaluar la movilidad, los reflejos y la fuerza. Las pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, ayudan a determinar el alcance del daño, la localización de la compresión nerviosa y si hay inestabilidad vertebral. Estas imágenes guían el proceso de toma de decisiones sobre el tipo de cirugía necesaria.

Clasificación
Las cirugías de columna lumbar se clasifican en función de la afección tratada. Por ejemplo:
- La discectomía se realiza para extirpar parte de una hernia discal.
- La laminectomía se realiza para extirpar parte de la vértebra y aliviar la presión sobre la médula espinal.
- La fusión vertebral se utiliza para estabilizar la columna cuando hay inestabilidad o deformidad.
DISCECTOMÍA LUMBAR
Esta cirugía suele realizarse en pacientes que tienen compresión de la raíz nerviosa debido a hernia discal, extrusión o secuestro. En esta cirugía, el objetivo es extirpar el fragmento de disco que está causando la presión sobre la raíz nerviosa. Esta cirugía se realiza por la espalda y se extirpa una cantidad limitada de hueso hasta llegar al disco. Se extirpa el fragmento de disco que presiona la raíz nerviosa y se comprueba que la raíz nerviosa no esté presionada. Esta cirugía no implica la extirpación de hueso suficiente como para necesitar una cirugía de estabilización o de fusión. Los pacientes operados suelen recuperarse bien en las 3 a 6 semanas siguientes.
DESCOMPRESIÓN O FORAMINOTOMÍA
Esta cirugía suele realizarse en los pacientes que tienen compresión de la raíz nerviosa a nivel de los forámenes. Esta cirugía se realiza por la espalda y suele implicar la extirpación de una pequeña cantidad de hueso, que no es suficiente para causar inestabilidad. Esta cirugía no está asociada a la cirugía de fusión. Los pacientes se recuperan bien tras la intervención, en un plazo de 4 a 8 semanas.
LAMINECTOMÍA
La laminectomía consiste en extirpar el hueso de la parte posterior de las raíces nerviosas. Se realiza en uno o varios niveles, según el grado de estenosis. Esta cirugía se realiza por la espalda. Esta cirugía permite descomprimir las raíces nerviosas dentro del canal espinal. Los resultados son buenos y constantes, y los pacientes se recuperan bien en un plazo de 6 a 12 semanas.
FUSIÓN VERTEBRAL
La fusión vertebral en la zona lumbar suele realizarse por inestabilidad de la columna o espondilolistesis. Consiste en fijar las vértebras con tornillos y barras. Puede hacerse a varios niveles según la necesidad. Esta cirugía suele ir asociada a la limpieza del espacio discal y su sustitución por jaula e injerto óseo para hacer que se fusionen las vértebras adyacentes. Esta cirugía suele realizarse por la espalda, aunque también puede realizarse por delante y por los lados. Los pacientes que se someten a esta cirugía suelen tener que estar ingresados en el hospital de 3 a 5 días y la recuperación es gradual durante un periodo de 8 a 12 semanas.



Destornillador de tuerca Castle utilizado en la fusión espinal posterior mínimamente invasiva
Las imágenes de arriba muestran los instrumentos utilizados en la fusión espinal posterior mínimamente invasiva. La técnica mínimamente invasiva utiliza las incisiones percutáneas para minimizar el traumatismo de los tejidos blandos. La técnica puede dar lugar a una rehabilitación precoz y a una reducción del dolor postoperatorio.
Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)
Otras afecciones, como la distensión muscular, la ciática o las que afectan a la cadera o la pelvis, pueden causar síntomas similares a los problemas de la columna lumbar. Hay que descartar estas afecciones para confirmar un diagnóstico de patología de la columna lumbar.
Opciones de tratamiento
Cuidados no quirúrgicos
- Medicamentos (por ejemplo, AINE, analgésicos) para controlar el dolor y la inflamación.
- Fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad.
- Apoyos para sostener la columna vertebral y reducir la tensión.
- Inyecciones (por ejemplo, de corticoesteroides) para reducir la inflamación y el dolor.
