Hernia de disco en la parte baja de la espalda

Una hernia de disco en la parte baja de la espalda ocurre cuando la porción interna blanda de un disco espinal atraviesa una zona débil de su capa externa, presionando nervios cercanos. Esta condición es una de las causas más comunes de dolor lumbar y ciática, un dolor agudo y irradiado que se extiende por una o ambas piernas.
Aunque puede ser doloroso, la mayoría mejora con descanso, fisioterapia y medicación sin necesidad de cirugía.

¿Qué frecuencia tiene y quién la padece? (Epidemiología)

Las hernias discales son más comunes en adultos de entre 30 y 50 años. Los hombres tienen una ligera más probabilidad que las mujeres de desarrollar esta condición. La columna lumbar (zona lumbar) se ve afectada con mayor frecuencia porque soporta gran parte del peso y el movimiento del cuerpo. Hasta el 80% de los adultos experimentan dolor de espalda a lo largo de su vida, y una parte de estos casos es causada por hernia discal.

Por qué ocurre – Causas (Etiología y Fisiopatología)

A medida que envejecemos, los discos espinales pierden contenido de agua y elasticidad, volviéndose más propensos a desgarros y roturas. Este proceso se conoce como degeneración de disco.
Otros factores que contribuyen incluyen:

  • Técnicas de levantamiento incorrectas o giros al transportar objetos pesados
  • Trauma o caídas
  • Esfuerzo repetitivo o flexión
  • Exceso de peso corporal, que aumenta la presión en la parte baja de la columna
  • Sentado o conducción prolongada
  • El tabaquismo, que reduce el suministro de ojigeno a los discos y acelera el desgaste

¿Cómo funciona normalmente una parte del cuerpo? (Anatomía relevante)

La columna vertebral está compuesta por 24 vértebras separadas por discos intervertebrales que actúan como cojines y amortiguadores. Cada disco tiene:

  • Anillo fibroso: El duro anillo exterior.
  • Núcleo pulposo: El centro suave, geloso.

Cuando el anillo externo se rompe, el núcleo puede abultarse o filtrarse, presionando nervios cercanos y causando inflamación. Esta irritación provoca dolor, entumecimiento o debilidad en las piernas (ciática).

Lo que puedes sentir – Síntomas (presentación clínica)

Los síntomas varían según la localización y la gravedad de la compresión nerviosa:

  • Dolor lumbar que puede ser agudo o molesto
  • Ciática: Dolor punzante que irradia desde la nalga hasta la parte trasera de una pierna
  • Entumecimiento o hormigueo en las piernas o pies
  • Debilidad muscular en las extremidades inferiores
  • Pérdida del control de la vejiga o del intestino (en casos raros, conocido como síndrome de la cauda equina, que es una emergencia quirúrgica)

¿Cómo encuentran el problema los médicos? (Diagnóstico e imagen)

El diagnóstico comienza con una historia clínica completa y un examen físico.

  • Examen neurológico: Evalúa la fuerza, la sensibilidad y los reflejos en las piernas.
  • Prueba de elevación de pierna recta: El dolor que se irradia por la pierna al levantarla recta suele indicar una hernia discal.
  • Resonancia magnética: El estudio de imagen más preciso para visualizar tejidos blandos, incluidos discos y nervios.
  • TAC o radiografías: Puede ayudar a descartar fracturas u otras afecciones de la columna.

Clasificación

Las hernias discales pueden clasificarse por tipo y gravedad:

  • Protrusión: El disco se abulta pero el núcleo permanece contenido.
  • Extrusión: El núcleo atraviesa el anillo pero permanece conectado.
  • Secuestro: El material del disco se desprende y se mueve libremente en el canal espinal.

También pueden describirse por ubicación:

  • Central: Comprime la médula espinal.
  • Paracentral (más común): Comprime las raíces nerviosas causando dolor en la pierna.
  • Foraminal: Afecta a los nervios que salen de la columna a través de aberturas laterales.

Otros problemas que pueden parecer similares (diagnóstico diferencial)

Las condiciones que pueden imitar una hernia discal incluyen:

  • Estenosis espinal (estrechamiento del canal espinal)
  • Enfermedad degenerativa del disco
  • Espondilolistesis (vértebra desplazada)
  • Artritis de la articulación facetaria
  • Dolor en la cadera o en la articulación sacroilíaca

Opciones de tratamiento

Cuidados no quirúrgicos

La mayoría de los pacientes mejoran en pocas semanas mediante un manejo conservador:

  • Reposo: El descanso a corto plazo (1–2 días) puede ayudar, pero debe evitarse el reposo largo en cama.
  • Medicamentos: Los AINEs como el ibuprofeno o el naproxeno reducen el dolor y la inflamación.
  • Fisioterapia: Ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad para el core y los músculos de la espalda.
  • Inyecciones epidurales de esteroides: Reduce la inflamación y alivia el dolor en el nervio afectado.
  • Cambios en el estilo de vida: Mantener una buena postura, perder peso en exceso y mantenerse activo ayuda a la recuperación.