Atención quirúrgica
- Discectomía: Extirpación de parte de una hernia discal para aliviar la presión nerviosa.
- Laminectomía: Extracción de hueso de la columna vertebral para aliviar la presión sobre la médula espinal.
- Fusión vertebral: Fusión de dos o más vértebras para proporcionar estabilidad, a menudo mediante tornillos, varillas e injertos óseos.
Recuperación y qué esperar después del tratamiento
La recuperación varía en función del procedimiento:
- Discectomía: La mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor en pocas semanas. Suele recomendarse fisioterapia.
- Laminectomía: La recuperación suele durar de 6 a 12 semanas. Es posible que los pacientes deban restringir sus actividades para garantizar una curación adecuada.
- Fusión vertebral: La recuperación es más prolongada, suele durar de 8 a 12 semanas. Los pacientes pueden necesitar un corsé y fisioterapia.
Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)
Como en todas las intervenciones quirúrgicas, la anestesia conlleva ciertos riesgos, aunque poco frecuentes, como parada cardiaca, ictus, parálisis y, raramente, la muerte.
Los riesgos de la cirugía de la columna lumbar pueden ser, entre otros, los siguientes
- Hematoma o hemorragia
- Daño en los vasos principales que puede provocar una hemorragia excesiva, incluso la muerte
- Ceguera
- Daño en la duramadre, que provoca una fuga de líquido cefalorraquídeo
- Fallo, aflojamiento o arrancamiento de la jaula, el injerto, la varilla o los tornillos
- Infección de la herida
- Fracaso de la fusión
- Daños en la raíz o raíces nerviosas que provocan una nueva aparición o un empeoramiento del dolor preexistente, debilidad, parálisis, pérdida de sensibilidad, pérdida de la función intestinal o vesical, deterioro de la función sexual, etc., que pueden recuperarse o no.
- Algunas de estas afecciones pueden justificar la repetición de la cirugía
Cierta población de pacientes tiene un mayor riesgo de complicaciones, entre las que se incluyen:
- Tabaquismo
- Convulsiones
- Apnea obstructiva del sueño
- Obesidad
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Otras enfermedades del corazón, los pulmones o los riñones
- Medicamentos, como la aspirina, que pueden aumentar la hemorragia
- Antecedentes de consumo excesivo de alcohol
- Alergias a medicamentos
- Antecedentes de reacciones adversas a la anestesia
Perspectivas a largo plazo (pronóstico)
Para la mayoría de los pacientes, la cirugía de la columna lumbar proporciona un alivio significativo del dolor y una mejora de la movilidad. Las perspectivas a largo plazo dependen del tipo de cirugía y de la gravedad de la afección. Las cirugías de fusión pueden proporcionar una estabilización duradera, mientras que algunos pacientes pueden necesitar más tratamientos o ajustes.
Gastos de bolsillo
Medicare
Código CPT 63030 – Discectomía Lumbar: 225,06 $
Código CPT 63047 – Laminectomía Lumbar (Descompresión): 271,76 $
Código CPT 22612 – Fusión Lumbar Posterior/Posterolateral: 382,85 $
Código CPT 22558 – Fusión Lumbar Anterior Intercorporal (ALIF): 368 $.50
Código CPT 22630 – Fusión intersomática lumbar posterior (PLIF/TLIF): 387,42 $
Código CPT 22558 – Fusión intersomática lumbar lateral (LLIF/XLIF): 368,50 $
Código CPT 22840 – Instrumentación (no segmentaria): 182,11 $
Código CPT 22842 – Instrumentación (Segmentaria): 185,26 $
Código CPT 22853 – Dispositivo biomecánico/jaula intercorporal: 62,53 $.
Con Medicare, el 80% del coste aprobado para cada uno de estos procedimientos está cubierto una vez que se ha cumplido la franquicia anual. El 20% restante suele ser responsabilidad del paciente. Los planes de seguros complementarios -como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield- suelen cubrir este 20%, lo que significa que la mayoría de los pacientes tendrán pocos o ningún gasto de su bolsillo por cirugías de columna aprobadas por Medicare. Estos planes complementarios trabajan directamente con Medicare para garantizar la cobertura total de los procedimientos de columna lumbar, incluidas la discectomía, la descompresión, la fusión y la instrumentación.