El cuidado conservador no elimina la hernia, pero permite que el cuerpo reabsorba el material del disco de forma natural con el tiempo.

Atención quirúrgica

Se recomienda la cirugía cuando el dolor persiste a pesar del cuidado conservador, o si se presenta debilidad significativa o problemas intestinales/vesiga.

  • Microdiscectomía: El procedimiento más común consiste en la extracción de la hernia del disco mediante una pequeña incisión mediante aumento.
  • Laminectomía: Extirpación de una pequeña parte del hueso para descomprimir los nervios.
  • Fusión o reemplazo de disco: En casos raros de hernia grave o recurrente.

La cirugía proporciona un alivio rápido del dolor en las piernas y tiene excelentes resultados a largo plazo.

Recuperación y qué esperar después del tratamiento

  • Tratamiento conservador: La mayoría de los pacientes se sienten mejor en 6–12 semanas.
  • Después de la cirugía: Los pacientes suelen caminar en cuestión de horas y se van a casa en un día. El alivio del dolor suele ser inmediato.
    La rehabilitación incluye programas de caminata y ejercicios suaves para fortalecer los músculos de la espalda y las piernas. Evita doblarte, torcer o levantar durante varias semanas.

Posibles riesgos o efectos secundarios (complicaciones)

Los riesgos potenciales incluyen:

  • Infección o sangrado
  • Lesión nerviosa
  • Recurrencia de la hernia
  • Fuga de líquido cefalorraquídeo (desgarro dural)
  • Dolor o rigidez persistentes

Seguir el consejo médico y evitar la tensión durante la recuperación minimiza estos riesgos.

Perspectivas a largo plazo (pronóstico)

La mayoría de los pacientes se recuperan completamente y vuelven a sus actividades normales. Aproximadamente el 90% de los pacientes mejoran con atención no quirúrgica o microdiscectomía. Un pequeño porcentaje puede experimentar hernias recurrentes, que también pueden tratarse con éxito.

Gastos de bolsillo

Medicare

Código CPT 63030 – Discectomía lumbar / Microdiscectomía (extirpación de una hernia discal): 225,06 $
Código CPT 63047 – Laminectomía lumbar (descompresión): 271,76 $
Código CPT 22612 – Fusión lumbar (Estabilización tras la extracción del disco): 382,85 $

Bajo Medicare, el 80% de los costes aprobados para estos procedimientos quirúrgicos están cubiertos una vez que se ha cumplido tu deducible anual. El 20% restante suele ser responsabilidad del paciente. Los planes de seguro complementario como Medigap, AARP o Blue Cross Blue Shield están diseñados para cubrir este 20%, lo que significa que la mayoría de los pacientes tienen pocos o ningún coste de bolsillo para cirugías de columna aprobadas por Medicare. Estas pólizas complementarias se coordinan directamente con Medicare para proporcionar cobertura completa para los procedimientos de descompresión y estabilización tras la reparación de una hernia discal.

Si tienes un seguro secundario —como Planes Baseados en el Empleador, TRICARE o la Administración de Salud de Veteranos (VHA)— actúa como pagador secundario una vez que Medicare ha procesado la reclamación. Una vez que se cumpla tu franquicia, el plan secundario puede pagar el coseguro restante o cualquier saldo. La mayoría de las pólizas secundarias incluyen una pequeña franquicia, normalmente entre 100 y 300 dólares, dependiendo del plan y de si la instalación está dentro de la red.

Compensación por Trabajadores
Si tu hernia discal ocurrió como resultado de una lesión laboral o una tensión repetitiva, la Compensación Laboral cubrirá todos los costes quirúrgicos, hospitalarios y de rehabilitación relacionados, incluyendo discectomía, laminectomía o fusión espinal. No tendrás gastos de bolsillo bajo una reclamación aceptada de compensación laboral.

Seguro sin culpa
Si tu hernia de disco fue causada o agravada por un accidente de tráfico, el Seguro Sin Culpa cubrirá el coste total de tu atención médica y quirúrgica, incluyendo cualquier procedimiento necesario de descompresión o estabilización de la columna. El único cargo potencial de bolsillo es una pequeña franquicia, dependiendo de tu póliza de seguro individual.