Si tienes un seguro secundario -como la cobertura de tu empresa, TRICARE o la Administración Sanitaria para Veteranos (VHA)-, éste actúa como pagador secundario una vez que Medicare ha tramitado tu solicitud. Una vez satisfecha tu franquicia, el plan secundario puede cubrir el coseguro o el saldo restante. La mayoría de los planes secundarios tienen una pequeña franquicia, normalmente entre 100 y 300 $, dependiendo de la póliza y de si la intervención se realiza dentro de la red.
Indemnización por accidente laboral
Si tu afección de columna lumbar que requiere estos procedimientos está relacionada con el trabajo, la Indemnización por accidente laboral cubrirá totalmente todos los gastos relacionados con el tratamiento, incluida la cirugía, la instrumentación y la rehabilitación. No tendrás gastos de tu bolsillo en una reclamación aceptada de Indemnización Laboral.
Seguro Sin Culpa
Si tu lesión de columna lumbar fue consecuencia de un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa cubrirá todos los gastos médicos y quirúrgicos necesarios, incluida la descompresión, discectomía, fusión e instrumentación. El único gasto potencial de tu bolsillo puede ser una pequeña franquicia, según las condiciones de tu póliza.
Ejemplo
Paul, un paciente de 62 años con hernia discal lumbar, se sometió a una discectomía lumbar (CPT 63030) y a una fusión lumbar posterior con instrumentación (CPT 22612 + 22842). Sus gastos de bolsillo de Medicare fueron de 225,06 $ por la discectomía y 382,85 $ por la cirugía de fusión, así como 185,26 $ por la instrumentación. Como Paul tenía un seguro complementario a través de Blue Cross Blue Shield, el 20% que no cubría Medicare se pagó íntegramente, por lo que no tuvo que pagar nada de su bolsillo por la intervención.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Q. ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una operación de columna lumbar?
R. La recuperación varía según el procedimiento. La mayoría de los pacientes se recuperan de una discectomía en pocas semanas, mientras que la recuperación completa de una fusión vertebral puede llevar de 8 a 12 semanas.
Q. ¿Es segura la cirugía de columna lumbar?
R. Aunque las cirugías de columna lumbar son generalmente seguras, conllevan riesgos como infección, lesiones nerviosas y complicaciones de la anestesia. La selección cuidadosa de los pacientes y una técnica adecuada minimizan estos riesgos.
Q. ¿Necesitaré fisioterapia después de la operación?
R. Sí, normalmente se recomienda fisioterapia para recuperar la fuerza y la flexibilidad después de una operación de columna lumbar.
Resumen y conclusiones
La cirugía de la columna lumbar, que incluye discectomía, laminectomía y fusión vertebral, ofrece un tratamiento eficaz para afecciones como hernias discales, inestabilidad vertebral y compresión nerviosa. Aunque el tiempo de recuperación y los posibles riesgos varían según el procedimiento, la mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor y una mejora de la función. Es importante colaborar estrechamente con un especialista en columna vertebral para determinar el mejor plan de tratamiento para tu dolencia.
Perspectiva clínica y hallazgos recientes
Un estudio reciente de Haddas et al. (2025) ofrece una revisión exhaustiva del ejercicio y la rehabilitación postoperatorios tras la cirugía de la columna lumbar, con especial atención a su impacto en resultados como el dolor, la función y la movilidad. La revisión sugiere que el ejercicio terapéutico supervisado es beneficioso y seguro para los pacientes que se recuperan de cirugías de discectomía lumbar, fusión y sustitución discal total.
El inicio precoz de ejercicios terapéuticos, adaptados a las necesidades individuales del paciente y a los factores quirúrgicos, puede mejorar la recuperación a largo plazo, reducir la dependencia de los opiáceos y mejorar la función física. El estudio destaca que los protocolos de ejercicio deben tener en cuenta variables específicas del paciente, como la función previa, las comorbilidades y los plazos de cicatrización de los tejidos, y subraya la importancia de la progresión de los movimientos básicos a otros más complejos como parte de un plan de recuperación gradual.