Ejemplo
Michael, un paciente de 61 años, se sometió a una microdiscectomía lumbar (CPT 63030) para extirpar una hernia discal y a una fusión espinal posterior (CPT 22612) para estabilización. Sus costes de bolsillo de Medicare fueron de 225,06 y 382,85 dólares, respectivamente. Como tenía seguro suplementario a través de AARP Medigap, el 20% que Medicare no cubría se pagó íntegramente, dejándole sin gastos de bolsillo para la cirugía.

Preguntas más frecuentes (FAQ)

Q. ¿Cuánto tarda en curarse una hernia discal?
Un. La mayoría de los pacientes se recuperan en un plazo de 6 a 12 semanas con reposo, medicación y fisioterapia.

Q. ¿Cuándo se necesita una cirugía para una hernia discal?
R. La cirugía suele recomendarse solo si los síntomas persisten a pesar del tratamiento conservador o si se desarrolla debilidad o pérdida de control de la vejiga.

Q. ¿Puede el ejercicio ayudar a prevenir las hernias discales?
R. Sí. Fortalecer los músculos del core, mantener una buena postura y usar técnicas adecuadas de levantamiento ayuda a proteger la columna.

Q. ¿Puede volver una hernia de disco tras una cirugía?
R. Sí. Alrededor del 5–10% de los pacientes pueden experimentar recurrencia, pero una rehabilitación adecuada y evitar la tensión reducen este riesgo.

Resumen y conclusiones

Una hernia de disco en la zona lumbar es una causa común pero tratable de dolor de espalda y piernas. La mayoría de las personas mejoran sin cirugía mediante descanso, medicación y fisioterapia. Cuando es necesario, la cirugía ofrece un alivio rápido y duradero del dolor. El diagnóstico temprano, los ajustes en el estilo de vida y el ejercicio regular ayudan a prevenir recurrentes y a mantener la salud de la columna.

¿Quién realiza este tratamiento? (Especialistas y equipo implicado)

Las hernias discales son gestionadas por cirujanos ortopédicos de columna o neurocirujanos, apoyados por especialistas en dolor, fisioterapeutas y expertos en rehabilitación.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Consulta a un especialista en columna si experimentas:

  • Dolor lumbar persistente que se irradia a la pierna
  • Hormigueo, entumecimiento o debilidad en la pierna o el pie
  • Dificultad para mantenerse de pie, caminar o agacharse

¿Cuándo acudir a urgencias?

Busca atención de urgencias inmediatamente si tienes:

  • Incontinencia súbita de vejiga o fec
  • Debilidad o parálisis grave de las piernas
  • Entumecimiento en la ingle o en la parte interna de los muslos (anestesia de la silla)

¿Cómo es realmente la recuperación?

La recuperación es gradual y mejora con una rehabilitación constante. La mayoría de los pacientes recuperan la movilidad total y vuelven al trabajo en pocas semanas o meses, dependiendo de la gravedad y el tipo de tratamiento.

¿Qué ocurre si lo ignoras?

Las hernias discales no tratadas pueden causar dolor crónico, daño nervioso permanente o pérdida de fuerza en las piernas. La compresión nerviosa severa puede provocar el síndrome de la cauda equina, que es una emergencia médica.

¿Cómo prevenirlo?

  • Practica técnicas adecuadas de levantamiento
  • Mantén un peso saludable
  • Fortalece los músculos del core
  • Evita fumar y estar sentado durante mucho tiempo

Nutrición y salud ósea o articular

Consume alimentos ricos en calcio, vitamina D y proteínas para mantener la salud de los huesos y los discos. Mantenerse hidratado mantiene los discos espinales flexibles y resistentes a lesiones.

Modificaciones de la actividad y del estilo de vida

Mantente activo con actividades de bajo impacto como caminar, hacer yoga o nadar. Utiliza sillas ergonómicas, evita encorvarte y haz pausas frecuentes para proteger la parte baja de la espalda.


Esta versión sigue el formato de 24 secciones de tu Spine Library, incluye el estilo de preguntas frecuentes en negrita y proporciona información completa centrada en el paciente para su publicación.

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Dr. Vedant Vaksha

Dr. Vedant Vaksha MD

Soy Vedant Vaksha, cirujano especialista en columna vertebral, deportes y artroscopia formado en Complete Orthopedics. Atiendo a pacientes con dolencias en el cuello, la espalda, los hombros, las rodillas, los codos y los tobillos. Apruebo personalmente este contenido y he escrito la mayor parte de él yo mismo.

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