La tecnología vestible y la monitorización de la actividad física también están surgiendo como herramientas valiosas para mejorar la rehabilitación postoperatoria, ya que permiten un seguimiento continuo de la actividad y el progreso del paciente. («Estudio de la rehabilitación postoperatoria tras la cirugía de la columna lumbar – Ver PubMed.»)
¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)
La cirugía de columna lumbar suele ser realizada por cirujanos ortopédicos de columna o neurocirujanos especializados en afecciones de la columna. El equipo quirúrgico puede incluir también anestesistas, asistentes quirúrgicos y enfermeras.
¿Cuándo acudir a un especialista?
- temperatura superior a 101 grados Fahrenheit
- aumento del dolor o de la sensibilidad cerca de la incisión
- escaso alivio del dolor
- signos de infección: aumento de la hinchazón, enrojecimiento, aumento de la supuración, aumento del calor, pus, mal olor, hemorragia en la incisión, desprendimiento de la incisión
- aumento del entumecimiento, entumecimiento en la zona genital
- incapacidad para sentir o mover los dedos de las manos o de los pies
- dedos de las manos o de los pies azul pálido, blancos o anormalmente fríos
- náuseas (malestar estomacal) o vómitos (vómitos) que no cesan
- aumento del cansancio
- una sensación general peor que la que tenías cuando saliste del hospital
- problemas para orinar, estreñimiento grave o diarrea grave
- preocupación por cualquier otro síntoma que parezca inusual
¿Cuándo acudir a urgencias?
- Sospecha de problema cardiaco: dolor o presión torácicos intensos, dificultad para respirar, opresión en el pecho, dolor en el brazo izquierdo, dolor en la mandíbula, mareo o desmayo, debilidad o fatiga inexplicables, pulso rápido o irregular, sudoración, piel fría y húmeda y/o palidez.
- Sospecha de ictus: dificultad para hablar, cambios en la visión, confusión u otro cambio en el estado mental
- Sospecha de trombosis venosa: hinchazón de piernas, tobillos o pies, molestias, pesadez, dolor, dolor punzante, picor o calor en las piernas, dificultad respiratoria repentina, dolor torácico, tos con sangre, frecuencia cardiaca rápida o irregular.
- Sospecha de sepsis: fiebre alta, con escalofríos asociados a fatiga, mareos, corazón acelerado, piel pálida o descolorida, somnolencia, dificultad para despertarse, confusión, falta de aliento
- Hemorragia intensa en la zona quirúrgica
- Reacción alérgica grave con dificultad para respirar, hinchazón, urticaria
¿Cómo es realmente la recuperación?
Tras la cirugía de la columna lumbar, la mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor. El tiempo de recuperación varía, pero la mayoría puede reanudar actividades ligeras en pocas semanas, y la recuperación completa tarda entre 8 y 12 semanas.
¿Qué ocurre si lo ignoras?
Si no se tratan, afecciones como las hernias discales o la inestabilidad vertebral pueden provocar dolor crónico, lesiones nerviosas permanentes o incluso parálisis. La cirugía puede aliviar los síntomas y restablecer la función.
¿Cómo prevenirlo?
Mantener una buena postura, hacer ejercicio con regularidad y tener un peso saludable puede ayudar a prevenir los problemas de columna. Fortalecer los músculos centrales y practicar técnicas de levantamiento adecuadas puede reducir el riesgo de lesiones.
Nutrición y salud ósea o articular
Una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D favorece la salud ósea. Los ejercicios regulares con pesas y la hidratación también son importantes para mantener sana la columna vertebral.
Modificaciones de la actividad y del estilo de vida
En el postoperatorio, evita levantar objetos pesados y realizar actividades físicas intensas en las primeras fases de recuperación. Los ejercicios graduales de bajo impacto pueden ayudar a fortalecer la columna vertebral y mantener la flexibilidad.

